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El 'Meeting' de Madrid reabre la casa del atletismo con emociones fuertes y mínimas para el Mundial

Hortelano, a la afición: "Me hubiera encantado correr un poco más rápido por vosotros"

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

El atletismo español disfrutó este domingo del renacer del Estadio de Vallehermoso 12 años después, con la 37ª edición del 'Meeting' de Madrid, una cita emotiva en sí por el escenario y que se encargaron de saborear con victorias Orlando Ortega, en 110 metros vallas, y Fernando Carro, en los 3.000 lisos.

Lo mejor fue el final. Carro, madrileño que creció como persona y atleta en el antiguo Vallehermoso, se llevó la última prueba de la noche a lo grande. Después de siete vueltas, en los últimos 60 metros, Carro se abrió y superó con un 7:51.69 (mejor marca personal) al etíope Tadese Worku y al también español Sergio Jiménez, lanzando un beso a la grada.

El atletismo recuperó Vallehermoso y el público no se lo quiso perder. El lleno en las gradas confirmó las ganas de ver en funcionamiento el tradicional templo de Chamberí que se inauguró en 1961 y llevaba 12 años cerrado. 10.000 personas, el doble de palmas y un seguimiento especial a los atletas españoles. Ortega y Carro fueron los únicos en estrenar la pista verde lima con victoria.

El subcampeón olímpico saboreó la noche, con otra victoria en una gran temporada y una vuelta de honor. Ortega ganó con 13.32 un día después de ser segundo en la Diamond League de París, por delante de Milan Trajkovic y Yaqoub Al-Yoha, con vistas al Mundial de Doha que se disputa del 28 de septiembre al 6 de octubre.

Fue el inicio vertiginoso del desfile de finales. La más esperada era la de 400, por la reedición del Bruno Hortelano-Óscar Husillos que el año pasado dejó el mejor duelo español de la historia en la distancia. La vuelta la dinamitó el catarí Emmanuel Bamidele, seguido de Abbas Abubaker y Nathan Strother. El duelo español se lo quedó el palentino, con 46.17 como mejor marca pero aún sin la mínima para el Mundial, mientras que Hortelano entró último.

Un regreso bueno para Hortelano por el tiempo 46.23, tras un año fuera de las pistas, por una pubalgia y una tendinitis en el Aquiles, aunque sin duda el ambiente de Vallehermoso esperaba algún milagro. "Me hubiera encantado correr un poco más rápido por vosotros", dijo el plusmarquista nacional de 100, 200 y 400. El público pudo celebrar varias mínimas para el Mundial, un saco en el 800, con Kevin López --aunque se centrará en el 1.500, Álvaro de Arriba y Mariano García, y la de Sergio Fernández en 400 vallas.

Los velocistas no defraudaron, cuando el cartel tenía a seis atletas por debajo de los 10 segundos. Las semifinales abrieron boca, aunque también apearon a Ángel David Rodríguez. El Pájaro eso sí batió su marca del año (10.34) y rememoró sus inicios, a sus 39 años, comiéndose generaciones. Asafa Powell, aclamado, Yoshihide Kiryu y Mike Rodgers quedaron como hombres a seguir.

Rodgers se adjudicó la final, con 9.97, por delante del mejor europeo del momento Jimmy Vicaut, mientras el jamaicano entraba resentido físicamente, séptimo. El hectómetro femenino fue incluso más explosivo, con la sudafricana Catharina Horn batiendo el récord del 'meeting' (11.01) al superar a la búlgara Ivet Lalova y a la campeona del mundo Tori Bowie. Las españolas Paula Sevilla y Jaël Bestue corrieron con las mejores, séptima y novena.

Además de los saltos de María Vicente en longitud, que firmó un tercer puesto con su mejor salto hasta la fecha con 6.49, la tarde entró en calor con la carrera del plusmarquista nacional de 400 metros vallas Sergio Fernández, con un tercer puesto y, sobre todo, mínima para el Mundial con su mejor marca de la temporada 49.14. Una vuelta con vallas famosa en el templo madrileño por ser testigo de la primera derrota de Ed Moses tras 122 victorias seguidas en 1987.

El broche trajo la carga emotiva que merecía la noche. Carro, récord nacional de los 3.000 obstáculos y plata europea en 2018, no se quiso perder la cita en los lisos porque no iba a desaprovecharla. El madrileño quiso ligar su nombre para siempre a un estadio que en su nombre lleva su mayor adjetivo. "Recuperar este estadio tan emblemático para los madrileños y los amantes del atletismo es hermoso, es Valle-hermoso", dijo Carro a la grada.

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