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Powell, Lagarde y BaileyAlberto Sánchez

La llegada de los recortes en los tipos de interés parece cada vez más próxima, o eso esperan los mercados, que miran con optimismo a los bancos centrales en busca de pistas sobre el momento exacto en que dará inicio la flexibilización monetaria. Sin embargo, esto no significa que los activos vayan a reaccionar necesariamente al alza a la caída de las tasas, como comentan los analistas de Julius Baer, quienes analizan los escenarios posibles para las bolsas mundiales.

En líneas generales, argumentan que, "en ausencia de una recesión, los ciclos de recortes de tasas tienden a ir seguidos de fuertes retornos de las acciones", aunque también es posible que desencadenen "una corrección en los mercados de valores", lo que brindaría a los inversores una oportunidad para "aumentar exposición a las acciones cíclicas".

"Como tal, los ciclos de recortes de tipos que no son desencadenados ni seguidos por una recesión tienden a ir acompañados de fuertes retornos de las acciones. Dicho esto, reconocemos que cada ciclo es diferente. Esta vez, gran parte del desempeño positivo se ha concentrado en el inicio y seguimos considerando que las acciones de los mercados desarrollados están listas para una corrección, lo que sería saludable", aseguran.

Los elevados niveles de cotización que presentan los títulos de las principales compañías preocupan a los analistas, especialmente después de que la renta variable estadounidense reaccionara al alza a la última reunión de la Reserva Federal, en la que el banco central mantuvo la senda prevista de tres recortes en lo que resta de año.

"La muy esperada reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la semana pasada ha impulsado aún más el repunte de los mercados bursátiles mundiales. A pesar de las recientes cifras de inflación más altas, la Reserva Federal se inclinó hacia el lado moderado y continuó anticipando tres recortes de tipos de 25 puntos básicos este año. Dentro del mercado de valores, las acciones de larga duración (es decir, aquellas más expuestas al entorno de tipos más altos durante más tiempo) han reaccionado de forma especialmente positiva", detallan.

Los analistas del banco suizo esperan que el primer recorte de tipos se produzca ya en junio, seguido de nuevos recortes en julio y septiembre, lo que reducirá la tasa objetivo de los fondos federales al 4,75% para fines de 2024.

Para anticipar la reacción de los mercados, hacen un repaso a su comportamiento histórico, y destacan que "si se analizan los datos desde principios de la década de 1980, el rendimiento del S&P 500 durante los 12 meses posteriores al primer recorte de tipos promedió el 14,2%, una cifra más alta en comparación con el rendimiento promedio de 12 meses durante todo el período de la muestra (10,4%)".

"Si bien seguimos favoreciendo una sobreponderación en acciones de crecimiento de calidad, recomendamos asignar capital fresco a acciones cíclicas en anticipación al inicio del nuevo ciclo económico en el segundo semestre de 2024 y más allá", agregan.

¿LLEGARÁN LOS RECORTES EN JUNIO?

Las previsiones para la llegada de los primeros recortes estaban fijadas, meses atrás, en marzo, aunque la Fed ya dejó pasar esa oportunidad en su último cónclave monetario. Ahora, Azad Zangana, economista y estratega senior europeo de Schroders, se pregunta si la relajación monetaria llegará en junio.

En primer lugar, analiza la situación del Banco de Inglaterra (BoE, por sus iniciales en inglés), y destaca que "con la economía británica en recesión, aumenta la presión para que empiece a relajar su política". Además, recuerda que "el lenguaje del Comité de Política Monetaria ha pasado de señalar que los tipos de interés se mantendrían más altos durante más tiempo, a sugerir que los tipos de interés pueden bajar, pero seguir siendo restrictivos".

"Las expectativas del mercado sobre el primer recorte de los tipos de interés se han desplazado de las últimas semanas de agosto a junio, ya que la inflación ha quedado por debajo de las previsiones del Banco de Inglaterra. Según las previsiones de Schroders, el BoE recortaría sus tipos de interés a partir de mayo, pero parece que el banco central está esperando a que se confirme que las presiones inflacionistas, en particular la contribución del sector servicios, han disminuido aún más", asegura.

Mientras, señala que "los mercados financieros también parecen unirse en torno al mes de junio para que el BCE y la Fed empiecen a recortar los tipos".

"Antes de que se celebrara el Consejo de Gobierno del BCE a principio de este mes, las previsiones de Schroders indicaban que el BCE recortaría los tipos este mes (marzo), lo que se demostró demasiado prematuro. A pesar de que las proyecciones de los expertos del BCE mostraban que la inflación volvía al objetivo en el horizonte temporal de dos años, el Consejo decidió esperar hasta disponer de más datos que confirmaran la probabilidad de que la mejora de la inflación fuera duradera", asegura.

La analista también pone el foco en que "en la sesión de preguntas y respuestas durante la conferencia de prensa del BCE, la presidenta Lagarde sugirió que para la reunión de junio se dispondría de muchos más datos, pero no de los suficientes para abril, lo que constituye el indicio más fuerte hasta la fecha de que junio se considera un mes clave".

"En consecuencia, hemos actualizado nuestras previsiones de tipos, con el Banco de Inglaterra y el BCE recortando sus respectivos tipos de interés en junio, en línea con nuestra previsión para la Reserva Federal, respaldada esta última por los resultados de la reunión de marzo del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés)", concluye.

Según esta previsión, el BCE realizaría cuatro recortes este año, por un total de 100 puntos básicos (pb), mientras que el Banco de Inglaterra y la Fed llevarán a cabo recortes de 75 puntos básicos cada uno.

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