• El eonia es una referencia clave para la transmisión de la política del BCE y el funcionamiento del mercado de derivados
  • La reforma del eonia va en paralelo a la del euríbor a 12 meses, que también debería estar terminada el próximo año
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El Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, por sus siglas en inglés) sigue adelante en su misión de limpiar y asentar la credibilidad de los conductos financieros de la Eurozona. Por eso, a su proyecto de reforma del euríbor a 12 meses, la referencia para la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España, suma ahora la revisión del eonia, otra pieza clave para el funcionamiento de los mercados europeos.

En concreto, EMMI anunció este lunes el lanzamiento de un programa de revisión del eonia, que es el tipo de interés al que los bancos se prestan dinero a un día -es decir, como el euríbor a 12 meses, pero a un día- y que desempeña un papel fundamental en la transmisión de la política monetaria que dicta el Banco Central Europeo (BCE). "EMMI está comprometido con mejorar la transparencia, la robustez y la fiabilidad del eonia como índice de referencia", apunta el Instituto para subrayar la esencia de esta novedad.

Para ello, esta revisión constará de dos fases. Durante la primera, que se prolongará hasta finales de este año, definirá un nuevo Código de conducta para el eonia y un Código de obligaciones para el panel de bancos a partir del cual se obtienen los datos para el cálculo del eonia. Es decir, definirá el nuevo marco metodológico y de actuación en el que se moverá el interés de referencia interbancario a un día.

En la segunda fase, que comenzará a finales de este año y continuará durante 2017, realizará "una extensa colección de datos y un análisis de la actividad de los mercados monetarios no asegurados" con el objeto de probar la fiabilidad y la fortaleza del eonia. En ambas fases, EMMI estará en contacto con los participantes del mercado y ya ha abierto un periodo de consultas para que realicen las aportaciones precisas.

Con esta reforma, EMMI, que actúa como administrador del eonia, pretende reforzar la credibilidad de este índice y que la operativa que lo respalda y su funcionamiento se muevan "dentro de los estándares globales para la administración de índices de referencia" y con los requerimientos "de la recientemente publicada Regulación de índices de referencia de la Unión Europea", precisa el Instituto. "EMMI busca asegurar que la administración, gobierno, diseño y control del entorno del eonia responda a los estàndares globales y las expectativas regulatorias, de acuerdo con su rol como índice de referencia", añade.

"ESTABILIDAD Y TRANSPARENCIA DE LOS MERCADOS DEL EURO"

Aunque, sobre todo, EMMI reconoce que esta revisión del eonia, combinada con la profunda reforma del euríbor en la que lleva trabajando ya desde hace dos años y que está previsto que alumbre un nuevo euribor en 2017, pretende apuntalar la credibilidad del sistema financiero europeo. Como ha ocurrido con otros índices interbancarios de referencia -como el libor-, el euríbor no se libró de ser manipulado por varios de los bancos que son tomados de referencia para su cálculo. Por este motivo, EMMI recibió el encargo de reformar el euríbor, que en el futuro será calculado a partir de datos de operaciones de mercado reales, y de revisar el eonia. "La revisión del eonia representa un elemento crítico de los esfuerzos de EMMI para contribuir a la estabilidad y la transparencia de los mercados financieros de la Zona Euro", admite el propio Instituto.

Para ello, profundizará en dar un marco propio al eonia, diferente al del euríbor, como ya se decidió desde 2013. Ahora, de hecho, el panel de bancos del que se toman datos para el cálculo del interés a un día asciende a 35 entidades, frente a las 21 del euribor. Otra diferencia clave, además de la temporal, reside en que el eonia lo calcula el BCE a partir de datos reales de las operaciones que se realizan en el mercado, mientras que el euribor se calcula a partir del interés al que las entidades estarían dispuestas a prestarse dinero entre sí por un plazo determinado, sin necesidad de que existan operaciones reales detrás. Esos datos llegan a Thomson Reuters, que es quien se encarga de calcular el euríbor tras su recepción. En el futuro, el nuevo euríbor sí se basará en datos obtenidos a partir de las transacciones que se llevan a cabo en los mercados.

AFECTADO POR LA CRISIS

Con esta puesta a punto del eonia, EMMI y las autoridades europeas también persiguen revitalizar un segmento que resulta clave para el funcionamiento del mercado. El eonia es una referencia esencial para el mercado de derivados y permutas financieras (swaps), además de que, en combinación con los interbancarios a plazos más largos -los distintos euríbor-, es una pieza indispensable para trasladar a los mercados las decisiones del BCE. Con los tipos de interés que establece el banco central como referencia, el eonia es el primer eslabón de la correa que transmite esos tipos oficiales a los mercados, con lo que cuanto más correcto, fiable y representativo sea su cálculo, más efectiva será la política monetaria.

El BCE nunca ha ocultado esta relevancia. "Los tipos de interés de referencia de importancia sistémica, como el euríbor y el eonia, son particularmente relevantes para la provisión de crédito a la economía de la zona del euro y para la ejecución de la política monetaria única", resaltaba la entidad presidida por Mario Draghi a finales de 2013, cuando las autoridades europeas ya estaban estudiando las medidas que debían adoptar para reforzar la credibilidad y la pureza de unas referencias tan importantes.

Las dudas vertidas sobre índices interbancarios y el impacto de la crisis han dejado una evidente huella en los volúmenes de actividad que sirven de referencia para calcular el eonia. Según detalla EMMI, a comienzos del siglo XXI el volumen diario medio del eonia "nunca era inferior a los 32.000 millones de euros, creciendo hasta un promedio de casi 48.000 millones durante 2007 y 2008". Y añade: "Desde 2009, el volumen medio ha declinado gradualmente hasta una media de 19.000 millones en 2015". Y en 2016 prosigue esta tendencia. Durante la primera semana de agosto, y según los datos del BCE, el volumen no llegó a los 9.000 millones en ninguna sesión.

Este descenso se ve reforzado porque también se ha reducido el número de entidades que forman parte del panel de bancos, puesto que en 2013 se contaban casi 50. Preocupado por el riesgo de que en momentos puntuales no haya suficiente volumen ni suficientes bancos que aporten datos para hacer un cálculo adecuado del eonia, EMMI sostiene que "ha llegado el momento de introducir un mecanismo formal que permita continuar la publicación del índice en todas las circunstancias". Con este fin, el nuevo Código de conducta del eonia incluirá distintos dispositivos de contigencia, vinculados al número de bancos contribuidores y sus volúmenes, que se activarán cuando sea preciso con el fin de dar continuidad y fiabilidad a su cálculo.

Con la revisión del eonia, EMMI y las autoridades europeas pretenden incrementar de nuevo los volúmenes y los bancos participantes con el propósito, precisamente, de que su nuevo marco de actuación sirva de reclamo para atraer a más entidades financieras y recuperar la actividad perdida durante la crisis en el mercado interbancario.

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