• Las tarjetas de crédito bajan su penetración al tercer puesto, con el 22,9% de presencia en el mercado
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El número de españoles con al menos una tarjeta en su posesión alcanzó en 2017 al 82% de la población, lo que se tradujo en un aumento de 8 puntos porcentuales en relación al dato registrado un año antes y supone el dato más alto de toda la serie histórica desde hace 30 años, según una encuesta realizada por Inmark Europa para Mastercard.

El tipo de tarjeta más popular para los españoles volvió a ser la de débito, que descuenta el importe de la compra directamente de la cuenta corriente del banco asociado. En concreto, el 74,4% de las consumidores tenía una tarjeta de este tipo, seguida por las tarjetas privadas de las que disponen los comercios para pagar las compras realizadas en ellos, que alcanzaron al 23,3% de la población.

Se trata así de la primera vez en los últimos años en que las tarjetas de crédito, aquellas con las que se pueden financiar los pagos a través de una entidad financiera, quedaron relegadas a la tercera posición, con un 22,9% de penetración en el mercado.

Según el consejero delegado de Inmark, Manuel López, la aversión de los españoles a la financiación hace que la penetración en el mercado de las tarjetas de crédito se haya mantenido plana a lo largo de los últimos años, mientras que las grandes superficies han aprovechado su posición para facilitar las compras de sus clientes.

Las tarjetas de prepago "no terminan de despegar"

Las tarjetas de prepago, por su parte, a través de las cuales se puede cargar previamente una cantidad de dinero determinada para usar con posterioridad sin tener que depender de los bancos, "no terminan de despegar" pese al esfuerzo de una de las pocas empresas que ha intentado relanzar este servicio, Correos, con su propia tarjeta prepago. En 2017 consiguió el 1,7% de penetración en el mercado.

SOLO UNA TARJETA DE DÉBITO

Entre aquellos compradores que tienen tarjeta, hasta el 55% cuenta con solo una tarjeta de débito, un dato que vuelve a poner evidencia que España es "fundamentalmente" un país de débito, según apuntó López.

Por su parte, cerca del 15% de los poseedores de alguna tarjeta complementaba la de débito con una privada de algún establecimiento comercial, mientras que casi el 13% alternaba la de débito con una de crédito.

EL 21% NO UTILIZA LA TARJETA

En cuanto a los patrones de pago, el 19% de los consumidores que cuenta con al menos una tarjeta siempre paga con ella, mientras que todavía hay un 21% de los usuarios que pese a contar con un medio de pago plastificado sigue pagando solo con efectivo.

Hasta el 50% de este tipo de consumidores tienen un perfil 'no digital', es decir, son aquellas personas que no tienen acceso a Internet. Otro 28% sí tiene acceso a Internet, pero no se conecta a su banco a través de éste. El restante 22% opera en Internet y aun así siempre paga en efectivo.

Al margen de este grupo y de los que siempre pagan con tarjeta, el restante 61% alterna entre el efectivo y la tarjeta dependiendo del importe de la compra. Por lo general, el 40% de ellos se decide por la tarjeta si el importe supera los 30 euros.

EL 36% UTILIZA EL SISTEMA 'CONTACTLESS'

Dentro de las nuevas tecnologías de pago, el sistema de pago sin contacto ha conseguido pasar de estar presente en tan solo el 9% de las tarjetas en 2014 al 42% en el año 2017. Entre los consumidores que poseen una tarjeta, ya sea de débito o crédito, hasta el 36% ha utilizado la tecnología 'contactless' en alguna ocasión.

En relación a las compras realizadas en Internet, el uso de la tarjeta se volvió a alzar como el sistema de pago más utilizado para el 81% de la población que realiza sus compras en el comercio 'online'.

Según apuntó la directora de Mastercard España, Paloma Real, el uso de las tarjetas en el 'e-commerce' volvió a repuntar en casi 5 puntos porcentuales en 2017 debido a la adopción por los comercios online de la herramienta que permite guardar los datos de la tarjeta para ahorrar tiempo en compras futuras.

RIESGO DE EXCLUSIÓN DIGITAL FINANCIERA

Por último, el estudio de Inmark también analiza las brechas existentes en la sociedad en cuanto a la penetración digital en la vida de los ciudadanos. En 2017, hasta el 18,5% de la población no tenía acceso a Internet, por lo que no podía controlar su situación financiera en cualquier momento o lugar.

El perfil de estos "excluidos digitales financieros" se compone de aquellos ciudadanos de 55 años o más, con un 'status bajo' y viven en poblaciones de entre 2.000 y 10.000 habitantes.

De hecho, López recordó que hasta 5 millones de personas en España no tienen acceso a Internet con una velocidad superior a los 2 MB, lo que dista mucho de las ofertas más populares en las grandes ciudades de entre 50 MB y 300 MB.

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