• Expertos consultados no esperan movimientos bruscos en el corto plazo contra el dólar: la resistencia en los 6.7 y los 7.0 yuanes, tiene la culpa
  • El reto es en el largo plazo cuando un declive de entre el 7% y el 10% es probable, indica Ashraf Laidi
  • Muy probablemente el yuan reste liquidez al yen
  • Entre los afectados están también las economías emergentes y los dólares australiano y neozelandés, muy correlacionados con la economía China
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Con una volatilidad en retroceso desde el pasado mes de junio y sin demasiadas esperanzas de que el dólar levante el vuelo en el último trimestre del año contra sus principales rivales, los operadores del mercado de las divisas buscan indicios de que la próxima entrada del yuan en las divisas reserva del Fondo Monetario Internacional (FMI) presente nuevas oportunidades. El 1 de octubre se hará oficial el anuncio que hizo la entidad a finales de 2015 y el Banco Popular de China ha contado con casi doce meses de preparación para que el debut de su moneda se produzca sin sobresaltos.

La autoridad monetaria internacional ya admitió el año pasado que el yuan cumplía con los dos requisitos necesarios para formar parte de sus divisas internacionales: “ser ampliamente utilizada y de libre uso”; de hecho, según un informe del Banco de Pagos Internacionales, el volumen de transacciones en yuanes alcanzaba los 202 mil millones de dólares en abril de 2016, el 4% de todas las transacciones de divisas internacionales (casi el doble del 2% de hace tres años). Así, la de la semana que viene es una “puesta de largo a medias”, ya que se trata simplemente de formalizar el acuerdo adquirido y de acabar de vestir a la moneda china con el prestigio que da el ingreso en la cesta del FMI. Con la inclusión de esta quinta divisa, la composición final quedará de la siguiente manera: un 47,7% para el dólar, 30,9% para el euro,10,9% para el yuan, 8,3% en yenes y 8,09% en libras esterlinas. El último cambio que se hizo a la canasta del FMI tuvo lugar en 2000, cuando el euro reemplazó al marco alemán y al franco francés.

Los pares del yuan reciben el cambio de estatus sin grandes sobresaltos, con un banco central que se ha esforzado en apuntalar la divisa

Así, los pares del yuan reciben el cambio de estatus sin grandes sobresaltos, con un banco central que se ha esforzado en apuntalar la divisa y “evitar el abrupto declive que muchos fondos de inversión esperaban”, tal y como señala el operador y experto en divisas Ashraf Laidi. Sin embargo, los analistas consultados por Bolsamanía llaman a la cautela ya que, tal y como advierte Fernando Piqueras, operador del equipo de docentes de MolFx: “China es una economía muy dirigida por su gobierno central, eso indica que intervendrá en la cotización de su moneda en forma contundente, y tiene poder económico para hacerlo”. Aunque, puntualiza el experto que “si se está posicionado del lado correcto, habrá buenas oportunidades de operaciones ganadoras”.

De hecho, la volatilidad en el yuan en estos días previos a su alta oficial en los fondos reserva del FMI está siendo más bien escasa. En su cruce contra el dólar ha mantenido un pequeño rango de negociación entre 6,620 a 6,720 yuanes durante los últimos 3 meses, y por eso algunos inversores sienten que la moneda no ofrece atractivo para la operativa. Martin Zhong, analista de mercados en Shanghai para ForexTime explica este comportamiento por la misma razón que “una gran cantidad de monedas presentan, en general, reducidos volúmenes en su operativa antes de anuncios importantes” y este “pánico escénico” incide en que actualmente “no haya demasiadas oportunidades en el Dólar/Yuan en comparación con el Dólar/Yen, por ejemplo”.

