Telefónica, ahora o nunca

A falta del cierre de la vela semanal debo reconocer que me gusta lo que está haciendo nuestra operadora. Aunque ya sabemos cómo se las gasta, por lo que me sentiría mucho más cómodo si la vela semanal cerrara en máximos y cuando más arriba mejor que mejor. Dicho esto, lo que es innegable es la perfección con la que Telefónica está rebotando desde la potencial directriz alcista de largo plazo, la que une los mínimos crecientes desde 2012 y de 2016. Y digo 'potencial' porque para que sea una directriz necesitamos tres puntos de tangencia. Y por el momento tenemos dos, con la posibilidad de que finalmente los mínimos de esta semana sean el tercero de los apoyos.

Las sensaciones son buenas no nos engañemos, pero para poder tener la confirmación de un cambio de tendencia le exigiremos al título que salte por encima de la resistencia que presenta en los máximos de mayo, en los 8,25 euros. Por encima de dichos máximos sí que podremos hablar de un antes y un después en la operadora.