• Confía en que la inflación se incrementará hacia la meta establecida 'sin dilaciones indebidas'
Mario Draghi, President of the European Central Bank, ECB

Mario Draghi intenta insuflar nueva confianza en los mercados tras las decepcionantes medidas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) hace casi dos semanas. Tal es así que ha dicho que el organismo que preside intensificará los estímulos si es necesario para garantizar el cumplimiento del objetivo de estabilidad de precios.

Defiende que los instrumentos desplegados por el BCE desde junio de 2014 "están produciendo los efectos deseados"

Tal y como ha dicho durante una conferencia en la localidad italiana de Bolonia, "no hay ninguna duda de que si tuviéramos que intensificar el uso de nuestras herramientas para alcanzar nuestro objetivo de estabilidad de precios, lo haremos". Además, ha defendido que los instrumentos desplegados por el BCE desde junio de 2014 "están produciendo los efectos deseados", en particular el programa de compra de activos públicos y privados, según recoge Europa Press.

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Draghi, asimismo, ha expresado su confianza en que después de la recalibración de los instrumentos implementados este mes por el Consejo de Gobierno del BCE la inflación se incrementará hacia la meta establecida "sin dilaciones indebidas", aunque también ha lanzado una advertencia.

Tal y como ha dicho, aunque la política monetaria pueda producir estabilidad de precios, por sí sola no garantiza una prosperidad duradera. Es por ello que ha reiterado que se deben adoptar reformas estructurales que permitan no sólo aumentar el actual ritmo de crecimiento sino también elevar el crecimiento potencial.

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LA DECEPCIÓN

Los inversores esperaban más acciones por parte del organismo en la que fue la última reunión de 2015

El pasado 3 de diciembre el presidente del BCE decepcionó a los inversores, que esperaban más acciones por parte del organismo en la que fue la última reunión de 2015. Sobre todo porque después de prometer en octubre una revisión de las medidas de política monetaria, Draghi sólo anunció un recorte en los tipos de facilidad de depósito en 10 puntos básicos, hasta el -0,3%, y la extensión del programa de compra de activos (el famosa QE o flexibilización cuantitativa) hasta marzo de 2017, seis meses más.

Sin embargo, no se tocó la cantidad destinada a la compra de activos, que se mantuvo en 60.000 millones de euros. Los inversores ansiaban más inyección de dinero y algunos analistas hablaban de un incremento hasta 80.000 millones de euros que no se produjo. Durante la rueda de prensa posterior a la reunión, Draghi defendió las medidas adoptadas, aunque reconoció que no se habían tomado por unanimidad.

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