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Joe Biden, nuevo presidente de EEUU.

Joe Biden es el nuevo presidente de Estados Unidos y la pregunta que se hacen muchos a este lado del Atlántico es cómo afecta su elección a las relaciones con Europa. Uno de los asuntos que interesa especialmente es qué pasará con los aranceles que la Administración estadounidense ha ido imponiendo al Viejo Continente (especialmente a sus productos agrícolas como castigo por las ayudas del bloque a Airbus). La UE ha hecho efectivos desde este martes aranceles a EEUU por las ayudas a Boeing y en respuesta a esa acción. Ahora espera que Biden negocie.

Antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, EEUU se consideraba un socio fiable en comercio y política exterior, incluyendo la lucha contra el terrorismo y la cooperación en materia de seguridad y energía. Probablemente el famoso 'America First' de Trump se mantenga también con el nuevo gobernante, pero lo que esperan los expertos de Biden es una vuelta a la antigua forma de proceder, con un tono menos desafiante y más conciliador que el de su predecesor.

"Es probable que una administración Biden invierta más en la relación transatlántica, en un intento de hacer de Europa un aliado. Parece improbable que Biden utilice los aranceles como instrumento de política", afirman los expertos de ING. Eso sí, desde el banco holandés no dicen nada de una retirada de aranceles por parte de EEUU, algo que muchos dudan que suceda a corto plazo. "Ahora la prioridad de Biden es China, no Europa, a la considera un socio menor", señala un economista consultado por Bolsamanía.

Los expertos dudan de que se produzca una retirada de los aranceles a Europa por parte de EEUU a corto plazo

Poco antes de que Trump se trasladara a la Casa Blanca, en enero de 2017, EEUU y la UE llegaron a un pacto en el marco del Acuerdo de Asociación de Comercio e Inversión Transatlántica (TTIP), que incluía la eliminación del 97% de los aranceles. EEUU deseaba eliminar el 100% de las líneas arancelarias, mientras que la UE quería mantener los aranceles sobre los productos agrícolas sensibles. Un acuerdo de libre comercio entre la UE y EEUU habría hecho que las exportaciones de la UE a EEUU aumentaran un 27%, mientras que las exportaciones de EEUU a la UE se habrían incrementado en un 37,5%. Sin embargo, la administración Trump no continuó con las negociaciones.

Trump tomó un enfoque diferente, imponiendo aranceles en junio de 2018, con el acero (25%) y el aluminio (10%) en la línea de fuego. La Administración ha amenazado frecuentemente con fijar aranceles a los coches y piezas de coches europeos, pero hasta ahora, estas amenazas no se han hecho realidad. En 2016, los aranceles promedio de EEUU sobre los productos agrícolas y no agrícolas de la UE ascendían al 6,8% y 3,9%, respectivamente. En 2018, estos aranceles habían aumentado al 7,2% y al 4,0%, respectivamente. A finales de 2019, Trump impuso aranceles de un 15% sobre los productos de aviación civil europeos y del 25% sobre productos agrícolas, por un total de 7.500 millones de dólares, en respuesta a las ayudas concedidas por Europa a Airbus. La UE ha hecho lo propio justo ahora, coincidiendo con la llegada de Joe Biden, pero ha asegurado que su intención al tomar esta medida es negociar con EEUU y, en última instancia, que se produzca una retirada de las tasas por ambas partes.

IMPUESTOS, NORD STREAM 2, BREXIT...

En cuanto a la regulación y los impuestos, una administración de Biden podría acercar EEUU a Europa en lo que se refiere a la regulación financiera, y podría volver a la mesa de negociaciones con otros países de la OCDE para enmendar las normas fiscales para las empresas digitales, estiman desde ING. "Si, en virtud de un acuerdo común sobre la regulación digital, la UE abandona el impuesto nacional sobre los servicios digitales para las empresas estadounidenses (tasa Google), EEUU abandonará las investigaciones de la Sección 301", explican estos analistas.

"Si la UE abandona la tasa Google, EEUU abandonará las investigaciones de la Sección 301"

La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos decidió este verano abrir una investigación a la Unión Europea y otros nueve países, entre ellos España, con respecto a los impuestos sobre servicios digitales. La investigación, amparada en la sección 301 de la Ley de Comercio de Estados Unidos, todavía tiene un recorrido de muchos meses antes de concluir. Entre las medidas que podría proponer el Representante Comercial si la investigación es concluyente está la imposición de aranceles comerciales.

Además de los aranceles sobre las mercancías, la administración Trump también ha hecho un "uso entusiasta de las sanciones para imponer su voluntad económica", afirma ING. Los últimos 150 km del Nord Stream 2, el gasoducto de Rusia a Alemania, es un ejemplo de ello.

En los últimos años, EEUU se ha convertido en el principal proveedor de gas natural licuado (GNL) de la UE. La cuota de gas importado de EEUU fue del 16% en 2019, frente al 6% y 4% en 2018 y 2017, respectivamente. La UE necesita importar el 70% de su demanda total de GNL. Con el fin de diversificar sus importaciones de energía y garantizar la seguridad del suministro, la UE trató de aumentar las importaciones de gas procedentes de Rusia, lo que provocó una disputa geopolítica.

Después de que la administración Trump amenazara con imponer sanciones a las empresas que financiaban el proyecto, el Nord Stream 2 fue detenido el año pasado.

Aunque Joe Biden piensa que el Nord Stream 2 es "un mal negocio para Europa", desde ING creen que no será tan estricto como Trump en este tema, ya que busca reconstruir las relaciones con Europa y Alemania en particular. "Sin embargo, puede que quiera algo a cambio. Si la dependencia de Europa del gas ruso aumenta, EEUU puede exigir un acceso más amplio a los mercados de gas en Europa a expensas de Rusia", apuntan.

También podría haber repercusiones positivas para Europa de lo que, a priori, son cuestiones internas de EEUU: un gran programa de infraestructuras, más inversiones para hacer frente al cambio climático y el 5G. "Bajo la Administración de Biden, es más probable que los actores globales europeos se beneficien de estas inversiones domésticas de EEUU que bajo un segundo mandato de Trump", añaden desde el banco.

Finalmente, en lo relacionado con el Brexit, si Trump hubiera ganado hubiera trabajado en un acuerdo comercial con Reino Unido en detrimento de Europa. "Por el contrario, las raíces irlandesas de Biden hacen que las cosas sean más difíciles para Reino Unido y, por lo tanto, podrían empujar a Reino Unido a firmar las demandas de la UE", concluyen estos expertos.

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