En España el gasto en la cesta de la compra se elevó en julio un 11,8% respecto al mismo mes de 2021, hasta alcanzar los 5.889 millones de euros, tras registrarse una subida en los precios de un 9,8% según los datos publicados por NielsenIQ.
En esta situación inflacionista, para muchos, saber cómo hacer que los alimentos frescos duren más tiempo se ha convertido en algo esencial, ya que la alimentación y bebidas fueron los segmentos que registraron el mayor desembolso, con un crecimiento del 12,5% y del 12,3%, respectivamente, de las ventas en valor en julio de 2022, respecto al mismo periodo del año anterior.
En línea con esta idea de aumentar la conserva de alimentos cabe destacar que con menos desperdicio hay menos costes en última instancia. Por ello, para los interesados en reducir el desperdicio de alimentos, Moneyboat.co.uk ha recopilado los 10 trucos para prolongar la vida útil de los alimentos frescos.
El primer consejo es sobre la conservación de la leche, pues añadiendo sal, se impide la proliferación de bacterias. Así, se pude alargar lo que dura un cartón de leche, que normalmente es entre cuatro y diez días si se conserva en el frigorífico.
De la mano de esto, viene el siguiente truco que es guardar la leche en la zona más fría del frigorífico en vez de en la puerta de la nevera debido a que es el lugar menos frío al estar más alejada del sistema de refrigeración. Por ello, hay que mantener la leche en la parte posterior de los estantes centrales o superiores para que se enfríe al máximo y se alargue su vida útil.
Por otro lado, para productos como el queso es favorable dejar de lado los envases de plástico y envolverlo en papel de pergamino o de horno. Esto permite que el queso respire para evitar que se reseque, pero también impide que haya más humedad y, por tanto, que aparezca moho. El queso duro suele durar hasta cuatro semanas si se almacena correctamente en la nevera.
En cuanto a las frutas y verduras, una buena manera de desinfectar las es darles un baño de vinagre durante aproximadamente 15 minutos, después se enjuaga y se secan bien para almacenarlo y que duren hasta dos semanas.
El quinto truco, se trata de guardar las bayas en una toalla de papel dentro de recipientes de cristal herméticos. El papel actúa absorbiendo el exceso de humedad, y evita la aparición de moho hasta unas tres semanas si se va cambiando el papel cada dos días.
Los plátanos son un caso especial, ya que es bueno mantenerlos separados de otras frutas porque producen más 'etileno' que el resto cuando están listos para madurar. Asimismo, se evitará la exposición excesiva a este gas, permitiendo que la fruta madure de forma natural y así dure más tiempo. Dependiendo de la fruta, pueden durar desde tres a cinco días a temperatura ambiente.
El consejo número siete es tratar las hierbas frescas como si fueran flores, es decir, añadiendo agua a un tarro y colocarlas dentro con una bolsa de plástico encima. Esta fórmula ayuda a mantener las hierbas frescas y la bolsa actuará como barrera contra el exceso de humedad.
En este ámbito, si no hay un consumo constante de las hierbas frescas, existe la opción de congelarlas cortadas en aceite de oliva o agua, en bandejas de cubitos de hielo.
El caso del pan tiene varias posibilidades para su conservación. Si el pan se pone rancio lo mejor es meterlo al horno durante 10 minutos, pero habiendo pasado antes alrededor un cubito de hielo. También, si el pan se moja en agua vuelve a estar húmedo y comestible de nuevo. Una barra de pan recién hecha puede durar hasta cuatro días, mientras que una barra comprada en la tienda puede durar hasta una semana.
Lo último es en relación con los frutos secos, la mayoría tienen una vida útil de tres a seis meses. Para prolongar su vida útil es mejor guardarlos en espacios frescos y oscuros; aunque el fondo del armario es adecuado, guardarlos en la nevera puede ayudar a que se mantengan frescos durante más tiempo. Además, se podría prolongar hasta un año de vida útil si se opta por congelarlos.
