• El blockchain es la base de su sistema, al igual que el resto de cripto monedas
  • Cada bloque de la cadena está compuesto por un conjunto de operaciones y cada operación registra una transacción
  • Los mineros se encargan de aprobar cada una de las transacciones necesarias en cada paso
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La fiebre del bitcoin ha hecho que muchos inversores, tanto experimentados como novatos, miren a las criptomonedas con interés. El problema radica que en la fiebre especulativa que ha invadido a la moneda digital ha hecho que muchos se olviden de lo esencial: ¿qué son el bitcoin y las ‘criptos’?

Los recientes récords en todas ellas han catapultado a las ‘criptos’ hasta el medio billón de dólares

Ethereum, dash, litecoin, ripple, monero… existen muchas criptodivisas al margen del bitcoin. Los recientes récords en todas ellas han catapultado a las ‘criptos’ hasta el medio billón de dólares, unos pocos millones menos que la capitalización bursátil del gigante Facebook. A diario, inversores de todo el mundo intentan entrar en el nuevo mundo de las monedas digitales, aunque entenderlo es complicado incluso para los más veteranos en el mercado de divisas.

Las criptodivisas han roto todos los moldes. De hecho, ese era su objetivo: cambiar el sistema financiero e implantar un nuevo patrón donde no hagan falta intermediarios y las transacciones sigan siendo igual, o más, de seguras y fiables. El problema de algo tan revolucionario y nuevo es que cuenta casi con un vocabulario propio. Estas son algunas de las expresiones que conviene conocer para intentar entender el bitcoin y el resto de criptomonedas.

Bitcoin (BTC)

El bitcoin aspira a ser reconocido como moneda y ya actúa como un medio de pago que cada vez es más reconocido y aceptado por más agentes del mercado

La aspiración del bitcoin es que hablar de él sea similar a hacerlo de ‘un euro’, ‘un dólar’, ‘un yen’... El bitcoin aspira a convertirse en una moneda, diferentes de las actuales, pero una moneda al fin y al cabo. Es decir, un instrumento que sea reconocido como medio de pago, unidad de cuenta y depósito de valor, que son las tres funciones principales del dinero.

Por ahora, está luchando para convertirse en un método de pago reconocido, y cada vez es aceptado por más agentes del mercado, aunque a diferencia de las divisas de curso legal tradicionales no cuenta con el respaldo de un país ni de un banco central. Su naturaleza digital y sus particularidades lo han popularizado en Internet, donde cada vez más tiendas lo utilizan como moneda de cambio, sobre todo en la denominada Deep Web, la Internet profunda utilizada por hackers y ciberdelincuentes.

Eso sí, al contrario que las monedas físicas, el bitcoin es una moneda limitada. Sus creadores la diseñaron con el límite de que en el mercado sólo pueda haber 21 millones de bitcoins. Otro de los aspectos diferenciales a las monedas físicas es que facilita el pago anónimo en cualquier clase de transacciones, es inmediato y es muy difícil de rastrear.

Blockchain o Cadena de bloques

Hablar de blockchain (cadena de bloques, en español) es hablar de algo más grande que las criptodivisas. Se trata de una tecnología llamada a cambiarlo todo porque no sólo es aplicable al mundo financiero, sino a cualquier intercambio posible.

Aplicado al bitcoin, sirve para certificar que el traspaso de dinero de una persona a otra se hace de forma anónima y 100% segura. Con el modelo convencional, si el ‘usuario A’ quiere enviar dinero al ‘usuario B’ debe ir a un banco y confiar en que lo descuenten de su cuenta, den aviso a la entidad del otro usuario y esta lo apunte en la cuenta del ‘usuario B’. Sin necesidad de tocar el dinero se ha efectuado el traspaso. Para muchos, esto es hablar de dinero digital, pero la cadena de bloques ofrece una tecnología mucho más rápida, segura y cómoda (ya que elimina a los intermediarios).

Cada bloque de la cadena está compuesto por un conjunto de operaciones y cada operación registra una transacción

Cada bloque de la cadena está compuesto por un conjunto de operaciones. Cada operación registra una transacción de un usuario a otro, pero sin guardar la identidad de uno de ni del otro. Siguiendo el mismo ejemplo de antes, si el ‘usuario A’ quiere enviar dinero al ‘usuario B’ tiene que asegurarse de enviar un mensaje al resto de usuarios, los llamados ‘nodos’, que serán los responsables de validar que la operación es correcta. Para verificar únicamente hace falta que el usuario A demuestre que tiene el dinero en su monedero y que el ‘usuario B’ también tenga un monedero abierto. Una vez confirmado, la operación se anida a la anterior, creando cada vez un bloque más y más grande.