QUÉ PODEMOS ESPERAR EN LOS PRÓXIMOS MESES

El experto de ForexTime cree que es probable que hacia finales de año aumente el apetito por el yuan, aunque puntualiza que la visión del broker se mantiene bajista. “No hay que olvidar que la economía de China está en franca desaceleración, mientras la de EEUU está apoyando al dólar. Sin embargo, y dado que el Yuan está controlado por su banco central no vemos posible un declive demasiado pronunciado en el yuan en el corto plazo”, aclara Zhong. “Técnicamente, el nivel entre los 6.7 y los 7.0 yuanes por cada dólar es una enorme resistencia para el Dólar/Yuan”, añade el analista.

Técnicamente, el nivel entre los 6.7 y los 7.0 yuanes por cada dólar es una enorme resistencia para el Dólar/Yuan

Adrián Aquaro, fundador de Trader College, tampoco cree que se vayan a ver movimientos bruscos en el corto plazo, pero señala que en el caso de que se dé una apreciación o una devaluación violenta del yuan generará una inmediata intervención del Banco Central, “lo cual puede ser hasta una ayuda para los operadores intradiarios, que trabajen contra soportes y resistencias de mediano plazo”. En cualquier caso, durante los próximos 3-6 meses, Beijing tiene suficientes reservas para evitar fluctuaciones abruptas, “especialmente declives bruscos, lo que sería perjudicial para la economía mundial”, señala Ashraf Laidi. Para este experto el reto sigue siendo a largo plazo, “es decir, a dos o tres años vista, por lo que una disminución del 7-10% con respecto a los niveles actuales será difícil de evitar, debido a problemas de deuda de China, la morosidad del país y la caída de sus reservas de divisas”.

Volviendo al escenario a tres meses vista, Aquaro es de la opinión que “no parece que esta entrada del yuan en la canasta del FMI vaya a cambiar su peso en el mercado internacional, ni que su tipo de cambio sufra modificaciones importantes. El yuan se encuentra dominado por el dólar por supuesto, y por las divisas que aún con oscilaciones importantes se mueven por oferta y demanda, como el euro, la libra Esterlina, el yen y el franco suizo”.

En este sentido, la apuesta de Fernando Piqueras, de MolFX es que “en un comienzo suba en relación al dolar, y luego buscara su cotización de equilibrio, que debería ser no muy alejada de la pactada entre los bancos centrales a esa fecha”.

ATENCIÓN A LOS MERCADOS EMERGENTES

Además de los cruces del yuan, el cambio de posición en la moneda afectará a otras divisas. En este sentido, Piqueras recuerda que el único precedente de un movimiento similar se puede buscar en 2000, cuando se produjo el ingreso del euro en la cesta de divisas reserva del FMI y la moneda única se fortaleció con respecto al dólar. Así que “muy posiblemente, el yuan reste liquidez a las otras monedas, sobre todo al yen”, remarca el analista de MolFX.

Sin embargo, es en los mercados emergentes donde los expertos ponen el acento ya que China y las divisas de estas economías tienen una correlación positiva, por lo que si el mercado es favorable en China, entonces se verá un aumento del apetito de riesgo hacia los mercados emergentes. Así, para Adrián Aquaro “la novedad no solo le sirve a China, sino también a diversas economías emergentes, cuyos cambio de moneda local con yuanes (los denominados swaps), carecían de valor internacional, tratándose de una moneda de gran volumen por el tamaño de la economía china, pero no por su peso en el mercado de divisas”.

Sin embargo, Martin Zhong también advierte que “cada vez que el Yuan se deprecia esto es generalmente negativo para los mercados emergentes y también afecta a otras monedas importantes como los dólares australiano y de Nueva Zelenda”. El analista de ForexTime lanza una última voz de alerta sobre estas monedas del Pacífico ya que como “la economía de China sigue mostrando signos de desaceleración, los operadores mantienen un sesgo bajista hacia los dólares australiano y neozelandés”. “Además, con la amenaza de que los bancos centrales de ambos países preparan nuevos estímulos, el panorama es aún más negativo para estas divisas”, concluye el experto.

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