• La brecha se produce por los tipos efectivos, es decir, tras las deducciones que tienen los diferentes impuestos
  • Los expertos consideran que el ajuste vía gasto ha sido ya muy severo y que hay margen en la recaudación

España debe continuar con la senda de reducir su déficit estructural, pero el margen para hacerlo con nuevos ajustes en el gasto es limitado, mientras que es amplio en la recaudación. Esta es la principal conclusión de los economistas de Fedea en un análisis sobre la presión fiscal en la economía española, que se ha alejado en los últimos años del promedio de la Unión Europea.

En concreto, entre 2007 y 2015, los ingresos del sector público se redujeron como porcentaje del PIB desde el 40,9% hasta el 38,2% en España. Es decir, una caída de 2,7 puntos porcentuales que contrasta con el aumento de 1,2 puntos en la media de las 15 principales economías de la Unión Europea (UE-15), que utilizan como referencia los economistas de Fedea, y donde la recaudación se eleva desde el 44,3% hasta el 45,5%.

En las cuatro grandes economías de la UE, en Alemania se incrementa desde el 43% hasta el 44,6%, en Francia desde el 49,7% hasta el 53,2%, en Italia desde el 45,3% hasta el 47,9% y en Reino Unido desde el 38,6% hasta el 38,8%. Es decir, este último país es el único entre las cinco economías más importantes por tamaño de la Unión Europea que tiene menos recaudación en términos relativos que España y, en todo caso, en el resto aumenta el porcentaje durante los últimos años.

Los ajustes vía gasto han sido muy severos y sería difícil justificar proseguir el necesario ajuste -del déficit estructural- reduciendo el gasto aún más

Así, en el informe 'Los ingresos públicos en España' elaborado por José Ignacio Conde-Ruiz, Manuel Díaz, Carmen Marín y Juan Rubio Ramírez, estos expertos concluyen en que España tiene margen para aumentar su recaudación. “Nosotros creemos que los ajustes vía gasto han sido muy severos y sería difícil justificar proseguir el necesario ajuste -del déficit estructural- reduciendo el gasto aún más”, expresan.

No obstante, el aumento de recaudación no vería tanto por una subida de los tipos impositivos de los impuestos como por una reducción de los beneficios fiscales que reducen los tipos efectivos. De hecho, sólo en el caso del IRPF e IVA, citando en este caso al Ministerio de Hacienda y de Administraciones Públicas, los beneficios fiscales representaron el 1,4% y el 2,08% respectivamente del PIB, lo que conjuntamente suponen unos 37.000 millones de euros, “es decir, más o menos, el déficit estructural que sufre la economía española en este momento”, relatan.

“La eliminación de los beneficios fiscales, manteniendo fijos los tipos impositivos, sería una rápida y eficiente forma de aumentar la recaudación y dar solución a nuestros problemas fiscales”, argumentan Conde-Ruiz, Díaz, Marín y Ramírez. “Pero aún en el caso de que alguien no esté de acuerdo con esta premisa y no considere necesario aumentar la recaudación, nuestro análisis señala que sería muy eficiente eliminar beneficios fiscales a la vez que se bajan los tipos para mantener la recaudación constante”, agregan.

BRECHA EN CADA IMPUESTO

Nuestro análisis deja claro que España usa poco los precios públicos. Parece claro que la ausencia de copago sanitario lastra esta forma de recaudación

En este sentido, en el análisis de cada impuesto, en IRPF estiman que la recaudación está en torno a 2,5 puntos porcentuales del PIB por debajo de la media de las 15 mayores economías de la UE. Mientras que en el primer caso los ingresos se han mantenido prácticamente constantes entre 2007 y 2015, en el segundo han aumentado en medio punto porcentual. Algo que a juicio de estos economistas no se produce porque los tipos impositivos sobre la renta sean bajos en España, ya que los tipos marginales son “muy altos”. Pero los efectivos no, debido a “un alto grado de beneficios fiscales en comparación con la UE-15”. Entre el Estado y las comunidades autónomas, lo anterior reduce la recaudación en 14.800 millones, un 1,4% del PIB y un 18,6% de la recaudación total por IRPF.

Este hecho se produce también con el Impuesto de Sociedades, aunque el efecto se ha reducido con las últimas medidas del Gobierno para ensanchar la base y limitar la compensación de las bases imponibles negativas, lo que el Ejecutivo de Mariano Rajoy estima que tendrá un impacto en la recaudación de 4.650 millones de euros. Hasta ahora, según los economistas de Fedea, el 15% de la recaudación por Sociedades se reducía por beneficios fiscales.

En cuanto al IVA, pese a que los tramos del 4%, del 10% y del 21% son similares a otros países, los tipos reducidos hacen que el tipo implícito ronde el 15,2%, 4,6 puntos porcentuales más bajo que la media europea, según el informe.

El estudio publicado por Fedea también observa una menor recaudación por impuestos especiales y por “recursos a la producción”, es decir, ingresos relacionados con los bienes y servicios prestados por parte del sector público. España presenta ingresos del 2,2% del PIB frente al 3,1% de la UE-15. “Nuestro análisis deja claro que España usa poco los precios públicos. Parece claro que la ausencia de copago sanitario lastra esta forma de recaudación”, concluyen.

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