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El índice de actividad económica de Brasil se contrajo en el primer trimestre, lo que confirma las señales de recesión. A pesar de ello, la presidenta, Dilma Rousseff, ha intensificado el ajuste fiscal, que podría agravar la debilidad de la economía brasileña.

En octubre Dilma Rousseff fue reelegida tras una dura pugna con Aécio Neves, miembro del Partido de la Social Democracia Brasileña. Neves era, además, el favorito de los mercados. Se esperaba por su parte una política económica basada en una racionalización de las cuentas públicas que permitieran a Brasil reducir su déficit público y evitar que la economía perdiera el grado de inversión por parte de las agencias de rating. También se preveían medidas para mejorar la competitividad del tejido empresarial y una mayor apertura comercial, más allá de Mercosur, cada vez más rezagado frente a la Alianza del Pacífico.

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Sin embargo, Rousseff fue reelegida y lejos de las políticas de su primera legislatura, escuchó a los economistas y ha aplicado reformas por las que abogaba su rival político. La presidenta ha llevado a cabo un ajuste fiscal que se intensifica tras sus últimas medidas. Rousseff ha anunciado este mes un incremento del impuesto a la Renta de Personas Jurídicas a los bancos desde un 15% hasta un 20%. Además, ha bloqueado el gasto de 23.000 dólares para alcanzar la meta del superávit primario del 1,2% del PIB. El continuo ajuste fiscal y la marcha de la economía, castigada por los escándalos de corrupción con Petrobras en el centro del entramado, han provocado que la popularidad de la sucesora de Lula caiga a mínimos históricos. “El mercado estima que estas medidas no alcanzarán para alcanzar la meta y además, que pueden agravar la recesión, con lo que el consenso espera una caída de PIB del 1,2% durante 2015, la mayor caída en los últimos 25 años”, explica un informe de Informe del departamento de estudios económicos de Banco de Crédito de Perú (BCP).

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El consenso de economistas espera una caída de PIB del 1,2% durante 2015, la mayor caída en los últimos 25 años

SEÑALES DE RECESIÓN

Por un lado, Rousseff está llevando a cabo un ajuste fiscal necesario, según los economistas y también según la percepción del mercado. Pero por otro, la debilidad de la economía cada vez es más latente. “El índice de actividad económica de Brasil se contrajo en el primer trimestre lo que confirma las señales de una recesión que podría empeorar en un contexto que el gobierno aplica ajustes fiscales”, exponen los expertos de BCP.

“El índice de actividad económica elaborado por el Banco Central registró
una caída del 0,8% trimestral en el primer trimestre (-2,0 interanual) y la tasa de desempleo alcanzó un máximo de casi cuatro años”, agrega el informe.

Las perspectivas no son nada halagüeñas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía brasileña entre en recesión este año y el PIB se contraiga en 2015 un 1%. Para 2016 la proyección es que se expanda un 1%, según el último informe del FMI 'Perspectivas económicas: Las Américas'.

El informe de BCP explica que la contracción del indicador de actividad económica del 2% en los tres primeros meses del año, que aglutina información de agricultura, industria y servicios, sería consistente con una caída del PIB del 1,7% interanual en el mismo periodo.

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