• El resto de parqués del continente acaban en verde
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La atención de los inversores en Asia se centra este lunes en China. El Shanghai composite y la bolsa de Shenzhen acaban la primera sesión semanal con abruptas caídas de un 1,81% y un 3,24%, respectivamente, después de que el Banco Popular de China haya bombeado 140.000 millones de yuanes (más de 20.000 millones de dólares) en el mercado interbancario. Se trata de la mayor inyección de fondos desde el pasado 6 de junio.

La reacción del yuan no se ha hecho esperar y ha extendido su avance de seis jornadas, hasta las 6,7683 unidades por dólar, desde donde ha caído marginalmente hasta la franja de las 6,7700 unidades. El movimiento se ha producido después de que el banco central del país haya situado el cambio fijo de la moneda china (sólo puede fluctuar un 2% alrededor de este precio) en su mejor precio desde el mes de noviembre.

El avance del PIB hasta el 6,9% frena las caídas de los valores del gigante asiático

La divisa también ha recibido parte de su impulso del Producto Interior Bruto (PIB) de China, que ha superado las expectativas y ha avanzado un 6,9% en el segundo trimestre. Este dato iguala el crecimiento del primer trimestre de 2017 y supera el del mismo período del año anterior, del 6,7%. El mercado esperaba un PIB del 6,8%.

VERDE EN EL RESTO DE PARQUÉS

En el resto del continente, los principales parqués acaban la jornada en verde, con ganancias marginales en el Nikkei, mientras el Hang Seng de Hong Kong avanza un 0,28% y el Kospi surcoreano lo hace un 0,43%. Malasia y Tailandia cierran planas, mientras Bombay y Singapur avanzan un tímido 0,10%. Exactamente lo mismo que pierde Australia.

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