• Estados Unidos ha descartado excluir al acero de la UE de los aranceles
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La Comisión Europea ha publicado la lista de productos estadounidenses a los que podría imponer un arancel para reequilibrar las medidas estadounidenses en caso necesario, un perjuicio que calcula que ascendería a 6.400 millones de euros.

Entre los productos a los que Bruselas barajaría imponer un arancel se incluyen entre otros, zumo de naranja, arándanos, arroz, maíz, whisky, tabaco, cosméticos, vaqueros y productos acereros y de aluminio.

La lista todavía podría sufrir "ajustes" en función de las observaciones de las partes interesadas, incluida la industria y los Gobiernos, que tendrán hasta el 26 de mayo para remitir sus observaciones sobre si la imposición de un arancel a algún producto podría tener un impacto económico "negativo" para Europa.

Tras evaluar sus observaciones, el Ejecutivo comunitario presentaría una propuesta normativa con la lista jurídica, que debería ser aprobada por los Estados miembro en el proceso de comitología, algo que podría ir "bastante rápido", según un alto funcionario europeo.

Ello permitiría al Ejecutivo comunitario notificar a la Organización Mundial del Comercio "la suspensión de las ventajas comerciales" a Estados Unidos, lo que le daría derecho a aplicar "en cualquier momento" un arancel máximo del 25% a una parte de los productos en la lista para compensar un daño económico equivalente a 2.800 millones de euros que provocaría el arancel estadounidense para el acero largo y liso, en los que la UE considera que "no ha habido un aumento absoluto de importaciones" que justifiquen su medida.

En cambio, la UE solo podría imponer aranceles -que irán a priori del 10% máximo para compensar el aluminio hasta el 25% o superior para compensar el acero- a otra parte de los productos en la lista cuando la OMC haya decretado que la medida de EEUU es "incompatible" con sus normas o a los tres años de su aplicación, ha explicado el alto funcionario europeo, que ha cifrado en 6.400 millones de euros el valor total de "los derechos de reequilibrio" que podría exigir el bloque por las medidas de EEUU.

El bloque descarta en todo caso aplicar los aranceles de forma inmediata, algo que será objeto de una decisión posterior en función de la evolución de la situación, ha explicado un alto funcionario europeo. "La decisión de aumentar los aranceles no es algo que vamos a hacer en estos 90 días. Es algo que discutiremos en un momento posterior", ha explicado.

La UE debe notificar a la OMC antes de 60 días como muy tarde desde que Estados Unidos tome una medida su intención de aplicar medidas para reequilibrar la situación y luego hay un plazo de 30 días hasta que éstas pueden entrar efectivamente en vigor.

DESCARTA EXCLUIR A LA UE

La Administración Trump ha descartado a priori otorgar a la Unión Europea "una exclusión total" del arancel del 25% al acero y del 10% al aluminio, aunque sí señala que podría limitar su aplicación a partir de un determinado volumen de exportaciones al mercado estadounidense.

"Se nos ha indicado que es probable que, si hay una exención, no sería una exención total. Básicamente sería para algunos países. Este arancel del 25% y del 10% solo se aplicaría cuando tus exportaciones excedan un cierto volumen", ha explicado un alto funcionario europeo.

La Unión Europea ha dejado claro a la Administración estadounidense que espera que excluya de los aranceles a todos sus Estados miembro y descarta reducir "voluntariamente" sus exportaciones para negociar su exclusión.

Alemania, Países Bajos, Italia, España, Reino Unido y Suecia son los principales exportadores de acero al mercado estadounidense del bloque y también figuran entre los 20 principales exportadores a nivel mundial, según han explicado fuentes comunitarias.

La comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, se reunirá la próxima semana con el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, a escasos días de que EEUU tome una decisión final el viernes 23 de mayo sobre los polémicos aranceles, aunque fuentes comunitarias no han podido precisar todavía la fecha exacta ni si el encuentro tendrá lugar en Washington o en Bruselas.

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