• Las tensas relaciones con EEUU influyen en la depreciación de la moneda

La lira turca ha profundizado en las agudas pérdidas que dominan su operativa desde el mes de septiembre. La moneda ha marcado un nuevo mínimo histórico en las inmediaciones de las cuatro unidades por cada dólar, desde donde remonta marginalmente. Con respecto al euro, también ha alcanzado un cambio inédito en las 4,6754 liras.

La senda bajista en la que se ha embarcado la divisa turca, desde el mes de septiembre, eleva a un 17% las pérdidas contra su contraparte de EEUU, hasta detenerse justo en los 3,9818 liras. Con respecto a la moneda comunitaria acumula un declive de un 13% en el mismo período.

En los últimos meses, las preocupaciones acerca de las tensas relaciones entre EEUU y el Gobierno de Ankara y las dudas sobre la independencia del banco central del país se han incrementado, provocando las ventas de la moneda.

El banco central se enfrenta con la nada envidiable tarea de tratar de equilibrar la inflación de dos dígitos con las demandas del presidente Tayyip Erdogan de rebaja de las tasas de interés, actualmente en el 8%. El supervisor ha respondido con medidas de emergencia para ajustar su política, aunque eso no ha logrado revertir la caída. El supervisor ha anunciado que eliminará los límites de endeudamiento de los bancos en el mercado monetario interbancario para transacciones a un día, y aumentará su límite para la facilidad de liquidez intradía, ambas medidas diseñadas para apuntalar la moneda.

De hecho, el desplome ha provocado el repunte de la inflación hasta el 11,90% en octubre al aumentar el coste de la energía y otras importaciones, lo que repercute en el déficit comercial teniendo en cuenta que el país importa casi todas sus necesidades energéticas.

TENSIÓN CON EEUU

Las preocupaciones sobre las relaciones con EEUU se centran en el juicio del comerciante de oro turco Reza Zarrab, acusado de violar las sanciones de Estados Unidos contra Irán. El portavoz del Gobierno turco ha descrito recientemente el caso como una "clara conspiración contra Turquía" que carece de base legal.

"La dirección de las relaciones ha sido claramente alarmante”, ha señalado William Jackson de Capital Economics. "Turquía y los EEUU. Históricamente han tenido vínculos estrechos, pero si se observan los acontecimientos de los últimos meses sugieren que las relaciones se están deteriorando y que sin duda es una gran preocupación para los inversores”, ha añadido.

Los inversiores extranjeros de los que depende Turquía para financiar sus grandes presupuestos y déficits de cuenta corriente también están profundamente preocupados por la presión política sobre el banco central. Erdogan, quiere una rebaja de los tipos de interés para impulsar los préstamos y la construcción y ha dado señales de que planea una mayor injerencia. En concreto en declaraciones de la semana pasada señaló que la falta de intervención gubernamental en la política había dejado a Turquía con una alta inflación.

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