• Los líderes de la organización quieren que el territorio que controlan se llene de 'ciudadanos'
  • Las mujeres se tienen que ajustar a una interpretación muy estricta de la ley islámica
Estado Islamico ISIS desfile militar sirte libia

Estado Islámico se ha consolidado como una de las organizaciones más temidas del planeta. Los milicianos del autodenominado califato, gobernado por Abu Bakr al Baghdadi, han sembrado el terror por donde han pasado y se han preocupado por que las imágenes de sus atrocidades lleguen a todos los rincones del planeta.

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Los protagonistas de estas imágenes suelen ser combatientes que posan con sus víctimas o milicianos que presumen orgullosos de haberse unido a las filas de la organización. Sin embargo, y aunque se les haya dado poca difusión, las mujeres tienen un papel fundamental en la supervivencia del pseudo-Estado que controla una gran cantidad de territorio entre Siria e Irak.

Los dirigentes de la organización terrorista saben que necesitan mujeres que asuman una gran cantidad de funciones internas y que se encarguen de crear familias para el mantenimiento del califato, motivo por el que ha hecho un gran llamamiento para atraer a mujeres procedentes de todo el mundo, según ha informado BBC.

NORMAS DE UN MILENIO DE ANTIGÜEDAD

Estas mujeres llegan al califato para casarse con combatientes yihadistas

Estas mujeres, cuya actitud se rige por normas con más de un milenio de antigüedad, llegan al califato para casarse con combatientes yihadistas que, casi con toda seguridad morirán pocos meses después del enlace. Tras este fallecimiento, volverán a casarse con otro hombre para volver a vivir la misma historia.

Las mujeres, además, ocupan importantes puestos fundamentales para el funcionamiento del pseudo-Estado en campos como la sanidad, la educación o las finanzas. Aunque eso sí, la interpretación de la ley islámica impuesta por el califato contempla severos castigos para quienes no acaten las leyes de la forma más estricta.

Esta función de piedra angular en la sociedad hace que se inviertan muchos recursos en formar a las mujeres que llegan al califato. Las nuevas habitantes de este territorio suelen ser atendidas por personas que hablan su lengua de origen y les enseñan árabe, al tiempo que las adoctrinan para cumplir con rigurosidad el papel que les ha sido asignado en Estado Islámico.

Pero incluso así, las condiciones de vida a las que se enfrentan estas mujeres son muy preocupantes. Además de los severos castigos a los que se enfrentan, la interpretación de la ley islámica que hace el califato permite a los hombres contraer matrimonio con niñas de nueve años y suprime casi cualquier derecho del que gozan estas mujeres en sus países de origen.

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