ep una persona reposta combustible en un coche en una gasolinera de cepsa
Eduardo Parra - Europa Press

El reciente conflicto internacional y la intensificación de las tensiones geopolíticas han repercutido en los costes de muchos productos, especialmente aquellos vinculados a la energía y los combustibles. A día de hoy, la gasolina es casi un 30% más cara que en la misma semana de 2021, lo que se traduce en un incremento de más de 20 euros en llenar un depósito de un coche urbano. En el caso del gasóleo, las cifras no reflejan más optimismo, ya que el precio ha experimentado una subida de casi el 35% en este mismo periodo, lo que supone más de 22 euros por repostar unos 55 litros.

Por todo esto, Oscaro, la plataforma de venta de recambios online, aporta diez consejos para ahorrar en combustible y poder así dar un respiro al bolsillo.

Lleno, no, gracias

El combustible que se mete en el depósito incrementa el peso total del vehículo, lo que se traduce en peso adicional. Muchos fabricantes recomiendan llenar el tanque hasta el 50, 60 o 70 por ciento de su capacidad. Esta recomendación está dirigida al ahorro del combustible, ya que si lo que queremos es ahorrar, pero estamos añadiendo más peso al vehículo, conseguiremos el efecto contrario. Al repostar se puede usar la función automática del surtidor, haciendo que el tanque se llene hasta la indicación del fabricante y no hasta el 100%, repostando así la cantidad que el vehículo necesita.

Usar el combustible correcto

Ciertos vehículos necesitan utilizar combustibles de una mejor calidad, como ocurre con aquellos vehículos de gama alta. Hay que tener en cuenta que la mayoría de vehículos pueden funcionar perfectamente con un combustible medio, ya que cumple con los estándares de calidad europeos. De esta manera, no se gastará más dinero del necesario en el combustible para el vehículo. En todo caso, si no se sabe qué gasolina utilizar, mejor utilizar la que indica el fabricante en el manual del vehículo.

Limpieza de los componentes internos

Existen productos en el mercado que empleados de manera correcta pueden reducir el consumo de combustible en hasta un 30%. Tal es el caso de los aditivos para carburantes, cuya función principal es limpiar los inyectores encargados de suministrar combustible al motor. Estos productos mejoran el flujo de gasolina o diésel y aumentan el rendimiento del vehículo, reduciendo también el ruido y el desgaste del propio motor.

Vigilar la velocidad

La velocidad del vehículo es un factor clave cuando hablamos del uso y ahorro del combustible. Una de las mejores maneras de hacer un uso eficiente del carburante es mantener constante la velocidad de nuestro vehículo. Para ello podemos hacer uso de la velocidad de crucero, una función que gran parte de los coches que circulan hoy en día tienen disponible. Aun habiendo cambios de pendiente, la velocidad de crucero permite al vehículo mantener una velocidad constante, economizando de una manera inteligente el consumo de carburante.

Utilizar las marchas apropiadas

Son muchas las personas que conducen en una marcha incorrecta. Conducir con el coche a muchas revoluciones hará que se queme más gasolina de la cuenta, y lo mismo ocurrirá si se hace a pocas revoluciones, ya que el inyector estará más abierto de lo necesario haciendo que pase más gasolina al motor. La mayoría de vehículos fabricados en los últimos años suelen traer una indicación de la marcha que hay que utilizar de acuerdo a la velocidad que llevamos. Si, por el contrario, el vehículo no dispone de esta recomendación, hay que escuchar y atender al sonido de las revoluciones del motor, siempre manteniéndolo ni muy revolucionado ni muy poco.

Di sí al freno motor

Utilizar el punto muerto al aproximarse a un semáforo y frenar gradualmente, es algo que, al contrario de lo que piensa mucha gente, consume más gasolina de la que se cree. Sin embargo, cuando se utiliza el freno motor y se levanta el pie del acelerador, hacemos que no entre más gasolina, y que el vehículo se vaya deteniendo gradualmente por sí solo. Haciendo esto, además de lograr reducir el consumo de combustible, también estaremos alargando la vida útil del embrague y de los frenos.

Vigilar el estado de los neumáticos

Las ruedas influyen directamente en el consumo de combustible. Son los únicos elementos del coche que están en contacto con el suelo, por lo que un buen estado de los neumáticos y una correcta presión harán que el consumo de combustible del vehículo sea menor. Si las ruedas no tienen la presión idónea que indica el fabricante o la banda de rodadura está muy desgastada, aumentará el rozamiento del neumático en el asfalto y, por tanto, el vehículo necesitará más potencia para desplazarse.

Reducir la carga

Sobrecargar el vehículo es contraproducente para conseguir ahorrar combustible. Reducir el equipaje o las cosas que cargan diariamente el vehículo es una buena manera de empezar. Para ello se puede hacer uso de un organizador de maletero, donde se guarde todo aquello que sí que es necesario para el día a día y el del vehículo. Cuanto más cargado esté el vehículo, más combustible necesitará para desplazarse.

Más vale prevenir que pagar

Además de los aditivos para vehículos diésel o gasolina, existen también los aditivos para proteger los motores y los circuitos de inyección. Utilizando estos productos se reducirá la acumulación de carbonilla, la emisión de humos y otros gases nocivos para el medio ambiente como el CO2 y por supuesto, se logrará economizar el uso de combustible del vehículo

Compartir es ahorrar

Una de las medidas que ha tomado fuerza estos últimos años es aprovechar al máximo el número de ocupantes de un vehículo. Esta forma de desplazarse permite repartir el coste de combustible. Hablar con los compañeros de trabajo o de estudios que viven cerca para ir juntos al destino. Esta es, sin duda, una medida que repercutirá positivamente en el bolsillo y con la que, además, se contribuye a reducir la contaminación.

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