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EUROPA PRESS

El sector servicios de España comenzó 2023 en una nota relativamente positiva, registrando un crecimiento más fuerte. Vinculado a una mejora de la situación de la demanda, el índice PMI muestra en enero expansiones sostenidas y aceleradas de la actividad comercial y de los nuevos pedidos. En este escenario, las empresas son más optimistas sobre el futuro y tienen la esperanza de que el mercado continúe su trayectoria actual. Sin embargo, la inflación continúa afectando el sentimiento en general.

El Índice de Actividad Comercial, ajustado estacionalmente, aumentó a 52,7 en enero de 51,6 registrado en diciembre. La última lectura mostró la tercera expansión mensual consecutiva de la actividad del sector servicios español, y a su vez, fue la más fuerte desde julio del año pasado.

Las empresas encuestadas comentaron que el último aumento de los niveles de actividad fue debido a un mejor comportamiento de las ventas al principio del año. El volumen de nuevos pedidos recibidos por las empresas del sector servicios español aumentó sólidamente y por tercer mes consecutivo en enero. Las empresas encuestadas también mencionaron que consiguieron nuevos proyectos y captaron nuevos clientes a raíz de un ligero fortalecimiento en las condiciones de la demanda subyacente. Por su parte, la demanda del exterior también registró mejoras similares. Los nuevos pedidos procedentes de clientes del exterior aumentaron por primera vez en siete meses.

Puesto que los nuevos pedidos se incrementaron a un ritmo sólido, la capacidad de las empresas del sector servicios estuvo bajo presión en enero, hecho subrayado por una nueva acumulación de los pedidos por completar. Para poner al día las cargas de trabajo actuales y en preparación para el crecimiento anticipado de las empresas, las firmas aumentaron sus plantillas por cuarto mes consecutivo, aunque solo levemente.

De cara al futuro, las empresas del sector servicios español se mantuvieron en general optimistas respecto a los niveles de actividad durante los próximos doce meses. Según los encuestados, el sentimiento positivo fue debido en gran medida a las esperanzas de un entorno de demanda más fuerte y mejores condiciones del mercado. El optimismo se situó en su nivel más alto en ocho meses, pero el grado general de confianza se mantuvo por debajo de su media histórica debido a la persistente preocupación por la indecisión de los clientes y las presiones inflacionistas.

Se observaron tendencias mixtas con respecto a los precios en enero. Si bien las tasas de inflación tanto de los precios pagados como de los precios cobrados se mantuvieron históricamente altas al principio del año, la tasa de inflación de los costes mostró más indicios de atenuación. De hecho, la tasa de aumento de los costes medios en el sector servicios español fue la más lenta en quince meses.

Por el contrario, los precios cobrados por el sector aumentaron en enero a una tasa que estuvo entre las más rápidas registradas. Según las empresas encuestadas, el aumento de los costes laborales, los precios de la energía y las tarifas de los proveedores impulsaron la última ronda de inflación de los costes. En consecuencia, las empresas a menudo optaron por repercutir parte del incremento de la carga de los costes a sus clientes a través de un aumento de sus precios de venta.

Por otro lado, en cuanto a la economía del sector privado, el Índice PMI Compuesto de Actividad Total de España, que mide la producción del sector manufacturero y la actividad del sector servicios en su conjunto, subió de 49,9 registrado en diciembre a 51,6 en enero, señalando que la actividad total del sector privado español ha regresado a territorio de expansión. Este repunte fue el primero en cinco meses y el más pronunciado desde julio del año pasado. Este crecimiento estuvo respaldado por un aumento más fuerte de la actividad del sector servicios. La producción manufacturera siguió cayendo, pero al ritmo más lento en cuatro meses.

Similarmente, tras una secuencia de cinco meses de declive, los nuevos pedidos a nivel compuesto aumentaron al principio del año. Al igual que la tendencia de la actividad, el nuevo incremento de los nuevos pedidos estuvo impulsado por la tercera expansión consecutiva en el sector de servicios, mientras que los volúmenes de las carteras de pedidos en las empresas manufactureras españolas permanecieron firmemente en territorio de contracción. Las empresas se mostraron más positivas sobre el futuro en ambos sectores, aunque el grado de confianza siguió siendo más bajo que sus respectivos promedios a largo plazo.

Respecto a los precios, la inflación de compra se ralentizó hasta su mínima de veinte meses, pero los precios cobrados aumentaron a un ritmo más rápido.

MEJORA LA DEMANDA, PERO SIGUE PREOCUPANDO LA INFLACIÓN

"Las expansiones de la actividad y los nuevos pedidos se mantuvieron en enero y, de hecho, se fortalecieron hasta sus máximas de seis y siete meses, respectivamente. Las empresas encuestadas comentaron que el principal impulsor de cada uno de estos repuntes fue una mejora en el entorno de la demanda en general, lo que sin duda es una señal positiva para el futuro", comentan en S&P Global Market Intelligence.

Así, "las empresas tienen la esperanza de que las condiciones sigan mejorando durante los próximos doce meses y, en consecuencia, aumentaron su fuerza laboral por cuarto mes consecutivo". No obstante, a pesar de fortalecerse hasta su máxima de ocho meses, el grado general de confianza se mantuvo por debajo de su promedio histórico.

"Los encuestados mencionaron en gran medida que la preocupación en torno a las presiones inflacionistas actuales afectó las perspectivas. Parece ser que tales ansiedades tal vez estén justificadas, ya que la inflación de los precios de venta se aceleró en enero. Sin embargo, la tasa de inflación de los costes se ralentizó hasta su mínima de quince meses, por lo que se puede esperar que los precios de venta eventualmente sigan la misma tendencia", señalan.

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