les drapeaux de l union europeenne flottent devant le siege de la commission europeenne a bruxelles

En enero, persiste la desaceleración tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios de la zona euro. Sin embargo, se atenúa, dado que la actividad empresarial disminuyó al ritmo más lento de los últimos seis meses, según el índice PMI, que indica también que las presiones en los precios se intensifican.

De esta manera, el flash del índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, aumentó de 47,6 registrado en diciembre a 47,9 en enero. Aunque señala el octavo mes consecutivo de caída de la actividad total, el declive de enero fue el menos marcado registrado desde julio del año pasado.

"El comienzo del año trae buenas noticias para la zona euro ya que el sector manufacturero atraviesa una atenuación generalizada de la trayectoria descendente observada en 2023. Este giro positivo se observa en indicadores clave como los índices de actividad total, empleo y nuevos pedidos", comentan en Hamburg Commercial Bank.

Además, en el ámbito de los servicios, "actualmente la contracción de la actividad es moderada, haciéndose eco de las tendencias observadas en el cuarto trimestre del año anterior. Sin embargo, existe un factor positivo puesto que una proporción cada vez mayor de firmas está expandiendo activamente su fuerza laboral, lo que indica optimismo en el mercado. Este hecho concuerda con el giro positivo en las expectativas en general", añaden.

De todas formas, la lectura sugiere que la contracción más profunda de la zona euro desde 2013 (si se excluyen los primeros meses de la pandemia) ha persistido a comienzos del nuevo año.

Aunque los productores continuaron impulsando la desaceleración, ya que la producción manufacturera cayó por décimo mes consecutivo en enero, la caída de la producción industrial fue la menor observada desde abril del año pasado. Del mismo modo, los nuevos pedidos de productos mostraron el menor declive en nueve meses.

Pese a que la actividad del sector servicios disminuyó por sexto mes consecutivo y el ritmo de declive cobró ímpetu ligeramente hasta registrar la caída más intensa desde octubre del año pasado, los volúmenes de nuevos pedidos recibidos por las empresas de servicios cayeron al ritmo más lento desde julio del año pasado, proporcionando un indicio adicional de atenuación de la desaceleración de la demanda.

En enero también se observó una reducción del declive de la exportación en la región, puesto que los nuevos pedidos de exportación en general cayeron al ritmo más lento en nueve meses gracias a unas menores pérdidas de pedidos tanto de productos como de servicios.

A pesar de aumentar en enero, el índice de nuevos pedidos ajustado estacionalmente se situó por debajo del de la actividad total por vigésimo tercer mes consecutivo, lo que significó que las firmas recurriesen a sus pedidos pendientes para ayudar a mantener los niveles operativos actuales. En consecuencia, los pedidos pendientes de realización cayeron por decimoctava vez en los últimos diecinueve meses y la tasa de declive se mantuvo sin cambios frente al ritmo marcado observado en diciembre, lo que indica una nueva reducción de la cartera de pedidos por realizar.

Los pedidos por completar en el sector manufacturero continuaron reduciéndose con especial intensidad, aunque en menor grado que en diciembre pasado, mientras que en el sector servicios los pedidos pendientes se redujeron al ritmo más rápido desde febrero de 2021.

En cuanto al empleo, aumentó ligeramente en enero puesto que una pequeña mejora de la contratación neta en el sector servicios contrarrestó el octavo mes consecutivo de recorte de las plantillas manufactureras. Aunque el pequeño aumento en general del empleo indicado por el flash del PMI representó una modesta mejora frente a los ligeros declives observados en los dos últimos meses de 2023, el panorama prácticamente sin cambios continúa reflejando poco interés en aumentar las plantillas debido a un entorno de débil demanda.

Además de reducir el nivel de empleo, los fabricantes también recortaron su actividad de compra por decimonoveno mes consecutivo en respuesta a la disminución de las necesidades de producción para los próximos meses, lo que llevó a la duodécima caída mensual consecutiva de stocks de insumos.

No obstante, los inventarios también fueron afectados por demoras en las entregas de insumos. Los plazos de entrega de los proveedores se prolongaron en promedio en enero por primera vez en un año, hecho vinculado extensamente con las demoras en el transporte marítimo causadas por los trastornos en el Mar Rojo. De todas formas, el deterioro de los tiempos de espera en promedio se produjo a un ritmo mucho menos severo que el registrado durante gran parte del periodo de la pandemia de 2020-2022.

Respecto a los precios, a pesar de los costes adicionales resultantes de las demoras en los envíos, los precios medios de compra de las firmas manufactureras cayeron intensamente en enero por undécimo mes consecutivo. Sin embargo, el ritmo de declive se atenuó ligeramente hasta registrar la menor caída desde abril del año pasado.

