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Flickr / State Farm

Los jóvenes españoles son líderes europeos en desempleo juvenil junto a Grecia, baten récord en número de becarios sin contrato, se encuentran entre los que más dispuestos están a emigrar, y al mismo tiempo, están muy lejos de poder emanciparse. Lo dicen las cifras de Eurostat, la Oficina de Estadística de la Unión Europea, pero, ¿cuál es el coste social y económico de esta situación?

La dificultad de toda una generación se vislumbra ya en al inicio de su carrera profesional: la tasa de desempleo juvenil española es la más alta de la UE, sólo después de Grecia, y cuenta con las peores condiciones laborales: hay cerca de 1,4 millones de jóvenes realizando prácticas no laborales y de ellos, solo cotizan 70.000, según datos de CCOO.

Sin embargo, la cotización, y por lo tanto la jubilación, pasa a ser un problema muy lejano cuando en la actualidad, muchos de ellos no disponen de un trabajo, la base para la independencia de cualquier persona adulta.

Como consecuencia, la emancipación tampoco está al alcance de su mano: la dificultad para llevarla a cabo sigue creciendo y España ya es el quinto país de la UE con el peor índice de desarrollo juvenil, según un estudio del Centro Reina Sofía.

Además, siete años después del apogeo de la crisis, el 64 % de los jóvenes españoles aún está dispuesto a emigrar si así logra un trabajo. Parece un déjà vu de 2011 pero no, las cifras sitúan a España como el tercer país de la UE en el que más jóvenes tomarían esta medida para mejorar su futuro.

EL PRECIO DEL DESEMPLEO

La falta de empleo daña la economía, la salud y la demografía. Muchas de las consecuencias, quizá las más graves, aún no son palpables, pero los datos ayudan a hacerse una idea.

Para empezar, el alto número jóvenes que se marchó durante los años más duros de la crisis podría haber supuesto al Estado la pérdida de 57.000 millones de euros, debido a la falta de recaudación de impuestos y a la inversión realizada en la educación de todos aquellos que abandonaron el país, según un informe del Consejo de la Juventud de España.

Además, según datos de Eurofund, el desempleo de los 'ninis' supuso una pérdida anual de 153.000 millones de euros en toda la UE, el equivalente al 1,2% del PIB de los Estados miembros.

Pero para España, un país protagonista en este asunto, el coste se puede multiplicar por dos, ya que la tasa nacional de paro juvenil ha duplicado a la de la UE durante los años más duros.

El propio Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, ha catalogado el desempleo juvenil como un problema estructural de la Eurozona altamente cíclico, y ha subrayado que provocará importantes efectos negativos en la productividad de las empresas a largo plazo.

FACTURA SOCIAL

Por su parte, la asociación juvenil de UGT denuncia las condiciones laborales basadas en la temporalidad, parcialidad, salarios bajos, contratación en fraude y las largas jornadas sin retribución ni control. Esto se traduce en un problema para la sociedad en la que viven y para la vida personal de cientos de miles de jóvenes.

José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, subraya que “tener un trabajo es mucho más que tener una actividad; es un pleno derecho de la sociedad”.

Según explicó Tezanos durante una conferencia en la UCM, casi tres cuartas partes de los trabajadores potenciales que tiene menos de 35 años están en paro o tienen un trabajo “miserable” en forma de empleo parcial o falso becario.

Cree que el hecho de carecer de un empleo puede provocar el “deterioro” de mecanismos importantes. “Si en la sociedad no hay cambios ni flujos migratorios, está destinada a la extinción”.

LAS SOLUCIONES NO LLEGAN

La solución más reciente pasa por la propuesta de Pedro Sánchez de regular las prácticas no laborales con un Estatuto del Becario y con medidas para revisar y promover los contratos de relevo y de prácticas. Además, el Consejo de Ministros acaba de aprobar un real decreto-ley contra el uso fraudulento de la figura del autónomo, lo que se conoce como 'falsos autónomos', con la finalidad de aflorar cerca de 40.000 empleos en el régimen general de la Seguridad Social.

La asociación juvenil de UGT, por su parte, pide más e insta al Gobierno a impulsar un plan de empleo juvenil de forma urgente. Propone, además, una renovación de la Estrategia de Empleo y Emprendimiento, regular las prácticas no laborales, oficinas de empleo joven estatales, y la regulación del contrato para la formación y el aprendizaje.

La Comisión y el Parlamento Europeo también pusieron su grano de arena en 2013 mediante programas de Garantía Juvenil para los menores de 25 años, ayudas financieras para las regiones con mayor tasa de desempleo y programas de movilidad laboral. Dotaron el programa con más de 6.000 millones de euros, y una tercera parte recayó en España. Sin embargo, según la propia Comisión, apenas el 10% de 'ninis' españoles se beneficiaron de dicho programa.

Ahora, la solución al problema oscila entre las medidas del nuevo Gobierno que aún en gestación y un plan de la UE que no ha terminado de funcionar.

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