El Banco Central Europeo (BCE) ha arrancado su programa de compra de bonos comprando bonos alemanes, según acaba de publicarse.

Como saben, el organismo ha puesto en marcha este lunes, 9 de marzo, el programa de compra masiva de bonos para evitar la deflación y estimular el crecimiento. Hasta 60.000 millones de euros al mes invertirá la autoridad monetaria del Viejo Continente. Un lunes, además, en el que se celebra otro Eurogrupo, con Grecia como protagonista aunque no se espera que del encuentro salga un hipotético tercer rescate para el país.

Una de las dudas que asalta a los inversores es dónde centrará sus esfuerzos el BCE, que ya ha anunciado que intervendrá tanto en los mercados secundarios de deuda privada como en los de bonos soberanos. “Se analizará el flujo inicial para saber dónde se concentran las inyecciones y si hay correlación entre unos países y otros”, opina en Bloomberg Richard Kelly, jefe de estrategia global en el Toronto Dominion Bank. Según un sondeo del Royal Bank of Scottland de la que se hace eco Market Watch casi la mitad de los encuestados reconoció que sólo venderían bonos periféricos de países como España, Italia y Portugal y a precios mucho más altos de los actuales.

Es relevante recordar que, si bien el principal foco de tensión en Europa es Grecia, más allá del raquítico crecimiento económico y del riesgo de deflación, el presidente del BCE, Mario Draghi, advirtió el jueves que no puede comprar bonos griegos. El banquero italiano señaló que los préstamos a Grecia equivalen a 68% del PIB del país heleno, "el más alto de la zona euro", pero no puede comprar sus bonos hasta que "se cumplan las condiciones". Draghi clarificó que los bonos griegos no disponen de grado de inversión.

Bonos de España, Italia y Portugal, y a precios más caros

Las opiniones sobre la efectividad de esta QE (quantitative easing como la denominó en Estados Unidos la Reserva Federal) son muy diversas. En AFP recogen la de Capital Economics, donde dudan “mucho” que esta nueva política impulse una recuperación económica significativa o contrarreste la amenaza de la deflación: “Todavía hay un gran holgura en el mercado laboral a pesar de las recientes caídas en el número de parados y las encuestas empresariales siguen siendo coherentes con sólo un débil crecimiento, elevando las posibilidades de un ataque sostenido de la deflación".

No obstante, se oyen voces optimistas como la de Neil MacKinnon de VTB Capital: “Vemos ya un número significativo de efectos positivos (…) El círculo del crédito mejorará, desde su suelo, y la QE podría tener más efectos aún en este crecimiento de la financiación”. Reconoce este experto que el BCE encara numerosos retos económicos y de política monetaria que “podría solo ser capaz de contener en parte”.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la reacción de los inversores al ver la rentabilidad de los bonos empujada a la baja. Según Victoria Torre, analista de Self Bank, “la opinión está dividida, algunos piensan que el efecto está descontado, pero otros aseguran que no. Las apuestas ahora mismo se inclinan a que la prima de riesgo española podría llegar a los 70 puntos básicos”.

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