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La inflación amenaza con chafar el verano de la recuperación. Tras dos épocas estivales condicionadas por la pandemia, sus restricciones y sus olas, parece que por fin los españoles podrían disfrutar de unas vacaciones de verdadera normalidad. Sin embargo, el alza de los precios puede frenar el gasto y dejar tocado al ahorro acumulado. Es más, son muchas las personas que afirman haber tenido que posponer o incluso cancelar sus vacaciones, mientras que otras andarán con ojo con sus gastos.

Este año hay un factor importante a considerar: la inflación y la subida de precios. De hecho, la mayoría (63%) de los españoles está de acuerdo en reducir una serie de gastos para poder ir de vacaciones este verano: bares y restaurantes (77%) y ropa (62%) son los productos que más consumen los encuestados y en los que gastan gran parte de su dinero, según los datos de la plataforma global de investigación de mercados Appinio.

El 24% tiene planeado gastar aproximadamente entre 51 y 70 euros por noche en el alojamiento de sus vacaciones de este año, frente a aquellos que calculan gastar menos de 30 euros por noche (13%). Pese a que el 18% de los encuestados afirma tener una renta mensual de hogar de 1.001 a 1.500 euros, el 40% se ha visto obligado a posponer sus planes de vacaciones de verano debido al encarecimiento de los precios. Además, el 57% de ellos han tenido que acortar la duración de sus vacaciones y el 30% las ha cancelado a causa de la inflación.

Además, el 54% de los encuestados dice haber tenido que buscar alternativas de alojamiento más económicas. Incluso el 61% ha decidido usar su propio coche para viajar hasta su destino de vacaciones, pese a que para el 45% la subida del precio de la gasolina ha tenido un impacto en su decisión sobre el transporte.

"Nos encontramos en una situación en la que la subida de los precios está repercutiendo en cada una de las acciones que hacemos en nuestro día a día, por lo que la planificación de nuestros gastos veraniegos este año requiere tomar máxima atención, con el objetivo de que el disfrute no sea incompatible con evitar un gasto excesivo que nos lastre durante el resto del año", señala el departamento de Educación Financiera de EFPA España, que ha elaborado un documento que recoge algunas claves para no gastar más de la cuenta durante el periodo estival y evitar que nuestras finanzas personales también se vayan de vacaciones.

1. Fijar un presupuesto con todos los gastos para las vacaciones. La tasa de variación anual del IPC se situó en España en mayo en el 8,7%, una cifra muy elevada que no parece que vaya a descender de forma significativa en los próximos meses y que se traduce en un incremento del precio del combustible, que también empuja al alza el precio del transporte, el ocio, la restauración o el alojamiento.

"En este escenario, debemos planificar un presupuesto completamente adaptado a nuestra capacidad económica, donde incluyamos todos los gastos de partidas que cubran el desplazamiento, alojamiento, manutención diaria o las actividades de ocio, incluyendo una partida extra para otro tipo de gastos imprevistos".

2. No acudir al endeudamiento para irse de vacaciones. En líneas generales, conviene evitar endeudarse durante las vacaciones, por lo que conviene ir ahorrando de forma periódica en vista al incremento del gasto en el periodo estival. Si no hemos podido ahorrar mucho para las vacaciones y necesitamos una ayuda económica, aconsejan evaluar muy bien si merece la pena solicitar algún tipo de préstamo para las vacaciones, extremando las precauciones antes de contratar cualquier producto que nos obliga a pagar intereses muy elevados o que encierre algunas cláusulas en la letra pequeña que pueden condicionar nuestra capacidad económica en meses posteriores.

Además, las tarjetas de crédito tampoco suelen ser buenas aliadas en estas situaciones, su uso excesivo para aplazar los pagos puede suponer un alivio en el corto plazo, pero penalizará nuestra capacidad de ahorro en el futuro. Si la cantidad de cargos es muy elevada, podrá conllevar el pago de altas sumas en concepto de intereses que elevarán de forma muy abrupta nuestros gastos vacacionales.

3. Utilizar comparadores para encontrar los mejores precios en alojamientos, transporte y gasolina. Merece la pena dedicar un poco de tiempo a la comparación de precios en agencias de viajes, hoteles y transporte, siempre prestando especial atención a las condiciones que esconde la letra pequeña. Resulta imprescindible estar muy atentos a las comisiones, recargos o gastos de servicios de las ofertas que se presentan como auténticos chollos. De igual modo, si vamos a realizar un viaje largo por carretera, merece la pena consultar cuáles son las gasolineras que en el origen, destino y durante el trayecto de nuestro viaje ofrecen los mejores precios. Con el precio actual del combustible, ese esfuerzo nos podrá permitir un ahorro destacado.

4. Si se va a otro país, estudiar bien las condiciones del cambio de divisa. Con la vuelta a la normalidad, se están volviendo a recuperar los destinos vacacionales en el extranjero. Antes de viajar, conviene contactar con nuestra entidad para revisar las condiciones de las tarjetas de crédito y débito y los acuerdos con entidades locales. Y si en el destino elegido utilizan una divisa diferente al euro, es recomendable viajar con la divisa local en el bolsillo y evitar lo posible transacciones con bancos u oficinas de cambio del país o en el propio aeropuerto. De todas formas, hay que informarse antes de los tipos de cambio frente al euro y las variaciones. Además, como normal general, es oportuno prioriza el pago vía tarjeta al pago en billetes, que tienen peor cambio.

5. Aprovechar el tiempo libre para revisar las inversiones. El escenario actual de inflación también afecta a las estrategias de ahorro e inversión. Los actuales niveles de precios hacen que todas las carteras con una elevada exposición a productos de renta fija nos empujen a una pérdida de poder adquisitivo. "En este sentido, conviene revisar nuestras inversiones para encontrar el punto de equilibrio entre las opciones de rentabilidad y el riesgo que estemos dispuestos a asumir, según nuestro perfil inversor".

6. A la vuelta, repasar la planificación financiera y preparar el final de año con un asesor financiero. "Coincidiendo con la vuelta a la rutina diaria, es un buen momento para acudir a la entidad o asesor de confianza para resolver todas las dudas sobre los productos financieros más adecuados, teniendo en cuenta la previsión de gastos e ingresos para el siguiente ejercicio. Además, si no hemos empezado a planificar el ahorro para la jubilación, la vuelta de las vacaciones es un momento ideal para empezar", concluyen.

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