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La agencia S&P ha reafirmado el rating 'AAA' a largo plazo y 'A-1+' a corto plazo de Australia, pero ha situado su perspectiva en negativa desde estable.

"El brote de Covid-19 ha provocado en Australia una grave crisis económica y fiscal. Esperamos que la economía australiana caiga en recesión por primera vez en casi 30 años, causando un deterioro sustancial del margen fiscal del gobierno", estima la agencia. "Los grandes déficits presupuestarios que proyectamos para los ejercicios fiscales 2020 y 2021 son probablemente temporales y no representan un debilitamiento estructural del rendimiento fiscal. No obstante, es probable que la deuda pública neta y el coste relativo de los intereses se mantengan en niveles elevados durante varios años", añade.

S&P señala que, junto con sus sólidas instituciones y una política monetaria creíble, los resultados fiscales típicamente sólidos de Australia siguen siendo una fortaleza para la calificación. "Entretanto, Australia sigue siendo susceptible a las vulnerabilidades asociadas a su elevado endeudamiento externo y doméstico", precisa S&P.

La agencia avisa de que podría bajar su calificación en los próximos dos años si el brote de Covid-19 causa un daño económico más severo o prolongado que el que esperan actualmente. En cambio, la perspectiva podría volver a ser estable si el equilibrio fiscal del gobierno mejora de acuerdo con sus expectativas a medida que la economía se recupera o si la posición externa de Australia también mejora.

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