El CEO de HSBC, Noel Quinn, ha dibujado a los miembros del banco un año menos favorable para la entidad que el recién concluido 2023, en el que la firma se benefició de un entorno de elevados tipos de interés que previsiblemente irá dando paso a una flexibilización de la política monetaria a lo largo del curso.
Quinn expresó su visión sobre las perspectivas del banco durante un retiro celebrado recientemente en el sureste de Inglaterra para los altos ejecutivos de la firma, según recoge 'Bloomberg', quien cita a fuentes cercanas al banco.
En el encuentro, el CEO del banco se mostró confiado sobre el comportamiento en 2023, si bien la realidad se conocerá este miércoles con la publicación de los resultados del último trimestre y del conjunto del año. Para estas cuentas, el consenso de analistas espera unos ingresos netos de alrededor de 65.500 millones de dólares, lo que representa un 27% más que en 2022, y unos ingresos netos por intereses de 37.400 millones de dólares.
También se espera que HSBC anuncie recompras de acciones por valor de 2.000 millones de dólares, después de los 7.000 millones que la firma destinó a este fina a lo largo del año pasado. Los inversores también prestarán especial atención a cualquier comentario sobre la venta del negocio canadiense del banco.
Sin embargo, la entidad no se muestra tan optimista para el año en curso, en el que espera verse perjudicada por los recortes de tipos de interés que previsiblemente realizarán el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de Estados Unidos, entre otros.
A esto se suma su exposición al mercado chino, donde las dudas sobre su economía persisten y además crecen las preocupaciones sobre un posible deterioro de las relaciones con Estados Unidos con la situación de Taiwán de fondo.
