MADRID, 06 JUN. (Bolsamania.com/BMS) .- Comentaba Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), que Bernanke supo lidiar con la mayor crisis de la historia tras el crack del 29 porque era el hombre vivo que mejor conocía aquella debacle financiera. A esta orilla del Atlántico, su homólogo en el Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha intentado imitarle cinco años después, lo que da idea de que la Unión Europea es una lenta maquinaria cargada de restricciones. También es una muestra de ello que la conclusión más extendida sobre el efecto de las medidas históricas adoptadas ayer por la máxima autoridad monetaria europea llegará a la economía real, de llegar, en varios meses. “El BCE ha cambiado de juego, pero hay que tener en mente que el impacto en la economía real tardará en llegar entre seis o nueve meses”, declara en Reuters Christophe Donay, responsable de estrategia de Pictet.

Además, incluso en los mercados financieros, los beneficios están condicionados a que los bancos quieran pedir esos 400.000 millones de euros que ofrece el BCE para dar préstamos. Así muestran sus dudas los expertos de Capital Economics: “Draghi aseguró que las nuevas TLTRO pueden inyectar 400.000 de euros en fondos, pero tenemos dudas de que la absorción sea, ni de lejos, tan grande, debido a la falta de oportunidades para prestar. Además, la previsión de que el BCE se embarque en un programa de compra de activos (ABSs) es limitada por el pequeño tamaño de este mercado en la Zona Euro”.

Donde el impacto sí es ya notable es en la bolsa. Los optimistas recuerdan hoy aquello de que “la bolsa es un indicador adelantado de la economía”, y los más escépticos hacen memoria y se trasladan a otros momentums bursátiles que han dado al traste con dicha máxima. La realidad pura y dura dice que el Ibex se va de fin de semana por encima de los 11.000 puntos (11.064,3 puntos), un nivel que aunque es redondo y bonito, en este ocasión no es sólo psicológico. Como indica el analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez, el selectivo español está en plena resistencia, entre los 11.000 y los 11.165 puntos, una zona en la que se ha frenado ya en dos ocasiones: octubre de 2010 y febrero de 2011.

En este punto llega la advertencia imprescindible para gestionar la euforia sin sufrir un mal final: “En cualquier momento se puede girar”. Rodríguez no se cansa de repetir que “si se ha sabido entrar cuando había que hacerlo, no hay ningún campo de minas por ningún lado”, porque la tendencia del Ibex 35 sigue siendo muy alcista. Las señales de debilidad sólo llegarían si el selectivo pierde los 10.665 puntos.

El Ibex ha terminado esta semana que pasará a la historia como la del bazzoka de Draghi con subidas acumuladas del 2,46%, mientras que las bolsas europeas registran un saldo semanal positivo del 1,35% de media. Las plazas del Viejo Continente, según Donay, se beneficiarán de las decisiones del BCE: “En el medio plazo, la descorrelación entre las medidas de la Fed y el BCE favorecerán a las bolsas europeas frente a Wall Street, porque siguen siendo más baratas que las acciones estadounidenses y van a beneficiarse de los flujos de dinero que inyectará Draghi”.

David Thebault, de Global Equities, también cree que “Draghi ha cumplido con su misión”, mientras que el famoso inversor estadounidense Wilbur Ross, famoso por sus inversiones en Europa, asegura en CNBC que apostará más dinero en el Viejo Continente. Ross cree que el cambio psicológico que ha liderado Draghi en el BCE es necesario y le ha dado la vuelta a la mentalidad de los inversores.

María Gómez
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