• La escasa mayoría parlamentaria de May pone en vilo su liderato
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Theresa May

A Theresa May se le acumulan los problemas. El divorcio entre Europa y Reino Unido se producirá en algo más de 10 meses, aún sin una respuesta clara a cómo gestionar la frontera de Irlanda. Nadie quiere una barrera física en la región que atraiga fantasmas de épocas pasadas, pero Europa no permitirá que Reino Unido obtenga un trato privilegiado tras su deseo de abandonar el barco. Una incertidumbre que impacienta al sector ‘tory’ más devoto del Brexit y que podría acelerar unas elecciones en las islas este mismo año, según asegura el rotativo británico ‘Sunday Times’.

Ambos bloques se reunieron esta semana en Bruselas para continuar trazando la relación futura y la nueva propuesta de May parece no haber cuajado. La posibilidad de mantener a Irlanda del Norte dentro de la Unión Aduanera fue rechazada hace meses por el Ejecutivo británico, en un movimiento que acabaría por “romper la unidad institucional”, según palabras de la primera ministra. Desde entonces, Bruselas no había recibido una contraoferta, hasta esta semana. May propuso alargar las relaciones comerciales hasta que ambas economías estén preparadas para soportar la ruptura. Sin embargo, el gabinete de negociación europeo, liderado por Michel Barnier, se ha negado a valorar una propuesta “desorientante” para ellos.

“La vida sigue igual” cantaría Julio Iglesias, no ha habido avance ninguno y el próximo encuentro entre ambos bloques es esencial para la viabilidad del Brexit. Europa expresó a principios de año que deseaba ver “progresos sustanciales” en las negociaciones sobre Irlanda para junio, nada más lejos de la realidad. La propuesta de mantener las islas dentro de la Unión Aduanera no ha cautivado a ninguna de las dos partes, tan solo a May que parece estar 'pidiendo la hora'. Quizás note que se le acaba el tiempo.

A RÍO REVUELTO...

El liderato de May peligra, con detractores tanto en el Partido Laborista como en su propia formación. Y sus planes de derrocar a la primera ministra pasan por la extensión de las negociaciones entre ambos bloques.

Por una parte, la impaciencia de los más partidarios del Brexit podría precipitar su marcha. La prensa británica ha recalcado esta semana el miedo que genera la extensión del acuerdo entre los miembros del Partido Conservador, en un escenario que podría atrapar por más tiempo a las islas dentro del marco de la UE. Además, uno de los puntos principales en la votación por el Brexit, la posibilidad de negociar con terceros países una relación comercial privada, no podría acometerse. Las reglas de la Unión Aduanera especifican cómo los países integrantes deben amoldarse a los acuerdos comerciales que tengan terceros países con el conjunto del bloque.

Por otro lado, mientras el resto de la Cámara de los Comunes continúe clamando contra la salida de la UE, la no consecución del acuerdo entre Europa y Reino Unido les da la razón. Una investigación desarrollada por 'Bloomberg' asegura que ya son 20 los miembros conservadores del Parlamento dispuestos a apoyar una nueva votación para mantener a las islas dentro de la Unión Europea, un escenario que de concretarse, desencadenaría una revolución total en ambas cámaras dado el pequeño margen por el que gobiernan los 'torys'.

Algunos de estos representantes pertenecen a distritos electorales con grandes fábricas automovilísticas y aeroespaciales cuya producción se vería gravemente afectada a causa del divorcio. Uno de ellos, Ed Vaizey, ex secretario de cultura, ha desencadenado las especulaciones afirmando una creciente sensación de responsabilidad dentro del partido sobre los peligros que supone el Brexit. "Cada vez son más los diputados que murmuran en voz baja sobre actuar en el debate de la Unión Aduanera", declaró la semana pasada.

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