En el corto plazo, después de las importantes subidas acumuladas desde principios de año, no se puede descartar alguna recogida de beneficios (o fase de reacción).
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Desde los mínimos de octubre podemos ver cómo los títulos de la compañía aseguradora se encuentran dibujando impecables mínimos y máximos crecientes, que no es otra cosa que la definición de una tendencia alcista. Por lo pronto el precio ha sido capaz de dejar atrás la importante resistencia que presenta en los 2,88 euros. Aunque no es menos cierto que en este momento cotiza en plena resistencia, como es el hueco bajista de la sesión del 29 de agosto en los 2,923 euros. No podemos descartar en el corto plazo una corrección/consolidación de niveles pero lo cierto es que todo hace pensar que, más pronto que tarde, ponga rumbo a los máximos históricos que alcanzó en 2017 en los 3,18 euros.
