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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Gobierno, Pedro SánchezEduardo Parra - Europa Press - Archivo

La Comisión Europea prevé que la economía española crezca un 2,4% durante este año, una revisión al alza de dos décimas respecto a sus perspectivas de verano, aunque rebaja hasta al 1,7%, desde el 1,9% anterior, su pronóstico para 2024.

Bruselas estima que en 2023, España se verá beneficiada por un "fuerte remanente" del ejercicio previo y que la demanda interna sea el principal motor del crecimiento en 2024, sostenida por mayores aumentos de los ingresos reales de los hogares y la continua flexibilización de las presiones sobre los precios.

Además, considera que la ampliación de la aplicación del Plan de Recuperación para Europa y la aceleración de los desembolsos a los beneficiarios finales contribuyan a sostener la inversión, especialmente en maquinaria y equipos.

"Como resultado, se prevé que el PIB crecerá un 1,7% en 2024, antes de acelerarse ligeramente hasta el 2,0% en 2025, cuando el impacto del componente de préstamo del RRF recientemente aprobado proporcionaría un mayor estímulo al gasto que impulsa el crecimiento", detalla en sus previsiones de otoño.

La Comisión Europea relaciona los riesgos a la baja con el impacto prolongado sobre la demanda del endurecimiento de las condiciones financieras, especialmente a la luz del elevado, aunque decreciente, nivel de deuda externa, pública y privada.

Por otro lado, cree que el aumento del poder adquisitivo de los hogares, así como la saneada situación financiera de los hogares y las sociedades no financieras gracias al menor apalancamiento y la liquidez acumulada en los últimos años, podrían mitigar los obstáculos al consumo y la inversión.

RESILIENCIA DEL MERCADO LABORAL

La creación sostenida de empleo y la reducción de la proporción de empleados temporales en el sector privado sustentan la resiliencia del mercado laboral en 2023, a pesar de la desaceleración del crecimiento del empleo observada desde el verano.

Bruselas prevé que la tasa de desempleo caiga al 12,1% en 2023 y siga mejorando durante el horizonte previsto, hasta el 11,6% y el 11,1% en 2024 y 2025, respectivamente. Además, pronostica que el repunte de los salarios sea moderado y esté alineado con los umbrales establecidos en el acuerdo plurianual firmado en mayo pasado, lo que no debería afectar significativamente la competitividad de costes.

DESACELERACIÓN DE LA INFLACIÓN

Respecto a la inflación, las previsiones de Bruselas apuntan a que se reduzca hasta el 3,6 % en 2023, impulsada por la continua moderación del componente energético. En consecuencia, "la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, se moderará más gradualmente durante el horizonte de previsión", matizado.

Para el próximo año se espera una nueva desaceleración de la inflación medida por el IAPC hasta el 3,4%, a pesar de la presión al alza ejercida por la esperada eliminación gradual de las medidas gubernamentales implementadas en los últimos años para mitigar el impacto de los altos precios de la energía. En 2025, la inflación medida por el IAPC alcanzará una media del 2,1%.

REDUCCIÓN DEL DÉFICIT

La Comisión Europa también pronostica que el déficit de las administraciones públicas disminuirá en 2023, pero de forma más gradual que en 2021-2022. El principal impulsor de la moderación proyectada para 2023 es el crecimiento inferior al esperado de los ingresos tributarios indirectos, lo que refleja la desaceleración de la inflación de los bienes importados.

En general, se espera que el déficit general se reduzca al 4,1% del PIB en 2023 y que siga bajando en 2024 hasta el 3,2%, si se mantienen las políticas, ya que el presupuesto para el próximo año aún no se ha presentado.

Asimismo, se prevé que el déficit en 2025 aumente ligeramente hasta el 3,4% y que la relación deuda/PIB continúe su trayectoria descendente en 2023, disminuyendo al 107,5% y luego se estabilice en 2024-2025 en el 106,5%, a medida que se desvanezca el diferencial favorable entre el crecimiento del PIB nominal y el costo del servicio de la deuda.

MODESTA RECUPERACIÓN EN EUROPA

La economía europea ha perdido impulso este año y las previsiones de otoño de la Comisión revisan a la baja el crecimiento del PIB de la UE en comparación con sus proyecciones de verano. En general, proyecta un crecimiento del PIB en 2023 del 0,6% tanto en la UE como en la zona euro, 0,2 puntos porcentuales por debajo de las estimaciones anteriores.

En 2024, se prevé que el PIB de la UE mejore hasta el 1,3%. Se trata todavía de una revisión a la baja de 0,1 puntos porcentuales del verano. En la zona euro, se estima que el crecimiento del PIB sea ligeramente inferior, del 1,2%.

En 2025, cuando la inflación y el lastre del ajuste monetario disminuyan, se espera que el crecimiento se fortalezca hasta el 1,7% en la UE y el 1,6% en la zona del euro.

En cuanto a la inflación, la tendencia es a la baja y se pronostica que, en tasa general, en la eurozona caiga del 5,6% en 2023 al 3,2% en 2024 y al 2,2% en 2025. En la UE, se prevé que la inflación general disminuya del 6,5% en 2023 al 3,5% en 2024 y al 2,4% en 2025.

Respecto al empleo, las previones apuntan a que la tasa de desempleo en la UE se mantenga prácticamente estable en el 6,0% en 2023 y 2024, y que baje hasta 5,9% en 2025.

Bruselas añade que la incertidumbre y los riesgos a la baja para las perspectivas económicas han aumentado en los últimos meses en medio de la prolongada guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y el conflicto en el Medio Oriente.

En el plano interno, "la transmisión del endurecimiento monetario puede afectar la actividad económica durante más tiempo y en mayor medida de lo previsto en este pronóstico, ya que el ajuste de las empresas, los hogares y las finanzas públicas al entorno de altas tasas de interés podría resultar más difícil", concluye.

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