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El flash del índice PMI compuesto de EEUU se ha situado en julio en 47,5 puntos, notablemente por debajo de los 52,3 de junio, lo que indica una sólida contracción en la producción del sector privado. La disminución fue la más pronunciada desde las etapas iniciales de la pandemia en mayo de 2020. El dato también ha empeorado las previsiones del consenso, que anticipaban 51,7 puntos. Tanto los fabricantes como los proveedores de servicios han informado de que la demanda de los clientes ha sido moderada.

Por un lado, el PMI de actividad comercial del sector servicios se ha situado en 47 puntos, frente a los 52,7 de junio e incumpliendo igualmente las estimaciones, 52,6. El índice ha continuado con su trayectoria descendente vista desde el máximo reciente de marzo y ha registrado la caída más pronunciada de la producción desde mayo de 2020.

Por otro, el índice PMI del sector manufacturero ha registrado 52,3 puntos, por debajo del 52,7 de junio, para señalar mejoras débiles en las condiciones operativas en todo el sector manufacturero de EEUU. Una tenue mejora en la salud de la economía productora de bienes en contraste con los marcados repuntes de abril y mayo.

Las empresas de EEUU han señalado que la débil demanda es debido a la fuerte inflación que vive el país y a la subida de los tipos de interés que "han ejercido una mayor presión sobre el gasto de los clientes nacionales. La demanda de los clientes extranjeros también se debilitó, lo que provocó que los nuevos pedidos de exportación cayeran por segundo mes consecutivo".

El elevado precio de los combustibles, las materias primas y el transporte han significado mayores costes de producción para las empresas, que finalmente han terminado trasladando estas subidas a los precios de venta finales.

"Los datos preliminares del PMI de julio apuntan a un preocupante deterioro de la economía. Excluyendo los meses de confinamiento por la pandemia, la producción está cayendo a un ritmo no visto desde 2009 en medio de la crisis financiera mundial, y los datos de la encuesta indican que el PIB cae a una tasa anualizada de aproximadamente el 1%. La fabricación se ha estancado y el repunte del sector de servicios de la pandemia se ha invertido, ya que el viento de cola de la demanda acumulada ha sido superado por el aumento del costo de vida, tasas de interés más altas y el creciente pesimismo sobre las perspectivas económicas", ha explicado S&P Global, encargado de elaborar esta referencia.

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