MADRID, 24 AGO. (Bolsamania.com/BMS) .- Cierre positivo para las Bolsas europeas tras otra jornada cargada de volatilidad en la que el optimismo de Wall Street ha animado a los inversores del Viejo Continente. Las plazas europeas abrían esta mañana con tímidas subidas si tenemos en cuenta que debían recoger una potente estela alcista dejada por la Bolsa de Nueva York en la jornada precedente. Los ánimos se templaban por el recorte de la nota de Japón por parte de Moody’s. La agencia de calificación de riesgos ha bajado el rating de la economía nipona un escalón, hasta Aa3 desde Aa2, debido principalmente a su déficit y a la acumulación de deuda desde la recesión de 2009. Sin embargo, ha situado la perspectiva en estable, por lo que no se prevén más recortes.

A esta mala noticia, se sumaba después un índice de confianza del consumidor IFO en Alemania en mínimos desde hace más de un año, otra muestra más de que “el motor” de la Zona Euro no es inmune a la crisis. No obstante, hoy el mercado ha vuelto a escuchar la negativa “diaria” de la canciller alemana, Angela Merkel, a los Eurobonos y, el presidente del país, Christian Wulff, ha ido aún más lejos al criticar con dureza las compras de deuda de países con problemas que está llevando a cabo el Banco Central Europeo (BCE).

Sin embargo, ha sido esa intervención masiva de la máxima autoridad monetaria europea, con cifras récord la semana pasada, lo único que ha permitido que ahora nadie se acuerde de las primas de riesgo. No obstante, no hay que perder de vista la situación de Grecia, porque podría volver a la primera plana de la actualidad en cualquier momento. Y es que aún no se ha acordado la activación del segundo rescate, y países miembros que deben participar en esta asistencia financiera, como Finlandia, buscan fórmulas rocambolescas para salvar las reticencias internas mediante la exigencia de garantías a Atenas. Alemania ya ha determinado que esas prácticas no son legales.

Los malos datos macroeconómicos europeos los han compensado unos positivos pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos, que se han traducido en subidas en Wall Street y, por contagio, en un aumento de las compras en Europa. Aunque la volatilidad no entiende de mercados y también atenaza a la Bolsa de Nueva York, donde los índices se debaten a media sesión con los números rojos.

Pero las Bolsas europeas han cerrado con alzas del 1,5%, con el Ibex35 anotándose un 1,08%, hasta los 8.369,10 puntos. José María Rodríguez, analista de Web Financial Group, afirmaba esta mañana sobre el positivo comportamiento de Wall Street ayer que, “poco a poco, y sin hacer mucho ruido, empiezan a aparecer ciertas señales que nos hacen, cuanto menos, empezar a dudar y barajar otro posible escenario no tan negativo”. Una posición, sin embargo, prudente, porque reconoce que “es innegable que el aspecto técnico de muchos gráficos semanales sólo invita a ser pesimistas”.

Las esperanzas para que esa situación se revierta de manera definitiva están puestas en el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke. El mercado está ya “empachado” de especulaciones sobre cuál será el mensaje de Bernanke en Jackson Hole, y todo apunta a que el resultado final será decepcionante, pues no anunciará una nueva ronda de compra de activos. Este encuentro anual de banqueros centrales de todo el mundo arranca mañana, pero Bernanke no intervendrá hasta el viernes. Ya va quedando menos para salir de dudas.

María Gómez
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