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Edificio del Banco de España.Carlos Luján - Europa Press - Archivo

Revisión al alza para el crecimiento de la economía española. El Producto Interior Bruto (PIB) avanzará un 1,6% en 2023, según las últimas previsiones del Banco de España, que sin embargo actualiza a la baja el de 2024, hasta el 2,3%, y mantiene en el 2,1% el de 2025. También actualizan las estimaciones de inflación, en este caso a la baja, con el Índice de Precios de Consumo (IPC) relajándose desde el 3,7% este año hasta el 3,6% y el 1,8% en los dos próximos ejercicios.

El organismo cumple así con lo que ya adelantaba hace unas semanas su gobernador, Pablo Hernández de Cos: "Es altamente probable que las previsiones de crecimiento del PIB real de la economía española para 2023 que publicaremos en las próximas semanas se revisen al alza respecto a las de diciembre".

Y es que "la evolución de la economía española en los primeros meses de 2023 estaría siendo, de acuerdo con la información aún incompleta que proporcionan los indicadores de actividad más recientes, algo más favorable de lo que se anticipaba en diciembre".

De esta manera, en comparación con anteriores previsiones del Banco de España, las actuales comportan una revisión al alza del crecimiento del PIB en 2023 de 0,3 puntos porcentuales, "fundamentalmente como consecuencia de un crecimiento mayor de lo esperado en 2022, que conlleva un efecto arrastre positivo sobre la tasa media anual de 2023".

Además, "los supuestos referidos a los mercados exteriores y a las variables fiscales son ahora algo más favorables para el crecimiento en 2023, lo que compensa el impacto negativo asociado a la revisión al alza en la evolución futura de los tipos de interés a lo largo del horizonte de proyección".

Para el primer trimestre del año, se estima que el crecimiento intertrimestral del PIB se situará en el 0,3%. "A partir de primavera, se espera que la actividad económica presente un grado de dinamismo creciente, si bien en una coyuntura aún muy incierta y en la que diversos factores seguirán induciendo una cierta debilidad sobre las dinámicas macrofinancieras de nuestra economía", señala el organismo. Con ello, el PIB español recuperará su nivel previo a la pandemia en el segundo semestre de este año.

No obstante, el crecimiento previsto para 2024 se revisa a la baja en 0,4 puntos porcentuales, mientras que se mantiene sin cambios la tasa de crecimiento correspondiente a 2025.

Respecto al mercado de trabajo, las proyecciones recogen que la creación de empleo se prolongará a lo largo del horizonte de proyección, en consonancia con el avance de la actividad, y el aumento de la ocupación permitirá que, a pesar del aumento de la población activa, la tasa de paro siga descendiendo. Así, vaticinan que la tasa de paro se irá reduciendo desde el 12,7% previsto en 2023 hasta el 12,3% y 12% para 2024 y 2025, respectivamente.

EL COMPONENTE ENERGÉTICO TIRARÁ A LA BAJA DE LA INFLACIÓN

En cuanto a los precios, el Banco de España recorta en 1,2 puntos porcentuales, en comparación con las anteriores proyecciones, la previsión de la tasa de inflación general para 2023, hasta el 3,7%. Esta revisión "se explica principalmente por el componente energético, mientras que los precios de los alimentos y el componente subyacente incorporan una revisión al alza".

Espera una moderación en las tasas de inflación general hasta el 3,6% en 2024 y el 1,8% en 2025. El organismo español comenta que las principales medidas desplegadas por las autoridades para mitigar los efectos de la crisis energética expirarán al final de 2023, lo que "impedirá que se observen reducciones adicionales significativas en la tasa de inflación general promedio en 2024". Para el año que viene, la aceleración del componente energético prácticamente compensará la ralentización que se anticipa en la inflación subyacente y en la de los alimentos.

Por su parte, la reducción de la tasa de inflación subyacente a lo largo del período de proyección se prevé más lenta que la de la inflación general. De hecho, a pesar de que la inflación subyacente empezará a moderarse en torno a la primavera, en el promedio de 2023 esta aumentará una décima respecto a la observada en 2022. Prevé que el componente subyacente crecerá un 3,9% este año y se desacelerará hasta el 2,2% y el 1,8% en los dos años siguientes.

Según realza el Banco de España, estas proyecciones de precios "descansan sobre dos supuestos cruciales. Por un lado, se asume que la transmisión de las alzas pasadas de costes está próxima a culminarse y que, en los próximos meses, comenzará a prevalecer la traslación de las bajadas recientes. Por otro lado, se supone que no se producirán a lo largo del horizonte de proyección efectos de segunda vuelta significativos que puedan desencadenar fenómenos de retroalimentación de las actuales presiones inflacionistas".

El Banco de España también matiza que, "en un contexto de elevada incertidumbre, los riesgos sobre estas proyecciones están orientados a la baja en términos de actividad económica y aparecen equilibrados con respecto a la inflación".

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