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El fondo soberano de Noruega, Norges Bank, ha declarado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que controla el 3% del capital de CaixaBank.
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Tras comprar esta participación, valorada en 446 millones de euros a precios de mercado, Norges Bank se convierte en el segundo mayor accionista de CaixaBank, por detrás de la Fundación Bancaria Caixa, que controla el 40% del capital, y por delante del fondo estadounidense Invesco, que ostenta el 2%.
El fondo ha aprovechado el desplome bursátil del banco, que acumula una caída del 36% desde finales de septiembre, para hacerse con una participación relevante en la entidad presidida por Jordi Gual y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar.
Este jueves, la entidad vuelve a sufrir en bolsa después de que Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), haya terminado por hundir las expectativas de la banca sobre un posible aumento de su rentabilidad gracias a una subida de los tipos de interés.
Las entidades españolas cotizan con fuertes pérdidas después de que el exministro de Economía haya dejado claro que "el objetivo de la política monetaria no es la rentabilidad de la banca, sino la estabilidad de precios".
"Los tipos negativos no son causa de la baja rentabilidad", ha dicho Guindos, que ha señalado que la situación que atraviesa la banca tiene mucho más que ver con los costes que soportan, principalmente por los activos dudosos, y por el exceso de capacidad. Por eso, ha invitado a las entidades a tomar cartas en el asunto, de forma que adopten medidas que permitan recortar esos costes, y también a repensarse posibles fusiones bancarias, porque eso ayudaría a "corregir" ese exceso de capacidad.
Por su parte, Jordi Gual, presidente no ejecutivo del banco, ha criticado que la medición de los activos ponderados por riesgo “no está del todo armonizada” en la zona euro y que para conocer la situación de la banca española frente a la europea “tienes que comparar peras con peras y no peras con manzanas”.
