cb cambio climatico sh1

El cambio climático es un hecho. Julio de 2023 ha sido declarado oficialmente como el mes más caluroso jamás registrado a nivel mundial, y las últimas olas de calor, inundaciones e incendios confirman que el clima es cada vez menos predecible. Esta situación ha incrementado la necesidad de encontrar soluciones para la mitigación y adaptación a esta realidad, un hecho cada vez más urgente. En este sentido, los inversores pueden desempeñar un papel decisivo a la hora de acelerar la puesta en marcha de esas soluciones y beneficiarse de un potencial de rentabilidad considerable, siempre y cuando sean capaces de sortear los riesgos asociados.

"La inversión climática cuenta con un creciente respaldo legislativo. Países de todo el mundo están adoptando cada vez más medidas para reducir su dependencia de los combustibles fósiles", afirma Alan Hsu, gestor de carteras en Wellington Management.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que, al menos en lo que resta de década, se invertirán aproximadamente 2 billones de dólares al año sólo en energías limpias. No obstante, adaptarse al cambio climático significa tomar medidas para prepararse a sus efectos y para ello hacen falta grandes sumas de dinero.

"Las sociedades tienen que acelerar la adaptación en sistemas clave como la alimentación, el agua, las ciudades y las infraestructuras. Esto podría hacerse reforzando los sistemas de alerta temprana, haciendo resistentes las nuevas infraestructuras, mejorando la producción de cultivos agrícolas de secano y haciendo más resistente la gestión de los recursos hídricos", explica Robin Rouger, analista de inversiones sostenibles en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

La financiación de la adaptación al cambio climático no sólo genera beneficios abrumadores para los países, las sociedades y las economías, sino que también ofrece a los inversores exposición a atractivas áreas de crecimiento a largo plazo.

"Invertir en adaptación y en la innovación que conlleva puede destapar nuevas oportunidades e impulsar el cambio en todo el mundo. Es probable que las empresas que ofrecen soluciones de adaptación se beneficien de una mayor demanda estructural de sus productos y servicios", añade Rouger.

Además, los estrategas insisten en que, aunque la energía representa una parte importante de la oportunidad, es un elemento más de la transición en curso y la inversión climática no se limita solo a ella.

"Es cierto que la energía es el principal mercado potencial, pero el clima afecta a todas las infraestructuras físicas del mundo: un conjunto de sistemas diferentes, cada uno de ellos compuesto por activos interconectados", matiza Hsu.

Del mismo modo, para los inversores climáticos, el binomio energía-tecnología es cada vez más importante.

"Una de las cosas que aprendimos del mundo de la tecnología es que los programas informáticos, aunque no se hayan implantado de forma sistemática en todas las áreas de la economía, poseen una capacidad única para mejorar la productividad. Si hasta hace poco el sector de la energía no había experimentado grandes innovaciones, ahora estamos asistiendo a una proliferación de tecnologías que permiten y aceleran la transición climática", subrayan en Wellington Management.

OPORTUNIDADES DE INVERSIÓN CLIMÁTICA

Es posible que uno de los mayores retos de la inversión climática sea el hecho de tener que mirar hacia el futuro. Por ello, desde Wellington Management han definido las cinco áreas en las que invertir y que abarcan tanto la mitigación del cambio climático como la adaptación al mismo.

- Electricidad con bajas emisiones de carbono: empresas que suministran energías renovables y combustibles alternativos, así como aquellas que facilitan un rediseño orientado a la electrificación de la infraestructura energética.

- Eficiencia energética: empresas que ofrecen tecnologías utilizadas en redes inteligentes, soluciones de eficiencia de la demanda o materiales de construcción innovadores.

- Transporte con bajas emisiones de carbono: empresas que participan en el desarrollo de vehículos eléctricos, estaciones de carga, tecnología de baterías o tecnologías como el ferrocarril eléctrico autónomo y fiable.

- Gestión del agua y de los recursos: empresas que proporcionan tecnología agrícola y protección de cultivos y compañías de tratamiento de aguas centradas en la lucha contra la escasez de agua.

- Infraestructuras resilientes al clima: empresas que colaboran en la fabricación de materiales de construcción resilientes al clima o capaces de analizar y evaluar la probabilidad de riesgo climático físico y, por tanto, de desempeñar un papel vital en nuestra incorporación y adaptación al creciente impacto del cambio climático.

EL FUTURO DE LA INVERSIÓN CLIMÁTICA

En medio de este escenario, ¿qué futuro le espera a la inversión climática?

Los expertos destacan que la tecnología seguirá siendo protagonista y que lo más probable es que la solución al cambio climático provenga de un conjunto de iniciativas que abarquen muchos sectores y regiones.

"Confiamos en que la IA ocupe un lugar importante en la transición climática, aunque tendremos que estar atentos a las oportunidades y riesgos. Con todo, estamos convencidos de que la IA contribuirá a que el análisis y la gestión de sistemas como la energía, la electricidad, la agricultura, la fabricación, etc., mejoren desde el punto de vista de la eficiencia y la sostenibilidad", comenta Hsu.

La adaptación al cambio climático se realizará a un ritmo desigual, lo que generará ganadores y perdedores. Aunque los mercados penalizarán cada vez más a los rezagados, los inversores que encabecen ese proceso de "selección natural" dispondrán de una oportunidad adicional para generar rendimientos y acelerar la transición esencial hacia las cero emisiones netas y la adaptación al cambio climático.

"Pensamos que la inversión climática reviste gran interés tanto desde el punto de vista financiero como de la sostenibilidad. Por esta razón, opinamos que, para llevar a cabo con éxito la transición, se necesita un enfoque bottom-up basado en la investigación y con parámetros sólidos que garanticen que las inversiones son rentables desde el punto de vista financiero y que, a la vez, aportan una diferencia material medible", concluyen en Wellington Management.

Noticias relacionadas

contador