• Los expertos avisan que es una oportunidad para entrar en el euro/dólar con un 'stop-loss' en los 1,17 dólares
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La figura del euro de la jornada del miércoles deja claro que el dólar está viendo una mini luna de miel con los inversores. Después de que la debilidad del ‘billete verde’ haya sido el motor de los mercados monetarios durante varias semanas, el ‘rally de alivio’ de la divisa estadounidense ha acabado por notarse también en la ‘moneda única’ que ha perdido los 1,19 dólares en precios de cierre por primera vez en nueve días. La libra es la otra protagonista de la jornada y ha dejado un nuevo máximo de un año después de que el BoE haya deslizado que subirá los tipos más rápido de lo que se espera.

Este jueves, el euro/dólar ha extendido su caída hasta los 1,1866 dólares, mínimos de casi dos semanas, lo que sugiere que, al menos en el corto plazo, el auge de la divisa comunitaria ha tocado su techo. “Así lo inidica la pérdida del nivel de los 1,1910 dólares”, señala Michael Hewson, analista de CMC Markets, quien añade que “el fracaso en reconquistar los 1,20 dólares mantiene la posibilidad de que el declive persista hasta los 1,1820 dólares”.

"Ahora bien, en el corto lo que tenemos es un impecable canal alcista, con soporte en la base del canal, ahora en los 1,1840 dólares y como resistencia los máximos anuales (1,20924 dólares) y por encima la parte superior del canal, ahora en los 1,23 dólares", apunta José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.

El mercado ha reaccionado a la voracidad por el dólar y mientras siga la apreciación de la moneda de EEUU será difícil que el euro/dólar retome su impulso alcista

Pero que no cunda el pánico. “Nada ha cambiado en la Eurozona en las últimas jornadas que justifique esta caída. Los fundamentales siguen igual y el Banco Central Europeo (BCE) mantiene sus planes de explicar su calendario de salida de su política de estímulos el 26 de octubre”, tranquiliza Kathy Lien, fundadora de BK Asset Management. “El mercado ha reaccionado a la voracidad por el dólar y mientras siga la apreciación de la moneda de EEUU será difícil que el euro/dólar retome su impulso alcista”, matiza. Y mientras eso pase, la experta señala que la oportunidad sigue estando en comprar el euro en las caídas, por lo que “con un stop-loss en los 1,17 dólares, el reciente retroceso nos da la oportunidad de entrar en el cruce con posiciones largas”.

Ya lo dijo el ex presidente del BCE Jean-Claude Trichet. El problema no es la fortaleza del euro, sino la debilidad del dólar y aunque la moneda única responde al crecimiento de la Eurozona este año y al giro del banco central hacia el fin de su política ultra-flexible, el sufrimiento del dólar ha apuntalado al euro en su subida hasta los 1,2170 dólares. Por lo tanto, es normal que la reciente escalada de un 11,5%, desde finales de abril encuentre sus pausas y sus retrocesos y el alivio de los inversores en sus preocupaciones sobre Corea del Norte y la política estadounidense ofrece una buena excusa.

Además, la tendencia al alza en los rendimientos del Tesoro y la promesa del presidente estadounidense, Donald Trump, de reducir los impuestos corporativos ha echado más gasolina a los alcistas en el dólar. Se esperan más detalles sobre su plan el 25 de septiembre y aunque el mercado sigue mostrándose escéptico sobre la reforma fiscal de la administración republicana, fijar un día para ofrecer mayores explicaciones da esperanza a los inversores de que se hacen progresos en este sentido.

Pero antes está la cita del mercado con la inflación de EEUU de agosto. El dato debería superar a las lecturas anteriores, a causa de los efectos del huracán 'Harvey', que hizo subir los precios de la gasolina el mes pasado. Y con el dólar enfrentándose a resistencias contra el euro, pero también contra el yen, donde ha alcanzado un pico de cuatro semanas en los 110,800 yenes, "podría ser un buen momento para la toma de beneficios", alerta Lien.

LA LIBRA, MUY PENDIENTE DE SI EL BOE SE DEJA LLEVAR POR LOS HALCONES

Pero la gran cita de los mercados ha sido con el Banco de Inglaterra (BoE) por sus siglas en inglés. El cónclave del regulador monetario se ha celebrado después de una batería de datos mixtos en Reino Unido y de los máximos de un año que alcanzó la libra contra el dólar por encima de los 1,33 dólares tras el informe de inflación. En términos anuales se ha expandido hasta el 2,9%, máximos de cinco años y una décima por encima del 2,8% esperado, superando el 2,6% previo.

La consecuencia directa del repunte de los precios lleva algunos meses notándose en el poder adquisitivo de los trabajadores, ya que los salarios reales están cayendo de nuevo. De hecho, los últimos datos del mercado de empleo británico muestran que el engorde de las nóminas es sólo del 2,1% en agosto, inalterado en comparación con meses anteriores. “La incapacidad de que los sueldos alcancen la inflación repercute negativamente en los hogares y acabará por impactar en el crecimiento económico, que se ha basado largamente en el comportamiento del consumidor”, explica Lukman Otunuga, analista de FXTM.

En este contexto, el BoE tiene complicado el equilibrio entre el impulso potencial al crecimiento a largo plazo y la presión sobre los consumidores ya agobiados a corto plazo. De momento, ha mantenido sin cambios su política monetaria. El organismo mantiene los tipos sin modificaciones al igual que su programa de compra de activos, pero ha dejado caer que los tipos subirán antes de lo previsto y la libra se ha catapultado hasta los 1,3371 dólares. El BoE ha llegado a esta decisión por siete votos a favor y dos en contra.

La división de votos muestra que la cuestión del incremento de las tasas sigue resonando entre los miembros del Comité de Política Monetaria del BoE. Y su lenguaje "está ofreciendo constantes señales de que el mercado no está descontando una subida de tasa de interés en el futuro, hecho que ofrece impulso a la libra", comenta Naem Aslam analista de ThinkMarkets. Pero fundamentar un prolongado crecimiento de la libra “sólo en el hecho de que el supervisor monetario subirá los tipos presionado por la inflación” es un movimiento “demasiado osado” para el analista del broker británico.

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