Entretanto, las empresas de servicios de la zona euro indicaron una mayor tasa de aumento de los costes, que alcanzó su máxima de ocho meses, lo que llevó al aumento de los costes conjuntos de los productos y servicios a acelerarse hasta registrar su ritmo más rápido desde mayo del año pasado. A la aceleración de la inflación de los costes se sumó un aumento similar de la inflación de los precios de venta en enero. Los precios medios cobrados por los productos y servicios también aumentaron al ritmo más marcado desde mayo del año pasado.

Después de caer hasta su mínima de 32 meses en octubre del año pasado, la tasa de inflación de los precios de venta ha aumentado por tercer mes consecutivo y por lo tanto sigue elevada en función de los estándares históricos de la encuesta. Aunque los precios de los productos cayeron a un ritmo ligeramente mayor, disminuyendo por noveno mes consecutivo, las tarifas cobradas por los servicios aumentaron en enero a una tasa no observada desde junio de 2023.

FRANCIA Y ALEMANIA ENCABEZAN LA DESACELERACIÓN

Por países, las condiciones empresariales en la región fueron variadas. La desaceleración siguió encabezada por Francia, donde la actividad total cayó por octavo mes consecutivo y al ritmo más intenso desde septiembre del año pasado debido a las crecientes contracciones en el sector manufacturero y en el sector servicios. La actividad total también cayó a un ritmo importante y acelerado en Alemania, aunque una moderada desaceleración en el sector manufacturero contribuyó a contrarrestar una situación cada vez peor en el sector servicios.

Por el contrario, el resto de la zona euro en su conjunto regresó al crecimiento después de cinco meses de declive, registrando la mayor expansión, aunque todavía modesta, desde junio del año pasado. Fuera de Francia y Alemania, el crecimiento del sector servicios se aceleró hasta su máxima de seis meses y el declive manufacturero se moderó hasta registrar la menor reducción en diez meses.

"A la hora de evaluar los resultados de Alemania y Francia, sólo es cuestión de quién lo está pasando peor. A juzgar por el PMI compuesto, Francia se encuentra a la zaga de Alemania. Principalmente, esta discrepancia es atribuida al sector manufacturero, en el que la contracción de la producción es mucho más pronunciada en Francia que en Alemania. Una explicación razonable es que el entorno del exterior de la zona euro está mostrando signos de mejora, proporcionando a Alemania, que tiene una exposición exportadora significativa, una ventaja relativa", apuntan desde la entidad.

En lo referente al futuro, el optimismo empresarial para los próximos doce meses mejoró por cuarto mes consecutivo en enero, aumentando a su nivel más alto desde mayo pasado. La confianza marcó su máxima en nueve meses en el sector manufacturero y su máxima en ocho meses en el sector servicios, aunque este último sector siguió siendo el más optimista de los dos.

La mejora de las perspectivas de crecimiento a menudo se debió a la esperanza de una reducción en las presiones del coste de vida y menores tipos de interés en los próximos doce meses, que ayudarán a reforzar un crecimiento económico más amplio y a la demanda tanto en los mercados nacionales como internacionales. No obstante, el optimismo para los próximos doce meses siguió por debajo de los valores promedios anteriores a la pandemia.

RECORTE DE TIPOS, ¿CUÁNDO?

En Hamburg Commercial Bank señalan que, "en la narrativa actual en torno al momento óptimo para que el Banco Central Europeo (BCE) reduzca los tipos de interés, los indicadores del PMI de los precios concuerdan con los sentimientos de los halcones. Todos están a favor de gritar deténganse, diciéndoles a todos que vayan despacio y no se apresuren a realizar recortes prematuros".

"Las firmas han hecho frente a precios de compra más elevados y han sido capaces de repercutirlos a sus clientes. En consecuencia, los aumentos de precios no son congruentes con el entorno inflacionista. Por ello, aunque la inflación sigue siendo un problema, los aumentos de los tipos de interés por parte del BCE son inimaginables en estos momentos", concluyen.

En Pantheon Macroeconomics coinciden en que "los halcones del BCE, que siguen señalando riesgos al alza para la inflación de los servicios derivados de las negociaciones salariales, se abalanzarán sobre esto cuando presenten sus argumentos a favor de que los recortes de tipos se produzcan más tarde de lo que esperan los mercados".

Para los expertos de ING, los datos demuestran que la economía de la eurozona "sigue estancada y que los riesgos para la inflación no son lo suficientemente pequeños como para esperar un recorte de tipos del BCE antes de junio". "La eurozona sigue afectada por una caída de la demanda de bienes y servicios, aunque los nuevos pedidos cayeron a un ritmo más lento que en los últimos meses. Sin embargo, la producción y la actividad actuales fueron más débiles que en los últimos meses, lo que sugiere que enero comenzó con una producción aún en contracción. No obstante, la desaceleración del ritmo de contratación de pedidos sugiere que se está tocando fondo".

"Que esto sea suficiente para mostrar un crecimiento positivo del Producto Interior Bruto (PIB) en el primer trimestre depende de febrero y marzo. En cualquier caso, el crecimiento del PIB es tan cercano a cero que de todos modos todavía calificamos el entorno actual como un estancamiento generalizado", dicen.

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