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Reuters

La rentabilidad ofrecida en el mercado secundario por el bono alemán con vencimiento a diez años vuelve a marcar un mínimo histórico. Desde que el pasado 7 de mayo regresara al terreno negativo, el interés del Bund alemán de referencia no ha parado de caer. Este jueves, hasta el (-0,4%) con lo que se sitúa por primera vez bajo la tasa de depósitos fijada por el Banco Central Europeo (BCE) actualmente, marcada en esa cifra.

Las rentabilidades de los bonos, especialmente en Europa, marcan nuevos mínimos históricos cada día desde hace dos meses. "Es evidente que o bien los inversores en renta fija o bien los de renta variable se están equivocando en su lectura del mercado o, quizás, los dos a la vez" explican desde Link Securities.

En este sentido, destacan la positiva reacción de los mercados de renta fija europeos a la nominación de Christine Lagarde como presidenta del BCE. "El rally que experimentaron los bonos fue de alivio”, al comprobar los inversores que finalmente el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, había sido descartado como futuro líder del BCE.

Weidmann ha sido una de las pocas voces críticas con las políticas monetarias acomodaticias nada convencionales que ha venido aplicando la institución con el italiano Draghi a la cabeza. "Entendemos que los inversores temían que si finalmente Weidmann era el elegido ya nada volvería a ser igual”, y el BCE iría, poco a poco, girando hacia políticas más convencionales, dando por finalizada la etapa de “barra libre de liquidez”.

Con Lagarde al frente, los inversores, muchos de ellos verdaderos “yonkies de la liquidez”, esperan continuismo, y eso les gusta. Destacan, igualmente, el mejor comportamiento que ha tenido en los últimos días la deuda soberana periférica en los mercados.

Algo que ha venido propiciado por el acercamiento entre el Gobierno populista italiano y la Comisión Europea (CE), que el miércoles evitó pedir formalmente a los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) abrir un procedimiento sancionador a Italia por no rebajar lo suficiente su abultada deuda pública al mostrarse este país dispuesto a revisar a la baja su gasto público en 2019.

Así, las rentabilidades del bono a 10 años español y del portugués "han alcanzado niveles absolutamente impensables hace meses", del 0,22% y del 0,29%, respectivamente, rentabilidades difícilmente justificables si se tienen en cuenta los fundamentos de ambas economías.

Con la mayoría de los bonos soberanos de la zona euro ofreciendo rentabilidades negativas o muy cerca de ellas "no terminamos de ver de qué herramientas adicionales dispone el BCE para impulsar la inflación y el crecimiento económico de la región", detallan.

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