- Banco Santander y Telefónica, a la baja
- En la medida en que no cerremos por encima de los 8.600 puntos no tendremos la menor señal de fortaleza
A pesar del rebote de la sesión de este viernes el saldo semanal de nuestro Ibex 35 es claramente negativo. Pero no sólo eso porque son cuatro las semanas consecutivas de caídas en las que el Ibex 35 acumula números rojos del 7,29%.
- 11.075,400
- 1,70%
- 860,100
- 1,81%
Es cierto que la caída es generalizada en todos los sectores pero cabe destacar la del sector financiero, con un alto peso específico en nuestro índice.
Lea también: Wall Street cierra con suaves subidas pese al fortísimo rebote del petróleo
Fijándonos en el índice sectorial de bancos europeo (SX7E) éste acumularía una caída del 16% en el mismo periodo y así es imposible recuperar el tono muscular. Si nos ceñimos al más corto plazo se podría decir que lo único positivo de esta semana, y rebuscando a conciencia, es que el nivel de los 8.300 puntos ha funcionado como soporte (ajuste del 61,8% del rally alcista previo) pero nada más.
De hecho para tener una primera señal de fortaleza a destacar en el Ibex 35 qué menos que cerrar el último de los huecos bajistas, el que nos dejó este martes en los 8.600 puntos. O dicho con otras palabras, en la medida en que no cerremos por encima de los 8.600 puntos no tendremos la menor señal de fortaleza a tener en cuenta en nuestro Ibex 35.
En cualquier caso y a la vista del gráfico semanal conviene ser extremadamente cautos, pues lo que tenemos delante no es más que el típico "pull back" a la "línea clavicular" de una gran figura de vuelta de implicaciones bajistas.
Hasta que el Ibex 35 así como Banco Santander y Telefónica no cierren los huecos bajistas semanas y mensuales de principios de año no podremos afirmar que hemos visto el final de la fase correctiva actual.
Lea además:
La banca lastra a los mercados: el Ibex cae un 2,03% en la semana hasta los 8.427 puntos
El petróleo se dispara un 6%: ¿se congelará la producción el próximo 17 de abril?
Los hackers consiguen 2.300 millones de euros a través de las estafas en los e-mails