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El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Alemania ha dejado un sabor agridulce y es que, aunque parezca raro, la inflación ha subido y bajado al mismo tiempo. Por un lado, el pasado mes de enero se situó en el 8,7%, una décima por encima del dato de subida interanual de los precios observada en diciembre de 2022. Sin embargo, el dato armonizado, que es el que usa Eurostat para sus estadísticas, registró en enero una bajada de cuatro décimas, al situarse en el 9,2% frente al 9,6% de diciembre, su nivel más bajo en cinco meses.

Así lo confirma la primera lectura de la inflación de enero publicada este jueves por la Oficina Federal de Estadística alemana (Destatis), que ha mejorado las previsiones de los expertos.

Cabe recordar que unos problemas técnicos en la oficina de estadística alemana retrasaron la publicación de los datos y obligaron a Eurostat a informar de las cifras de inflación de enero utilizando su propia estimación para Alemania. Así, el dato avanzado para la eurozona situó la inflación en el 8,5% en enero, frente al 9,2% de diciembre.

Friedrich Heinemann, economista del ZEW, ha dicho que los datos sugieren que la inflación en Alemania ha tocado techo. "Sin embargo, cualquiera que tome esto como una oportunidad para advertir al Banco Central Europeo contra nuevas subidas de los tipos de interés sufre de una percepción distorsionada", ha apuntado el experto. "Incluso la caída de la inflación que cabe esperar a partir de ahora no cambia el hecho de que el BCE sigue muy lejos de su objetivo del 2%", ha remarcado.

Por su parte, los estrategas de ING apuntan que no hay "ningún motivo de alivio" en estas cifras. Creen que la inflación "estará rodeada de mucho ruido este año, ya que las medidas gubernamentales y los cambios estadísticos siguen afectando a las cifras. Y es que Destatis ha informado de que como parte de un proceso regular, el índice de precios al consumo de Alemania ha sido revisado y que, con efecto a partir de enero de 2023, el índice de precios al consumo se reajusta desde 2015 al año base 2020. En este contexto, se recalculan los resultados a partir de enero de 2020.

"El hecho de que la inflación general alemana pueda aumentar y disminuir al mismo tiempo tiene que ver con un reajuste de las series temporales nacionales y con cambios en las ponderaciones", dice ING, que augura que el BCE no tiene por delante una "tarea fácil" por delante.

Asimismo, cree que el dato de enero no será el único rodeado de ruido estadístico este año. Los expertos del banco holandés recuerdan que según las estimaciones del Bundesbank, la limitación de los precios de la energía y el abaratamiento de los billetes de transporte público reducirán la inflación media alemana en 1,5 puntos porcentuales este año.

La limitación del precio de la energía entrará en vigor el 1 de marzo, pero se pagará con carácter retroactivo. "No está claro cómo la oficina estadística ha tenido en cuenta este efecto. Y aún hay más. Los efectos de base negativos del paquete de medidas de alivio energético del año pasado para los meses de verano deberían hacer subir automáticamente la inflación general entre junio y agosto", apuntan.

En cualquier caso, en ING consideran que la inflación general en Alemania "parece haber tocado techo y, a menos que se produzca de nuevo una fuerte subida de los precios de la energía, las cifras de inflación de dos dígitos deberían quedar atrás". Aunque el camino "no será fácil" y se espera un proceso desinflacionista "lento y gradual" tanto en Alemania como en el resto de la eurozona.

Los expertos de Pantheon Macroeconomics consideran que el dato alemán es "consistente con una ligera revisión al alza de la inflación de la zona euro, pero suave en general". En cualquier caso, los datos apuntan a que la inflación general germana "se ha alejado claramente de su máximo" a pesar del "ligero aumento" de enero.

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