La Unión Europea debate este viernes el nuevo paquete de medidas contra Rusia que afectarán a las importaciones del petróleo. El embargo ha encontrado desde el principio firmes opositores. Ahora, en la búsqueda de sumar la unanimidad de todos los Estados miembro, Bruselas ha ofrecido una moratoria de dos años para cumplir con estas prohibiciones a Hungría y Eslovaquia, tal y como adelanta 'Bloomberg'.
Estos dos países han sido los últimos que se han mostrado en contra de esta medida, debido a su alta dependencia del petróleo ruso. De hecho, este viernes Víktor Orbán, primer ministro húngaro, ha declarado en una entrevista que una prohibición de estas características supondría una "bomba atómica" contra la economía de su país, puesto que todo el crudo que les llega es a través de un único oleoducto.
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En las últimas horas, República Checa, otra de las naciones con fuerte dependencia, también ha mantenido encuentros con Alemania para tratar esta problemática. De hecho, se conoció este jueves que ambos países han llegado a un "acuerdo concreto" a este respecto. La propuesta de la UE también recoge excepciones para este país.
Las sanciones al petróleo ruso han sido el tema de la semana en el Viejo Continente. A las declaraciones de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, en las que abogaba por sanciones "inminentes" contra el crudo, se sumó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. La dirigente pidió un embargo total a las importaciones del 'oro negro' ruso pero con un periodo de transición. En este caso, abogaba por unos tres meses.
Desde que comenzara la guerra la energía ha estado en el punto de mira por la fuerte dependencia de Europa respecto a Rusia. Al debate sobre las importaciones de gas se ha sumado en los últimos días el petróleo. Después del cambio de postura de Alemania, que ha encontrado otros posibles exportadores que le puedan abastecer, el camino se ha allanado.
