• Esto preocupa a los expertos ante los retos a los que se enfrenta el sistema público de pensiones debido a los cambios demográficos que está experimentando nuestra sociedad
  • La subida de las pensiones tendrá un coste de 40.000 millones de euros
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Luis VadilloBBVA

La reforma fiscal del año 2014, cuyo objetivo era incentivar el ahorro entre los jóvenes, no ha tenido efectos significativos en el comportamiento de éstos ante los planes de pensiones. Según el Instituto BBVA de Pensiones, la clave estaría en informar mejor sobre la situación a la que se enfrentan las pensiones debido a los cambios demográficos.

"La medida de dotar a los planes de pensiones de liquidez a los diez años de antigüedad es interesante para fomentar el ahorro para la jubilación en el segmento más joven de la sociedad", ha comentado en una entrevista a Europa Press el director del Instituto BBVA de Pensiones, Luis Vadillo.

A su juicio, "es mucho más importante incrementar la información sobre los sistemas de pensiones con el fin de que, a partir de esa información, las personas puedan en el futuro mejorar su conocimiento y, en base a este conocimiento, tomar decisiones racionales".

España cuenta con una tasa de ahorro privado para la jubilación muy reducida

Aunque en los últimos cuatro años se puede observar un aumento progresivo de los ahorradores en España, así como del ahorro medio mensual, España cuenta con una tasa de ahorro privado para la jubilación muy reducida. Esto preocupa a los expertos ante los retos a los que se enfrenta el sistema público de pensiones debido a los cambios demográficos que está experimentando nuestra sociedad, y se concretan en básicamente dos: una población más longeva y una tasa baja de natalidad.

"Cuando hablamos de ahorro para la jubilación, la información juega un papel fundamental: es imprescindible aumentar la información a la sociedad, con el fin de que los ciudadanos seamos conscientes de lo que implica vivir más y podamos planificar nuestro ciclo vital, con el fin de poder disfrutar de cada etapa sin las restricciones que implica la limitación de recursos", recomienda Vadillo.

Aunque hay diferencias sobre qué porcentaje del salario mensual es necesario destinar a ese ahorro, ya que dependerá de factores, como la edad a la que se comience a ahorrar y la cuantificación de las necesidades futuras, desde BBVA se recomienda comenzar a ahorrar en cuanto se tiene capacidad para ello, y en forma de aportación periódica, para crear el hábito del ahorro y distribuir el esfuerzo a lo largo del año.

Con estas medidas el ahorro se vuelve más llevadero, especialmente, para los salarios más pequeños y se podrá llegar a la edad de jubilación con la cantidad necesaria para mantener el poder adquisitivo llevado a lo largo de la vida.

La reforma fiscal del año 2014 - que entró en vigor el 1 de enero de 2015 - incorporó una modificación en la Ley de Planes y Fondos de Pensiones. Esta ha incluido un nuevo supuesto de liquidez para las aportaciones que tengan una antigüedad mínima de diez años. Por tanto, toda aportación que haya sido efectuada a partir del 1 de enero y tenga una década de antigüedad, podrá ser retirada a partir del 1 de enero de 2025.

Si bien en 2014 no quedó establecido el importe posible a rescatar en base a este nuevo supuesto, tras la reforma que entró en vigor de 10 de febrero de 2018, se ha concretado que dicho importe no tendrá un límite máximo establecido.

El objetivo de esta medida era el de fomentar el ahorro complementario para la jubilación en el segmento más joven de la sociedad, aumentando su atractivo para aquellos ahorradores que justifican su falta de interés por la cantidad de tiempo que tienen que tener su dinero inmovilizado hasta el momento de la jubilación, pudiendo necesitarlo en algún otro momento durante esos años.

No obstante, como demuestra la V Encuesta sobre la Jubilación y los hábitos de Ahorro del Instituto BBVA de Pensiones, desde que entró en vigor la medida, no se ha visto un cambio significativo en el comportamiento de los jóvenes ante los planes de pensiones.

Este colectivo se decanta principalmente por otros productos de ahorro o, simplemente, considera que aún tienen mucho tiempo por delante para planificar su futura jubilación y aún no han comenzado a hacerlo, destinando su ahorro actual a otros fines, como la compra de la vivienda, el ahorro para imprevistos o los gastos familiares.

APROVECHAR LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Para concienciar sobre el ahorro, BBVA ve la posibilidad de conectar con los jóvenes a través de las nuevas tecnologías. En especial el Instituto ha lanzado dos juegos virtuales, Jubigames y Jubidreams, en los que una persona puede simular su futura pensión en consecuencia a las decisiones económicas que toma a lo largo de su vida.

"Se pueden aprovechar las nuevas tecnologías para concienciar a los jóvenes para ahorrar. A través de aplicaciones móviles y técnicas de gamificación se puede informar y concienciar a los jóvenes sobre la importancia del ahorro", ha incidido Vadillo.

SUBIR LAS PENSIONES, 40.000 MILLONES A LARGO PLAZO

El responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, Rafael Doménech, ha asegurado que la subida de las pensiones del 1,6% para este año y el siguiente costará unos 40.000 millones de euros al sistema a lo largo de todo el ciclo vital de los pensionistas, aunque vuelvan a subir un 0,25% a partir de 2020.

"Si queremos subir las pensiones, hay que poner recursos adicionales para sufragar el gasto", advierte Rafael Doménech

Durante su intervención en el 'III Encuentro sobre Economía Laboral', Doménech ha detallado que el acuerdo del Gobierno con el PNV para subir las pensiones este año costará 1.600 millones adicionales, gasto que se consolidará en el sistema, y que ascenderá, cuando se aplique la subida del año próximo, hasta los 3.200 millones en 2019. Asimismo, considera que para sufragar esta carga de fondos de 40.000 millones también harían falta 18.000 millones de euros extra de ingresos, porque el sistema tiene un déficit y, según Doménech, "si no se corrige este déficit, se corre el riesgo de que se ponga en peligro la sostenibilidad de sistema".

Si queremos hacer las cosas bien y subir las pensiones con la inflación sin poner en riesgo el sistema, hay que poner recursos adicionales para sufragar el gasto", ha añadido. Por otro lado, respecto al reto demográfico, Doménech ha afirmado que para atender a los 15 millones de pensionistas previstos para 2050 son necesarios un total de 28,5 millones de cotizantes. Así, ha asegurado que habrá que reducir la tasa de prestación o aumentar la presión fiscal.

El responsable apuesta por sustituir las reducciones de cuota por otras políticas de empleo, que converjan los regímenes especiales en el régimen general, que se compatibilice la pensión y el trabajo al 100%, que la edad de jubilación sea flexible por encima de un mínimo creciente y que se adapten las pensiones de supervivencia a los cambios sociales y la lucha contra el fraude. Asimismo, propuso introducir cuanto antes un sistema de cuentas individuales de reparto, con un periodo transitorio y de capitalización de adhesión automática y con aportaciones de trabajadores y empresas, asegurando la portabilidad mediante su gestión pública, y blindando la pensión mínima en el sistema con aumentos según la inflación subyacente y las ganancias de productividad.

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