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EUROPA PRESS - Archivo

Los cambios de consumo a los que nos vimos obligados por la pandemia del Covid-19 han provocado un auténtico movimiento al alza del uso de las tarjetas como medio de pago. Tan evidente es que en junio las compras con este dinero de plástico superaron en un 28% a las realizadas en el mismo mes de 2019, cuando aún no había ni rastro de la crisis sanitaria.

Con el inicio del verano y el fin tanto de las restricciones como del estado de alarma, el gasto con tarjetas españolas, tanto presencial (24%) como no presencial (128%) cobró impulso, mientras que el efectuado con tarjetas extranjeras siguió cayendo, pero a menor ritmo que en los meses precedentes. Así lo apunta el último informe sobre consumo publicado por BBVA Research.

Las transacciones con tarjetas españolas crecieron un 19% interanual en el canal presencial y un 69% en el no presencial. "La apertura de establecimientos comerciales fue el principal determinante del incremento de las compras en junio y adelantó a la utilización de la tarjeta como medio de pago, que había tenido un papel destacado en el crecimiento del gasto desde octubre de 2020", explican.

Por su parte, el importe medio siguió cayendo, pero a menor ritmo. El gasto, que se situó un 29% por encima de las cifras de 2019 en la primera semana de junio, cerró el mes con un avance del 26%. El aumento de las compras con tarjetas españolas explicó la evolución del consumo, pero la recuperación de la demanda de extranjeros hasta el 64% del gasto de 2019 a finales de junio también jugó a favor.

Detallan que los servicios han sido los principales responsables de la recuperación del consumo, sobre todo desde el fin del estado de alarma, con el incremento de la movilidad que impulsó las compras. En consecuencia, su participación en el gasto superó el 61% a finales de junio, cinco y doce puntos más, respectivamente, que en el mismo periodo de 2019 y de 2020.

Por sectores, las compras con tarjeta fueron mayores que las realizadas en junio de hace dos año en todos ellos, excepto grandes superficies, belleza, moda, alojamiento y viajes. Destaca el repunte del gasto en otros servicios y automoción y la recuperación en los más favorecidos por el aumento de la movilidad, como viajes y alojamiento. Tanto las transacciones presenciales como las no presenciales también superaron los registros del verano de 2019, excepto en los sectores de viajes, alojamiento y moda.

Como resultado, la participación de los servicios en la cesta de consumo con tarjeta superó los niveles precrisis, tanto en el canal presencial como, sobre todo, en el no presencial, en donde representan el 90% del gasto

Por otro lado, en cuanto a las retiradas de efectivo con tarjeta, los datos del departamento de análisis de la entidad calculan que igualaron en junio las cifras de 2019 por primera vez desde el inicio de la crisis sanitaria. Con todo, el peso de los reintegros sobre el total de operaciones volvió a descender hasta el 22%, cinco puntos menos que en el mismo mes de hace dos años.

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