FRÁNCFORT (ALEMANIA), 17 (EUROPA PRESS)

La unión monetaria europea aún tiene por delante "amenazas existenciales" relacionadas con el diseño "minimalista" del proyecto, cuyo marco necesita completarse, según ha indicado el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constancio, que considera prioritario establecer un fondo fiscal de estabilización, así como la creación de un activo europeo libre de riesgo y asumir que el banco central no tiene excusas para no intervenir en el mercado de deuda pública en caso de crisis.

En su última intervención pública como vicepresidente de la institución, cargo que desde el próximo 1 de junio pasará a ocupar el español Luis de Guindos, el banquero portugués ha subrayado que "el diseño inicial minimalista no hizo justicia a las amplias implicaciones del proyecto", advirtiendo de que el marco aún no está completo y "aún hay amenazas existenciales".

Frente a esta aproximación "minimalista", concentrada en la reducción del riesgo en los países más débiles y contraria a elementos como un fondo fiscal de estabilización, el vicepresidente del BCE ha apostado por una aproximación "maximalista" con elementos de reparto de riesgos y ciertas dosis de unión fiscal.

"Una unión monetaria eficaz y sólida requiere de instituciones nacionales y europeas que puedan garantizar un desempeño económico y financiero cohesivo, evitando desequilibrios excesivos y una persistencia significativa del riesgo de redenominación entre los estados miembros", declaró Constancio.

A este respecto, las reformas señaladas en orden de prioridad por el vicepresidente del BCE incluirían la aceptación de que el BCE "no tiene excusas" para no intervenir en el mercado de deuda soberana ante una crisis aguda de liquidez, además de la creación de un mecanismo fiscal de estabilización y la introducción de un activo europeo seguro, completar la unión bancaria y mejorando la reglas para disciplinar las políticas fiscales de los países.

En concreto, Constancio apuntó que "la única buena solución" para lograr una cierta diversificación en las carteras de deuda soberana de los bancos sería introducir "un activo europeo seguro", construido sobre la base de los bonos soberanos nacionales, que serviría como referencia y posibilitando un considerable mercado europeo de deuda.

"Los beneficios de contar con un activo europeo seguro serían enormes para reforzar la resiliciencia del conjunto de la eurozona", apostilló el banquero luso.

Por otro lado, Constancio señaló que la creación de una capacidad fiscal para la eurozona corregiría una deficiencia básica de la unión monetaria, complementando al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEdE) y garantizando la coordinación de las políticas fiscales nacionales de cara a discutir una posición fiscal adecuada para la zona euro.

Así, el vicepresidente del BCE se mostró partidario de apostar por un fondo de estabilización de emergencia en vez de por otras fórmulas, como un fondo común de protección frente al desempleo o un plan de protección de inversiones.

"La creación de esta capacidad fiscal central sería el reconocimiento de que el funcionamiento eficiente de la unión monetaria es una responsabilidad común, mientras que, al mismo tiempo, suaviza las desaceleraciones económicas que pueden originar una fragmentación económica y financiera peligrosa entre los Estados miembros", apuntó.

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