• Los promotores esperan recaudar unos 600 millones de euros
  • El T-Mobile no se llenará
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Todo está preparado para que este 26 de agosto se celebre uno de los eventos deportivos más esperados de la última década. Floyd Mayweather y Conor McGregor se subirán al ring de Las Vegas para dictaminar quien es el mejor de la categoría superwelter, en la llamada carrera de los 1.000 millones.

1.000 millones de dólares. Esta era la cifra astronómica con la que los promotores intentaban vender el evento deportivo, considerado como uno de los mejores de la década. Y eso que aún no se ha visto nada de lo verdaderamente importante: el combate. Aunque los prolegómenos ha marcado un antes y un después en el show televisivo y deportivo de los últimos tiempos. Como claro ejemplo de la parafernalia previa han sido los tres ‘face to face’ que se han marcado McGregor y Mayweather. Uno en New York, otro en Londres y en Los Ángeles.

Los promotores esperan llegar a los 620 millones de euros

Aunque la cifra soñada no se conseguirá, las cifras que se van a mover no dejan de ser sorprendentes. Sumando todos los números de contratos publicitarios, taquillaje, televisión o merchandising la pelea va a rondar un impacto de 620 millones de dólares, una cifra récord, ya que la de Pacquiao y Maywheather rozó los 500 millones de dólares.

Los principales actores de esta función van a recibir un buen pellizco por subirse al cuadrilátero. Mayweather, en su papel de estrella del boxeo, podrá obtener una ganancia de hasta 200 millones de dólares y McGregor conseguiría ganar una bolsa de hasta 100 millones dependiendo del resultado que se dé en la pelea.

Otra de las grandes fuentes de ingresos que tendrá este combate serán los patrocinadores. Se van a recaudar hasta 22 millones de dólares. Reebok, Budweiser o varias películas estarán a la vista de los ojos de todo el mundo. Los ingresos se multiplicarán por dos frente Mayweather-Pacquiao. Aparecer en las esquinas de los cuadriláteros cuesta cinco millones de dólares y ser el patrocinador principal unos nueve.

Pero donde verdaderamente el choque será realmente rentable será en la televisión. Las operadoras ya se frotan las manos y esperan que se llegue hasta la cifra de los 490 millones de dólares en la compra de pago por visión. En este ‘pack’ también van incluidas las ruedas de prensas anteriores y posteriores, así como las ‘highlights’ del combate.

EL T-MOBILE SE ENGALANA PARA LA CITA

El pabellón ultima los detalles para que todo esté preparado. A pesar de que en un principio se lanzaron 16.000 entradas, finalmente se optó para que hubiese 20.000 con unos precios desorbitados. Si se quiere disfrutar en vivo y en directo de la batalla habrá que rascarse el bolsillo. El precio medio de las entradas oscilan los 4.500 dólares. La entrada más económica es de 2.444 dólares. El precio de las entradas ha hecho espantar a los amantes del boxeo y aún quedan entradas libres. A su vez, los hoteles de Las Vegas más cercanos al T-Mobile ofrecen la estancia de la noche de la velada por unos 500 dólares.

El merchandising también hará su particular agosto en la pelea más esperada. Sudaderas, camisetas, bolígrafos, mecheros, caretas y así hasta decenas y decenas de artículos con la caras de ambos boxeadores.Los promotores quieren alcanzar unas ventas de dos millones de dólares dentro del T-Mobile.

Y como no podía ser de otra manera, las casas de apuestas también esperan ‘pichar cacho’ del combate. Varias casas de apuestas han estimado que se moverán entre 50 y 80 millones de dólares sólo el día del combate. Hagan sus apuestas…

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