• Cuenta con 3.240 kilómetros de longitud que la convierten en la segunda mayor del mundo por detrás de China
  • Los tramos a Galicia, a Asturias, al País Vasco, a Extremadura, a Castellón, a Granada, a Murcia y a Almería se encuentran en construcción
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Uno de los trenes del AVE.

La Alta Velocidad española cumple este jueves, 20 de abril, 25 años, una edad a la que llega como la segunda red AVE más extensa del mundo, gracias a la inversión de 51.775 millones de euros destinada a su construcción, y encadenando récords de viajeros que le han llevado a ganar al avión en los desplazamientos dentro del país.

El AVE conmemora no obstante sus 'bodas de plata' en plena expansión y pendiente del reto de la próxima apertura a la competencia de la explotación del servicio de transporte, actualmente monopolio de Renfe.

Desde que el 20 de abril de 1992 se inaugurara la primera línea AVE, la Madrid-Sevilla, la red de Alta Velocidad ha llegado ya a 47 ciudades. A ellas se irán sumando otras capitales a medida que vayan concluyendo las obras de las conexiones actualmente en construcción, como son el AVE a Galicia, a Asturias, al País Vasco, a Extremadura, a Castellón, a Granada, a Murcia y a Almería, entre otros destinos.

La llegada del AVE a alguno de estos destinos está programada para el horizonte de 2020, con lo que coincidirá con la fecha prevista para liberalizar el transporte de viajeros en tren y para que operadores privados entren a competir con la compañía pública Renfe.

Por el momento, la actual red AVE cuenta con 3.240 kilómetros de longitud que la convierten en la segunda mayor del mundo por detrás de China y la primera de Europa por delante de Francia.

El AVE español es también líder mundial en velocidad media comercial, dado que sus trenes circulan a una media de 222 kilómetros por hora, si bien alcanza los 248 kilómetros por hora en el caso del AVE a Barcelona. Así, son más rápidos que los de Japón (218 kilómetros por hora) y Francia (216 kilómetros por hora).

El desarrollo de esta red y la que está actualmente en construcción suman una inversión total de 51.775 millones de euros, según informaron a Europa Press fuentes de Adif. Se trata del importe que ha supuesto la infraestructura y no incluye por tanto lo invertido por Renfe en el centenar de trenes AVE con que cuenta para explotarla. En este sentido, la operadora calcula que desde la puesta en servicio comercial del AVE a Sevilla el 21 de abril de 1992 su parque de trenes AVE ha transportado un total de 267 millones de viajeros.

Esta cifra se eleva hasta los 357,5 millones de pasajeros en caso de sumar los trenes Alvia, aquellos que circulan por vías de Alta Velocidad en parte de su recorrido con el fin de extender la reducción de tiempos de viaje que permite el AVE a ciudades donde aún no llega directamente.

GANA SU PUGNA CON EL AVIÓN

La reducción del tiempo de viaje y la puntualidad son dos de las principales ventajas de este transporte ferroviario, que además le han llevado a ganar la batalla al avión en todas las relaciones en las que compiten.

A cierre de 2016, los trenes AVE copaban el 63% de los viajes directos entre Madrid y Barcelona, el corredor de mayor movilidad de viajeros del país, frente al avión.

Asimismo, la Alta Velocidad fue la opción elegida frente al avión por el 89% de los viajeros para ir a Sevilla, por el 86,9% en el caso de los trayectos a Valencia, el 83,5% en el de Málaga y el 79,8% en el de Alicante, según datos de Renfe a los que tuvo acceso Europa Press.

Sólo en 2016, los trenes AVE y Larga Distancia transportaron 35,2 millones de viajeros y encadenaron así cuatro años de récord de pasajeros, desde que en 2013 Renfe decidiera bajar el precio de los billetes y lanzara una política comercial de descuentos y promociones con el fin de ganar usuarios para este modo de transporte, y optimizar y rentabilizar la inversión en la infraestructura.

RENTABLE, NO SÓLO ECONÓMICAMENTE

A pesar de ello, desde diferentes ámbitos se ha planteado en distintos momentos la rentabilidad de la inversión en este ferrocarril.

En este sentido, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna asegura que la Alta Velocidad ha generado no sólo beneficios económicos, sino también sociales y medioambientales estimados en unos 4.000 millones de euros.

En concreto, asegura que el AVE ha ahorrado 42 millones de horas en tiempo de viaje a los españoles y ha evitado la emisión de 13 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, además de generar beneficios con su explotación (unos 141 millones de euros sólo en 2016) y en las ciudades a las que llega.

A todo ello es preciso sumar, según De la Serna, un beneficio "intangible" relacionado con su contribución a la 'marca España', a la proyección internacional de las empresas españolas y al desarrollo tecnológico, así como su aportación a la vertebración y modernización del país.

Por ello, la Alta Velocidad alcanza así su primer cuarto de siglo en pleno desarrollo y manteniéndose como una prioridad de los distintos gobiernos. "Terminar los corredores de Alta Velocidad en construcción es uno de los principales retos de Fomento para los próximos años", asegura el titular de Fomento.

"Se han podido cometer errores, pero también se han hecho cosas bien y el ferrocarril ha ganado posiciones que tenía perdidas", según el ministro. El AVE tiene una "rentabilidad indudable, es un acierto para el país", asevera.

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