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SANAHUJA MIRANDA - Archivo

Tras un ajuste que comenzó en 2020, las tarjetas revolving vuelven a encarecerse. Coincidiendo con un momento coyunturalmente desfavorable para el consumidor, con la inflación al alza. El coste de este medio de pago se ha elevado de forma importante, rompiendo la tendencia de los dos años anteriores. Y esto se debe principalmente a dos motivos: las comisiones y la subida de tipos de interés nominal.

En la comparación entre tarjetas, el coste de la revolving, del 20,17%, es un 2,46% superior a la media de tarjetas de crédito, del 17,71%, según datos del Banco de España de septiembre. Esta diferencia era tan solo del 0,97% en el mes de junio. En la comparación con préstamos de uno a cinco años, la diferencia también es más amplia. El 20,17% de las revolving es un 13,02% superior al tipo de los préstamos, cuando en junio la diferencia era del 11,88%.

Es lo que se refleja en el último barómetro llevado a cabo por la asociación de consumidores Asufin. "La subida de las tarjetas revolving agranda la brecha existente tanto entre el global de tarjetas de crédito como con los préstamos", dicen. Este encarecimiento se produce tanto en los tipos de interés como en las comisiones.

No obstante, "es determinante el efecto de las comisiones", aseguran desde la asociación, ejemplificando que las cuatro tarjetas más caras son precisamente aquellas que cobran una comisión de emisión y/o renovación que se sitúa en 43 euros para la Tarjeta Después de BBVA; en 44 euros para la Mastercard Uniduo de Unicaja; en 55 euros para la Visa Diamond Infinite Credit, de Openbank, y en 80 euros para la Tarjeta Después Oro de BBVA. De este modo, cuatro de las 13 tarjetas analizadas ya cobran por tener tarjeta revolving, frente a tres, detectadas en el anterior barómetro presentado en junio.

Sin embargo, algunas ofrecen bonificaciones, como la tarjeta Visa Diamond Infinite Credit de Openbank, que no cobra el primer año, o la Mastercard Uniduo, que además de ser gratis el primer año, bonifica los siguiente siempre que se hagan compras anuales superiores de 300 euros.

Pero la subida no solo se debe a las comisiones. También, tras descensos continuos en los tipos de interés nominal, vuelven a subir. "Ya alertábamos de que el descenso se estaba agotando, pero en noviembre asistimos una ligera subida, del 16,49% al 16,56%, un 0,07% más. Esto parece marcar ya el final del ajuste de tipos que comenzó tras la sentencia 142/2020, de 4 de marzo, del Tribunal Supremo, que consideró usurario el tipo de interés del 26,00% de una tarjeta WiZink. Precisamente, esta tarjeta es la única que desciende sus tipos nominales en este periodo, pasando del 19,13% nominal al 18,36%", señalan.

Además, hay que sumar los seguros de protección de pago, que se contratan de forma opcional y que disparan el coste de estas tarjetas. En el periodo estudiado, se mantienen las tarifas, que van desde el 0,62% de Bankinter Platinum, el 0,76% de WiZink Oro y el 0,80% de Visa Pass Carrefour. "Estos porcentajes se cobran sobre la cantidad que se debe, por lo que genera un sobrecoste más elevado cuando la deuda es más grande y la cuota que se paga más pequeña. Al cubrir primero los intereses de la deuda, si la cuota es baja, apenas se va reduciendo deuda y, como consecuencia, se multiplican ambos costes: cuotas de seguro e intereses", avisan.

Esto produce un sobrecoste más que importante. En la tarjeta que cobra el seguro más caro, la Visa Pass Carrefour, pasa del 18,97% al 29,06%, un 10,09% más; en la Tarjeta WiZink Oro pasa del 19,99% al 28,21%, un 8,22% más; y en la Bankinter Platinum sube del 19,99% al 27,39%, un 7,40% más.

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