La primera ministra británica, Liz Truss, ha decidido cesar al ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, que se ha convertido en la víctima de la crisis que vive el país. Esta crisis se originó con el anuncio que hizo el propio Kwarteng del 'minipresupuesto' el pasado 23 de septiembre, que incluía fuertes recortes de impuestos y que fue muy mal recibido por el mercado por las dudas sobre su financiación, provocando el desplome de los bonos.
El Banco de Inglaterra (BoE) anunció que intervenía el pasado 28 de septiembre con un programa para comprar gilts (bonos del Estado a largo plazo) por valor de 65.000 millones de libras para intentar frenar la sangría. Un programa que, teóricamente, finaliza hoy, aunque aún no hay confirmación por parte del BoE.
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Kwarteng se convierte así en el 'cabeza de turco' o el 'chivo expiatorio' de esta crisis. Esta semana se ha estado hablando del enfrentamiento entre el Gobierno y el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, después de que este último afirmara tajante que el programa iba a finalizar hoy, como estaba previsto, algo que no gustó. El ministro de Economía declaró al respecto que, si el mercado caía por el fin de la intervención, el responsable sería Bailey. Cuando parecía que era el propio Bailey quien estaba 'en la cuerda floja', la situación gira y Truss intenta zanjar la crisis con el cese de Kwarteng, que ayer volvía de urgencia de Washington.
Ahora, el Gobierno británico ha tenido que rectificar de nuevo su 'minipresupuesto'. Truss ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha afirmado que necesitan "actuar para tranquilizar a los mercados", que su "prioridad es la estabilidad financiera" y que, a pesar de que "esto es difícil, saldremos de esta tormenta".
La primera ministra ha indicado que ha tenido que actuar por el interés nacional y ha reconocido que hay partes del 'minipresupuesto' de su gobierno han ido "más lejos y más rápido" de lo esperado. Por ello ha anunciado la decisión de subir el impuesto de sociedades al 25%, lo que permitirá al país recaudar 18.000 millones de libras.
"En un giro inesperado de los acontecimientos, la primera ministra intenta restablecer la credibilidad de su administración despidiendo al ministro de Economía en medio del caos de los mercados que se ha producido desde el anuncio de su malogrado 'minipresupuesto', que ha obligado a una intervención de urgencia del Banco de Inglaterra. El Gobierno ha llevado a cabo una serie de vergonzosos giros en falso, adelantando la fecha del plan fiscal de Kwarteng, abandonando los planes de eliminar el tipo máximo del 45% del impuesto sobre la renta y ahora se espera que dé un giro en los planes de eliminar el aumento del impuesto de sociedades el próximo abril del 19% al 25%", resume Victoria Scholar, jefa de inversiones de la firma británica Interactive Investor.
Jeremy Hunt, exministro de Salud y Relaciones Exteriores, ha sido nombrado nuevo canciller de Economía. Durante la contienda por el liderazgo durante el verano, Hunt se presentó para ser el próximo líder conservador, pero después de no obtener suficiente apoyo de sus compañeros parlamentarios, apoyó la candidatura de Rishi Sunak.
Truss ha indicado que su nuevo canciller impulsará su misión de "ir por el crecimiento" y reunir las reformas que el Reino Unido necesita.
— Kwasi Kwarteng (@KwasiKwarteng) October 14, 2022
¿DIMISIÓN DE TRUSS?
"Tras la destitución del ministro, ahora se especula con que un grupo de altos cargos conservadores podría pedir la dimisión de Liz Truss la próxima semana", escribe Victoria Scholar.
Scholar reitera que, dejando marchar a Kwarteng, Truss "espera poder poner fin a la locura del mercado de gilt y al desplome de la libra, restablecer la confianza de los inversores y demostrar al electorado que está centrada en la disciplina fiscal, en lugar de en los recortes de impuestos sin financiación".
"El Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco de Inglaterra se ha centrado en tratar de reducir la inflación hacia su objetivo del 2%. El 'minipresupuesto' entraba en total conflicto con la política del banco central al estimular la actividad económica con recortes de impuestos, endeudamiento y gastos que provocarían efectos secundarios inflacionistas. El tira y afloja entre la política fiscal y la monetaria es lo que ha provocado la venta del mercado de bonos y la sensación general de malestar en los mercados financieros en general", describe esta experta.
