MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

El atleta español Adrián Ben ha terminado en sexta posición en la final de 800 metros de los Mundiales de atletismo al aire libre de Doha, mientras que Javier Cienfuegos y Fernando Carro, este último con la segunda mejor marca de su vida, han logrado el pase a las finales de lanzamiento de martillo y 3.000 metros obstáculos, respectivamente.

En la primera final mundialista de su vida, Ben, de 21 años y que pasó con la quinta mejor marca a la final, salió algo rezagado en una prueba en la que el puertorriqueño Wesley Vázquez trató de dinamitar la carrera desde el comienzo, marcando 22.51 en la primera referencia.

Tras el paso por los 400, marcados en 48.96 por el caribeño, el estadounidense Donavan Brazier logró pasarle y poco a poco fue abriendo una cómoda renta que le permitió ganar el oro parando el crono en 1:42.34, récord de los campeonatos. El bosnio Amel Tuka se colgó la plata (1:43.47) y el keniano Ferguson Cheruiyot Rotich, el bronce (1:43.82).

El de Viveiro, mientras, conseguía entrar en sexta posición, convirtiéndose en el mejor ochocentista de la historia de España en un Mundial, superando a Tomás de Teresa.

"Estaba cansado. Son tres finales en cuatro días, porque para mí las elimatorias y las semifinales ya lo fueron, lo di todo. Me llevo la segunda mejor marca de mi vida en una final un poco rápida", expresó Ben a Teledeporte tras la carrera. "Correr en 1:45 después de haber bajado hace dos días... Me hacía falta una grúa para levantarme de cama, pero estoy contentísimo", bromeó.

Además, el gallego explicó que se ha exprimido en la final. "No me he rendido nunca y no me iba a rendir hoy. No he llegado hasta aquí para volverme a casa con una última plaza. La fatiga muscular me ha golpeado un poquito más", apuntó. "Hay amigos míos que no han visto atletismo nunca y no creo que lo vayan a volver a ver si no estoy yo, y que se hayan ilusionado con este deporte ya era todo un éxito", finalizó.

CIENFUEGOS, A LA FINAL DE MARTILLO

El extremeño Cienfuegos disputará este miércoles la final del lanzamiento de martillo y confirmó que se encuentra seguramente en el mejor momento de su carrera tras una temporada en la que ha batido en cuatro ocasiones el récord de España, para dejarlo en unos 79.38 metros que además son la tercera mejor marca mundial del año, sólo superada por los polacos Wojciech Nowicki (81.74) y Pawel Fajdek (80.88).

Cienfuegos nunca había logrado meterse en la final de un Campeonato del Mundo en sus anteriores cuatro participaciones y se convirtió igualmente en el primer español en conseguirlo tras enviar el artefacto a los 76.90 metros, consiguiendo la clasificación directa al superar los 76.50 requeridos. Su registro, según apuntó la RFEA, es la mejor marca de un martillista español en cualquier gran competición internacional y únicamente superado en su Grupo A por Nowicki (77.89) y el francés Quentin Bigot (77.44).

El lanzador español evitó así agobios de última hora después de que en sus dos primeros lanzamientos se quedase algo corto con 74.87 y 75.06, que le metían provisionalmente a la espera del resto de resultados.

El de Montijo, de 29 años, pasó, tras la disputa de las calificaciones de los dos grupos, con la quinta mejor marca de los finalistas, mientras que su compañero Alberto González, campeón de Europa Sub-23 y que debutaba en un Mundial, no pasó el corte tras quedarse en 71.69 metros.

"Estoy muy contento, sabíamos que la calificación era difícil, que aquí siempre algún un favorito cae. Yo miré esta mañana la marca de calificación de hace dos años en Londres, se pasó con 74.50 y después de mi segundo tiro por encima de 75 pensaba que la cosa estaba prácticamente hecha", relató Cienfuegos a los medios oficiales de RFEA.

El extremeño reconoció que no quería "lanzar al cien por cien" para reservarse "lo máximo posible" para la final del miércoles. "En todo momento he estado tranquilo, hablando con Antonio, le he dicho que no se preocupara, que ese tiro de 76.50 lo teníamos. Hemos sufrido más de la cuenta, pero en todo momento he estado confiado, sabía que podía hacer el tiro, y al final hemos pasado con esa Q grande que nos da una tranquilidad inmensa para a soñar en la final", señaló.

"Los entrenamientos están ahí y hemos llegado aquí de una forma inmejorable, sabíamos que ese 76.50 era una marca asequible porque lo estamos lanzando todos los días entrenando y tenía que salir en la gran competición. Y ahora mismo lo único en lo que pienso es en corregir o activar dos cosillas que tenemos ahí", sentenció.

CARRO SE METE POR TIEMPOS EN LA FINAL DEL 3.000 OBSTÁCULOS

Poco después, el madrileño Fernando Carro también lograba el pase a la final de 3.000 metros obstáculos al ser quinto en su serie y pasar por tiempos con la quinta mejor marca de entre todos los participantes, un 8:13.56 que supone su segunda mejor marca histórica.

El ritmo de la primera serie, en la que se impuso el etíope Getnet Wale (8:12.96), permitió al español avanzar a la lucha por las medallas, superando en tiempo a los ganadores de las otras series, el etíope Lamecha Girma (8:16.64) y el keniano Conseslus Kipruto (8:19.20).

Por su parte, ni el burgalés Daniel Arce, noveno en la segunda serie (8:31.69), ni el deportista del FC Barcelona Ibrahim Ezzaydouni, quinto en la última (8:23.99), lograron el billete para la carrera definitiva del viernes (20.45 horas).

Tras la prueba, Carro reconoció que las sensaciones fueron "muy buenas". "Desde el principio he tenido la impresión de que era una carrera de meeting; estaba tirando de manera muy rítmica, lineal, muy fácil, no pedía ni siquiera relevos... Iba muy tranquilo detrás de él. En la parte final solo he intentado mantenerme recto, correr bien y no quemar balas, porque sabía que si intentaba entrar a cambios era una estupidez", manifestó a los medios de la RFEA.

"Hemos llegado cinco a la última vuelta, he intentado abrirme en la ría para pasar por puestos, pero ellos se han cambiado por dentro y yo he salido más atrás. Me llevo la sensación de que hay un par de atletas a los que podía haber ganado y la final va a estar muy abierta", apuntó.

"Cuando hemos pasado el primer mil me he tranquilizado muchísimo. En los últimos compases veía que no se había bajando el ritmo, que se seguía avivando, y estaba tranquilo. Sabía que aunque me ganara un atleta que pudiera suponer no entrar por puestos, iba a ser muy difícil que tantos atletas me adelantaran por tiempo. Por estadística, en todos los campeonatos con 8:20 estabas dentro", dijo, antes de hablar de su objetivo en la final. "Quiero llegar a la parte final de la carrera con ellos y tener la oportunidad de soñar", concluyó.

En cuanto a las finales del día, el estadounidense Noah Lyles es el nuevo rey de los 200 metros al imponerse en la final (19.82) al canadiense Andre De Grasse y el ecuatoriano Alex Quiñónez, mientras que la australiana Kelsey-Lee Barber se proclamó nueva campeona mundial de lanzamiento de jabalina.

Además, el estadounidense Sam Kendricks revalidó el oro en salto con pértiga (5.97), superando al sueco Armand Duplantis (5.97) y al polaco Piotr Lisek (5.87).

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