El miedo a la recesión encumbra a la renta fija como activo con mayor potencial este otoño

BlackRock y OFI AM se muestran muy poco optimistas respecto a la renta variable

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La política monetaria de los bancos centrales se está caracterizando por subidas agresivas de los tipos de interés, una senda que no parece que vayan a abandonar en el futuro cercano. Esto, sumado al contexto de alta inflación, la crisis energética que atraviesa Europa o las consecuencias derivadas del conflicto armado en Ucrania, ha generado un entorno de elevada volatilidad e incertidumbre en el mercado. En este marco, la gestora francesa OFI Asset Management recomienda mantener una postura defensiva en renta variable y apostar por la renta fija de cara al próximo otoño.

La firma gala explica que las expectativas de una flexibilización del ritmo de subidas de tipos por parte de los inversores han provocado que las expectativas de tipos de interés y rendimientos de bonos a largo plazo cayeran de forma continuada desde mediados de junio hasta finales de julio. Sin embargo, el duro tono de Jerome Powell en Jackson Hole y la abrupta subida de 75 puntos básicos del BCE han hecho que los inversores se replanteen todo.

“Ya no esperan un recorte de los tipos de interés en Estados Unidos en 2023, y están ajustando al alza sus expectativas sobre los del BCE a más de 150 puntos básicos para finales de año”, explican estos expertos.

"PREFERIMOS LA RENTA FIJA A LA VARIABLE"

En un sentido similar se pronuncian desde BlackRock, quienes también optan por la renta fija. "Preferimos la renta fija a la renta variable", señalan. "Creemos que la crisis energética provocará una recesión en Europa y que el BCE intenta combatir la inflación sin reconocer los costes", añaden.

Según BlackRock, la 'Gran Moderación', un largo periodo de crecimiento estable y baja inflación, ha terminado. La gestora estadounidense cree que el “apalancamiento sin precedentes” da un “menor margen de maniobra” a los responsables de política económica, al tiempo que señalan que la “politización de todo” provoca que “sea difícil encontrar soluciones sencillas cuando más se necesitan”.

“Esperamos que aumenten las primas de riesgo tanto de la renta variable como de la renta fija, por lo que las decisiones y los horizontes de inversión deben adaptarse más rápidamente”, agregan estos expertos. Asimismo, desde BlackRock señalan que “las carteras, las coberturas y los modelos de riesgo tradicionales ya no funcionarán”: “En EEUU esperamos un crecimiento volátil y una inflación persistente. En Europa, vemos probable una recesión, incluso sin grandes subidas de tipos”.

CONTEXTO FAVORABLE PARA LOS BONOS CORPORATIVOS

Desde OFI AM indican que, con un tipo de interés final del 2,0% en la zona euro y del 3,5% en los Estados Unidos, “los bonos a largo plazo parecen haber valorado adecuadamente el contexto macroeconómico, con tipos actuales del 1,5% para los bonos a 10 años y del 3,0% en su equivalente estadounidense”. “Esto justifica las curvas de rendimiento planas, o incluso invertidas, como ocurre actualmente en los Estados Unidos”, añaden.

En este sentido, OFI AM destaca que es “poco probable” que la volatilidad de los tipos de interés se reduzca a corto plazo, ya que “una mayor visibilidad requerirá que se produzca una pausa en los precios de la energía y que se publiquen cifras que demuestren una caída de la inflación subyacente”.

Por todo esto, afirman, “el contexto es favorable para los bonos corporativos, apoyados en sus rendimientos, tanto en ‘investment grade’, superiores al 3%, como en ‘high yield’, ligeramente inferiores al 7%”.

“A pesar de la próxima recesión económica, los niveles de ‘carry’ ofrecen una elevada protección. Los diferenciales de crédito, especialmente frente a la deuda pública han vuelto a sus niveles de 2012 y ya están poniendo en precio la recesión y un repunte sin precedentes en las tasas de ‘default’ del crédito ‘high yield’”, añaden.

Por su parte, BlackRock destaca que “el aumento de los diferenciales y de los rendimientos de la deuda pública hace que aumente la rentabilidad esperada”, por lo que “el riesgo de impago está contenido y el potencial de ingresos es atractivo”. “Estratégicamente, 'sobreponderamos' el crédito cotizado, desde el alto rendimiento hasta el grado de inversión global. Tácticamente, estamos 'sobreponderados' en grado de inversión, pero somos neutrales en alto rendimiento. Preferimos subir en calidad”, explican.

ESCASO OPTIMISMO EN RENTA VARIABLE

“No es momento de estrategias de inversión agresivas”. Así de claros se muestran desde OFI AM al hablar de su postura de cara a los próximos meses respecto a la renta variable, al tiempo que destacan que “no parece haber apenas motivo de optimismo” debido a los temores de inflación y recesión económica. Sin embargo, este verano los índices mundiales vivieron un rally alcista intenso, hasta la corrección de la última semana de agosto.

Esto se debe a que los resultados empresariales del primer semestre “batieron las previsiones”, explican desde la gestora gala. Además, las compañías “han seguido enviando mensajes positivos a pesar de la elevada incertidumbre macroeconómica actual”. “A principios de año, los analistas esperaban resultados empresariales en Europa para 2022 superiores en menos de un 10% a los de 2021. Sabiendo las cifras del primer semestre, ahora los sitúan un 15% por encima”, explican.

Asimismo, OFI AM destaca que cuando los beneficios suben y los precios de las acciones bajan, se produce una fuerte contracción en los múltiplos de valoración. Por ello, “actualmente, los PER a doce meses rondan el 11 en Europa y no superan el 17 en Estados Unidos” y con la subida de los rendimientos de los bonos, “era de esperar que estos múltiplos bajaran”. “Pero los niveles actuales están descontando una bajada los beneficios en 2023, o que los tipos de interés sigan subiendo a ambos lados del Atlántico”, añaden. ¿Qué sostiene entonces a la renta variable?

La postura de OFI AM respecto a la renta variable es “neutral en los niveles actuales”. La gestora gala propone aumentar la exposición un 10% desde su nivel más bajo y reducirla otro 10% desde su nivel más alto. “Cuando se aclaren algunas de estas incertidumbres, será el momento de adoptar una postura más decidida en el activo”, sentencia.

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