Cada aplicación del blockchain tiene unos parámetros diferentes, unos tamaños de bloques distintos y un cifrado de bloques distinto. Una vez que se alcanza el límite máximo de un bloque se procede a almacenarlo. Compuesto por cientos de operaciones unidas las unas a las otras, los bloques se guardan en una gran base de datos, similar a la de un libro mayor contable. Este proceso de guardar un bloque en la base de datos y todos los procesos de verificación de las transacciones es el denominado ‘minado’.

Minería

La minería es la base del blockchain. Todos los procesos de verificación necesarios para mantener la seguridad y la confianza del sistema requiere de nodos activos que registren y aprueben todos los pasos. La tecnología de la cadena de bloques utiliza la red P2P, esa misma que hace años utilizaban Kazaa y Emule para que sus usuarios se pasaran unos a otros archivos de música, películas…

El primer nodo capaz de resolver la operación que verifica la transacción o el bloque recibe una contraprestación

El minado es un proceso cada vez más caro puesto que hacen falta cada vez más nodos activos que verifiquen cada paso. Esto supone un gasto de electricidad mayor para mantener viva la cadena de bloques. Los mineros se encargan de aprobar cada una de las transacciones, unirlas a las anteriores para ir creando el bloque y después unir unos bloques a otros. Los equipos de los mineros se encargan de resolver en cuestión de segundos cada vez más complejas operaciones matemáticas. El primer nodo capaz de resolver la operación que verifica la transacción o el bloque recibe una contraprestación, así es como se generan los bitcoin.

El bitcoin es finito, existirán 21 millones de ellos, pero ahora mismo no todos están en circulación. Los bitcoin se reparten entre los mineros y son estos los encargados de, al realizar operaciones, distribuirlos en el mercado. Por ejemplo, un minero que haya recibido un bitcoin puede guardarlo, cambiarlo por bienes o servicios o cambiarlo por otra moneda, digital o física, al tipo de cambio que se aplique en el mercado en ese momento. Las recompensas por minar varían en función de lo que se haya verificado en un bloque o una transacción. Además, la recompensa se reduce a medida que más bitcoins son puestos en circulación. Esta estrategia de reducir las recompensas se retrasará el momento en el que se minen todos los bitcoin y se pongan en circulación los 21 millones, algo que se espera que suceda en 2140.

Velocidad hash

Los mineros obtienen una recompensa por su trabajo, pero también tienen un coste, el de tener máquinas trabajando para resolver todas las operaciones matemáticas necesarias. La tasa de ‘hash’ o ‘hash rate’ es la medida de potencia del procesamiento de los datos que mueven los mineros. Por ejemplo, cuando la red alcanza un ‘hash rate’ de 10 TH/s significa que puede hacer 10 billones de cálculos por segundo.

Monedero

Los monederos son el equivalente en el caso de las criptodivisas a las cuentas corrientes de las monedas físicas. Los monederos son sencillamente una clave privada que permite al usuario gastar su dinero en operaciones que se registran en la cadena de bloques. A diferencia de una tarjeta de crédito los traspasos no son ordenados por el vendedor de un producto, por ejemplo, sino siempre son ordenados por el dueño del dinero.

Satoshi Nakamoto

Satoshi Nakamoto es el creador de toda la plataforma bitcoin. Sobre él sólo existen rumores. No se conoce su identidad, aunque está claro que su poder sobre la criptodivisa es elevado puesto que habría guardado una importante cantidad de bitcoins que dada la revalorización que está teniendo le podrían convertir en el hombre más rico del mundo.

Hay muchas razones para que Nakamoto siga en el anonimato. En primer lugar, y más evidente, la fama. Pero más allá de lo personal, el secretismo sobre el creador es esencial para creer en la filosofía que sustenta el bitcoin. En uno de los muchos escritos que ha dejado, Satoshi explica la filosofía de su criptomoneda: “El problema fundamental del dinero convencional es toda la confianza que se requiere para hacerlo funcionar. Debemos confiar en el banco central para que no devalúe la moneda. Pero la historia del dinero fiduciario está llena de abusos de esa confianza”. Esa confianza y la descentralización de la que presume se podrían irse al traste si detrás de todo hubiera una persona a la que el mercado pusiera cara y conociera cuánto crece o no su riqueza.

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