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Andrew Bailey, gobernador del Banco de InglaterraFCA - Archivo

El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ha decidido por unanimidad mantener el tipo de interés de referencia para sus operaciones en el mínimo histórico del 0,1%, mientras que ha optado por una mayoría de 7 a 2 por seguir adelante sin cambios con su actual programa de compra de activos por importe de 645.000 millones de libras esterlinas (738.405 millones de euros), según ha informado la institución en un comunicado. El banco central ha publicado sus previsiones macroeconómicas, en las que ha alertado de una contracción en el PIB del 14% en 2020, seguida por un repunte del 15% en 2021. Se trata del peor colapso económico en 300 años, según habían avanzado fuentes oficiales.

Los escenarios elaborados por el Banco para ilustrar el impacto económico recogen que el Covid-19 está "reduciendo drásticamente los empleos e ingresos en el Reino Unido". El análisis del Banco ha tomado como escenario principal que las medidas de distanciamiento social se eliminen gradualmente entre junio y septiembre.

Esto significa que la economía del país caerá en su primera recesión en más de una década. La economía se contraerá un 2,9% en el primer trimestre de 2020, seguida de una disminución sin precedentes del 25% en los tres meses siguientes hasta junio. Esto empujaría a Reino Unido a una recesión técnica, definida como dos trimestres consecutivos de declive económico.

En cuanto a la decisión de política monetaria de este mes de mayo, dos miembros del Comité de Política Monetaria del BoE votaron a favor de elevar en 100.000 millones de libras esterlinas (114.493 millones de euros) el importe de las compras de activos del banco central.

En esta reunión, el Comité ha señalado que considera que la postura actual de la política monetaria "es apropiada". El Comité continuará vigilando la situación de cerca y, de acuerdo con su cometido, está listo para tomar más medidas según sea necesario para apoyar la economía y garantizar un retorno sostenido de la inflación a la meta del 2%.

"La situación sin precedentes significa que las perspectivas para el Reino Unido y las economías mundiales son inusualmente inciertas. Dependerá críticamente de la evolución de la pandemia y de cómo respondan los gobiernos, los hogares y las empresas", ha señalado la institución.

En este sentido, el BoE apunta que la tasa de inflación interanual del Reino Unido se moderó el pasado mes de marzo al 1,5% y anticipa que "probablemente caerá por debajo del 1% en los próximos meses, reflejando en gran parte la evolución de los precios del petróleo".

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