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Las operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO, por sus siglas en inglés) llevadas a cabo por el Banco Central Europeo (BCE) redujeron los márgenes aplicados a los préstamos con menor nivel de riesgo y provocaron una relajación de los criterios de aprobación de préstamos incluso en los bancos que no participaron en ellas. Así lo concluye el Banco de España en un artículo publicado este jueves, en el que defiende este instrumento como impulsor de la competencia entre las entidades.

En el artículo El impacto de las TLTRO en las políticas de crédito bancario: el papel de la competencia el supervisor analiza los efectos de las TLTRO I, es decir, el primer programa de subastas de liquidez que el BCE implantó a través de ocho operaciones entre septiembre de 2014 y junio de 2016.

Las primeras operaciones TLTRO se anunciaron en junio de 2014 en un contexto de crecimiento económico reducido, bajas expectativas de inflación y débiles dinámicas monetarias y crediticias en la Unión Económica y Monetaria (UEM) con el objetivo de fomentar el crédito al sector privado de la economía.

El autor del artículo, Miguel García-Posada Gómez, explica que las TLTRO tienen efectos directos por los menores costes y la consiguiente expansión de la oferta del crédito, pero también indirectos por los cambios en la competencia entre las entidades, que afecta también a los bancos que no participan en el programa.

El estudio, que tiene en cuenta las respuestas confidenciales de 130 bancos de 13 países a la encuesta de préstamos bancarios del BCE, concluye que en el análisis empírico no se encontraron diferencias apreciables entre las políticas crediticias de los bancos participantes y las de los no participantes, si bien al restringir el análisis a las entidades participantes, mayores peticiones conllevaron una mayor probabilidad de relajar los criterios de aprobación aplicados a empresas grandes y de estrechar los márgenes aplicados a los préstamos ordinarios concedidos a empresas en general.

En cambio, no se observaron efectos significativos en los criterios de aprobación generales o de aprobación de préstamos a empresas pequeñas ni en los márgenes sobre préstamos de mayor riesgo, lo que sugiere que, para los bancos participantes, la reducción en los costes de financiación causada por las TLTRO se transmitió a la economía real a través de una relajación en las políticas crediticias aplicadas a empresas grandes y a través de menores márgenes en los préstamos relativamente seguros.

EFECTOS INDIRECTOS AMBIGUOS

Respecto a los efectos directos, el estudio identifica dos impactos contrapuestos. Por un lado, la competencia en el mercado de crédito se acentúa por la reducción de los costes de financiación de los bancos participantes, que pueden conceder más préstamos a tipos de interés menores, lo que en principio implicaría una contracción de la oferta de crédito de los que no participan.

Por otro lado, la competencia en el mercado de depósitos se debilita, porque los bancos participantes sustituyen parte de sus depósitos por fondos provenientes de las TLTRO, con lo que la menor demanda de depósitos por parte de estos bancos conlleva menores tipos de interés en este mercado, lo que se traduce en menores costes de financiación también para los bancos que no participan.

Según explica García-Posada, esta externalidad positiva de las TLTRO sobre los bancos que no participan llevaría a una expansión de la oferta de crédito de estas entidades, por lo que el efecto indirecto neto es "ambiguo".

Finalmente, el informe concluye que las TLTRO también contribuyeron a relajar la oferta de crédito de los bancos que no participaron en este programa, es decir, que el efecto asociado al mejor acceso a los mercados de financiación compensó el vinculado con la pérdida de posición competitiva respecto de los participantes en el mercado de crédito.

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