Las expectativas de inflación de los consumidores en Estados Unidos retrocedieron en diciembre a su nivel más bajo desde septiembre de 2021, según los datos que publica The Conference Board, debido principalmente a las recientes caídas en los precios del gas.
"Las expectativas de inflación a un año cayeron 0,4 puntos porcentuales hasta el 6,7%, un mínimo de 15 meses. El pico fue del 7,9%, en junio, cuando los precios del gas alcanzaron su punto máximo. La última caída de los precios aún no se refleja en las expectativas, por lo que es una buena apuesta que se produzcan nuevas caídas pronunciadas en los próximos meses", destacan los analistas de Pantheon Macroeconomics.
Este dato forma parte de la confianza del consumidor que elabora la institución estadounidense, una confianza que, en palabras de Lynn Franco, directora sénior de indicadores económicos de The Conference Board, "se recuperó en diciembre, revirtiendo caídas consecutivas en octubre y noviembre para alcanzar su nivel más alto desde abril de 2022".
El índice de confianza del consumidor saltó en diciembre a 108 desde los 101,4 registrados el mes previo, muy por encima de lo que esperaba el consenso (101). El índice de situación actual, basado en la evaluación de los consumidores de las condiciones comerciales y laborales actuales, aumentó a 147,2 desde 138,3 el mes pasado, mientras que el índice de expectativas mejoró a 82,4 desde 76,7. Sin embargo, las expectativas todavía rondan los 80, un nivel asociado con la recesión.
"Los índices de situación actual y expectativas mejoraron debido a la visión más favorable de los consumidores sobre la economía y el empleo. Las intenciones de vacaciones mejoraron, pero los planes para comprar casas y electrodomésticos costosos se enfriaron aún más. Este cambio en la preferencia de los consumidores de artículos costosos a servicios continuará en 2023, al igual que los vientos en contra de la inflación y las subidas de tipos de interés", ha agregado Franco.
En lo que respecta a la situación actual, el 19% de los consumidores dijo que las condiciones comerciales eran "buenas", lo que supone un aumento desde el 17,8% de noviembre. El 20,1% dijo que las condiciones comerciales eran "malas", en retroceso desde el 23,6%.
La valoración del mercado laboral por parte de los consumidores también fue más favorable, ya que el 47,8% de los consumidores dijo que los trabajos eran "abundantes", frente al 45,2% de noviembre. El 12% dijo que los trabajos eran "difíciles de conseguir", en descenso desde el 13,7%.
Asimismo, los consumidores estadounidenses se mostraron menos pesimistas sobre las perspectivas de las condiciones comerciales a corto plazo, con un aumento de los que esperan que mejoren (del 19,8% al 20,4%), unido a un descenso de aquellos que esperan peores condiciones en los próximos seis meses, que bajó hasta el 20,3% desde el 21% registrado el mes anterior.
En lo que respecta al futuro a corto plazo del mercado laboral, el 19,5% espera que haya más puestos de trabajo disponibles (al alza desde el 18,5%), mientras que el 18,3% se inclina por una reducción de los empleos, una proporción que viene a la baja desde el 21,2% de noviembre.
Menos optimistas se mostraron sobre el corto plazo de sus ingresos, con un 16,7% que espera que aumenten (en descenso desde el 17,1%) y un 13,3% que prevé menores rentas, también a la baja desde el 15,8%.
"Suponemos que tanto la caída de los precios de la gasolina desde mediados de noviembre como el repunte de las existencias desde mediados de octubre hasta principios de diciembre explican el aumento de la confianza, pero las existencias han retrocedido desde entonces, por lo que parece poco probable un aumento similar en enero", agregan desde Pantheon Macroeconomics.
Los analistas de Oxford Economics subrayan que "las actitudes de los consumidores sobre la economía mejoraron a fines de 2022", lo que corrobora su opinión de que todavía no ha comenzado la recesión.
"Sin embargo, las preocupaciones de una recesión siguieron siendo altas entre los consumidores y esperamos que sus temores se confirmen el próximo año, ya que el crecimiento más débil del empleo y los ingresos, la inflación elevada y las tasas de interés altas afectan la confianza de los consumidores y su disposición a gastar", agregan.
